Podríamos decir pero no decimos

Si La Galerna fuese una de esas publicaciones que se abonan a la descalificación, hoy dispondría de una ocasión pintiparada para insultar a Piqué. Dios nos libre, y eso que el guión podría llegar a exigirlo, por cuanto los diarios cuyas portadas comentamos en esta sección se hacen eco de las mofas al Real Madrid por parte del central barcelonista durante la celebración del triplete culé. Podríamos decir pero no decimos cualquier cosa sobre Piqué. Ni es nuestro estilo ni lo será.

Desde el "Madrid, cabrón, saluda al campeón" de Etoo a las referencias a Kevin Roldán de Piqué, pasando por muchas otras manifestaciones públicas de nulo saber estar o respeto al rival, son numerosas las referencias al Madrid por parte del Barcelona, que ni cuando celebra es capaz de sacudirse su proverbial complejo de inferioridad. Qué suerte tiene La Galerna al tener marcada una línea editorial de irreprochable respeto. Esta línea, de la que no nos separaremos ni por un momento, nos impide caer hoy en la fácil tentación de dedicar a Piqué algún grueso adjetivo. Se trata de un innegociable compromiso con el decoro que nunca desfallecerá, no al menos mientras de nosotros dependa. Pedimos a nuestros lectores que dejen de enviarnos sugerencias con posibles descalificaciones para el central catalán. Si el mantenimiento de nuestros valors nos obliga a enfrentarnos con nuestros propios lectores (negándonos con total firmeza a seguir sus indicaciones y aplicar a Piqué epítetos como .