Buenos días. El Real Madrid cayó por 3-0 ante el Barça, cosa que puede pasar. Queremos decir que es posible. Lo que en cambio no puede suceder, porque es imposible, es que remates cinco veces al larguero (o cuatro al larguero y una al poste, o dos al poste y cuatro al larguero, ya ni sabemos) porque eso supone una revocación de las leyes de la probabilidad.
Y sin embargo sucedió. Y tampoco fue una cuestión de falta de puntería o de incapacidad atacante, porque (salvo el penalti lanzado por Vinicius) no fueron balones al palo que malograran claras oportunidades, sino acciones meritorias del rematador, chuts lejanos en su mayoría. A partir de aquí, leed la crónica de Andrés Torres y culpad a quien queráis, al rombo de Ancelotti, al apartamiento de Vinicius de la banda, a los fallos en defensa (ay, Mendy), al lucero del alba. Cualquier análisis nos parece legítimo, siempre y cuando vaya precedido de la asunción de que serán análisis no de un partido de fútbol propiamente dicho (aunque también), sino de un poltergeist veraniego.
Porque repetimos: disparar cinco veces al larguero en el transcurso de un partido es imposible, aunque sucediera. Pero hay una cosa más imposible todavía, tanto que esta sí que no sucedió: es imposible tirar cinco veces al larguero (o cuatro al larguero y una al poste, o lo que sea) habiendo hecho un partido “pésimo”, como sentenciaron muchos en redes sociales. Hay que hacer más al amor, amigos. No se puede ir por la vida con ese afán de devastación, por mucho que duela perder ante los hijos putativos de Negreira, por muchísimo que escueza ser goleados por ellos cuando el partido nada tuvo que ver con el marcador.
Sí, ya lo sabemos. No debemos caer en el argumentario prototípicamente culé, lo del “marcador impostor”’y demás excusas baratas. Totalmente de acuerdo, pero tampoco se puede hablar del encuentro de ayer como si hubiese existido una mínima correlación entre fútbol y resultado, como si no hubiera habido un poltergeist (o cinco poltergeist y dos subversiones de lo posible, lo que sea). Analizar lo de anoche como si hubiera sido lo más normal del mundo sería como hablar del Barça como si no hubiera comprado al estamento arbitral durante un mínimo de dos décadas, es decir, algo que La Galerna no está dispuesta a hacer.
Para otros, en cambio, ayer no sucedió nada llamativo relativo a los palos de las porterías (tampoco a las prodigiosas manos de Ter Stegen), y son capaces de contarte las cosas como si nada en ese sentido hubiera ocurrido. No es de extrañar, porque son exactamente los mismos que entierran la desvergüenza de la compra de la cúpula arbitral llevada a cabo por el Barça como si no hubiera sucedido tampoco.
Ahí lo tenéis, amigos. Se ve que para Mundo Deportivo no hay nada de particular en el hecho de que un equipo la mande cinco veces al palo o qué sabemos cuántas, puesto que no hay la menor mención a esta anécdota en la portada. Raro es, para los profesionales de Mundo Deportivo, el partido en que uno de los oponentes (no entre los dos, sino uno de ellos) NO estrella cinco balones en el palo en el transcurso de un encuentro. “Baño de verano”, titulan, con fotografía del sorprendente Fermín. Baño de millones el que las arcas culés hicieron llover sobre Negreira a lo largo de un mínimo de dos décadas para tener bajo control al colectivo arbitral.
A los amics de Sport les pasa lo mismo. ¿Alguien ha visto alguna vez algún partido en el cual uno de los contendientes no tire quince o dieciséis veces al larguero? Así, el que ayer los de Carletto lo hicieran cinco veces (o seis) no les llama la atención y, por consiguiente, como sus amigos de Sport, tampoco lo hacen figurar en portada. La máxima concesión que están dispuestos a hacer el Madrid es por la vía indirecta, o sea, afirmando que el choque fue “vibrante”, en el entendido de que sí lo fue lo sería porque ambos rivales jugaron muy bien.
Marca, el diario de todas las aficiones, sí refleja que el Madrid tiró a la madera en un millón y medio de ocasiones, pero se decanta por un titular aséptico, algo que no hiera más de lo debido al aficionado blanco pero que también halague someramente al hincha del negreirismo. Ya está: “el Barça golpea primero”, titular poco sonoro que no hace sangre y que contentará al patrocinador máximo del rotativo, a la sazón cocinero de huevos con chistorra con la complicidad de Laporta.
Hemos ordenado hoy las portadas, como enseguida calibraréis, de menos a más dignidad. As destaca la abundancia de remates a los palos por parte de los blancos como el componente más llamativo del choque, y acierta en ello, porque lo fue. Apunta además que “el Madrid puso el fútbol y el Barça los goles”, lo que tampoco es un análisis desatinado para nadie que presenciara el cada día peor llamado “clásico”.
Y esta es la historia, queridos galernautas. El que quiera quemarse metafóricamente a lo bonzo (o quemar a otros) para mostrar su disconformidad por un marcador terrible -y terriblemente injusto- en la pretemporada tiene nuestro permiso. Maldecid la falta de acierto, la defensa fallona en la salida del balón, la desubicación de Vini, el esquema diamantino. Exigid el cese de Ancelotti. Haced lo que queráis. Para nosotros fue un poltergeist, y como tal hay que encargar a los muchachos de Expediente X, y no a Manolo Lama, el examen de los desperfectos.
Pasad un buen día.
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3 comentarios en: Poltergeist veraniego
Primer partido de pretemporada que me dispuse a ver en directo. Vi los dos anteriores en diferido.
Media hora antes frené la euforia de un amigo madridista y le dije :*ojo no nos vayan a dar un repaso". Y nos lo dieron, aunque solo fuera en el marcador (es lo que cuenta).
El 3-0 es más que molesto, por muy amistoso que sea , por muy escéptico que sea uno ante un fútbol que seguirá estando negreirizado y por pasión e interés que hayamos perdido desde que el cínico y falso "football for fans" nos ha descolocado-engañado.
Siendo contradictorio y un tanto esquizofrénico, considerando el fundamento de lo anteriormente escrito, si nos centramos en lo meramente futbolístico , mi interpretación es que un equipo se construye a partir de una defensa contundente y eficaz. Me mojo, Carvajal ya no está para todo un Real Madrid. La intensidad y la concentración son tan o más importantes que la fortuna. Ayer , nuestro equipo adoleció de una preocupante falta de concentración e intensidad. Tanto como de falta de fortuna.
Me imagino que los diletantes oportunistas estarán linchando a los entrenadores. Para ellos, sea el que sea y una vez se hacen cargo del banquillo blanco, ningún entrenador es válido. Sin excepción. Concluyendo , a todos los obstáculos externos hay que añadir los internos.
Apunte final, basado exclusivamente en los futbolistas con que contamos actualmente. Sí reforzamos los laterales, no hay equipo superior en cuanto a lo estrictamente deportivo.
Autocrítica, sí. Autodestrucción, no.
Texto de Rodra ( Relevo):
"La vez que más me enfadé por una derrota fue en un partido amistoso. Jugábamos el 'C' contra el 'B' en el colegio, y lo hacíamos en cada recreo. Nunca nos jugamos nada. Nos lo jugábamos todo. El Real Madrid perdió 3-0 contra el Barça delante del mundo entero y hubo muchos aficionados merengues que pudieron dormir en calma. Yo no.
El Clásico de Dallas dejó cinco postes y dos palos para el equipo de Ancelotti. Si el madridismo normaliza caer 3-0 contra su máximo rival, aunque sea en pretemporada, es que los blancos están más cerca de volver a perder que de ganar. Si las disculpas de la derrota vienen por la mala suerte de los largueros, el club seguirá perdonando títulos en una época en la que puede marcar una gran distancia con el Barça.
El Madrid sólo ha ganado dos partidos de los últimos seis Clásicos. A la plantilla se le enquista el cuadro de Xavi y no se sabe muy bien por qué. Como si ganarles ya no les hiciera falta. Este Barça, que parece que se pasa los años soñando con que el Madrid no gane la Champions y los veranos rezando para que no fichen a Mbappé. Sólo se alivian cuando se enfrentan.
En Dallas, Vinicius, Tchouameni y Carvajal chutaron al larguero. Vini se estrelló contra él tres veces. No hay que buscarle sentido al fútbol; sólo hay que hacer gol. El Madrid ataca sin violencia, como si les convenciese más la idea de buscar el gol que de encontrarlo. Muchos presumen de la lista de ocasiones como algo positivo y no hay nada más preocupante que fallar tanto.
En el ataque del Real Madrid falta un futbolista que no tenga palabra, que traicione, que no perdone ni un euro, que le dé exactamente igual lo que piensen de él. Que esta derrota sirva para algo".
A mi no me gusta usar excusas culés, amigos galernautas. El fútbol no es impostor. Ayer perdimos porque dominamos el juego pero esto va de goles, y ni estuvimos acertados arriba ni supimos defender con regularidad. Me preocupa tanto como el choque de dos mosquitos en Tanzania, es un mero amistoso, pero sirve como recordatorio de que hay que trabajar la defensa y la salida del balón bajo presión (errores así ya se vieron la temporada pasada), y repensarse el ataque no tanto por la puntería como por las pocas alternativas que la corta (en efectivos) delantera ofrece.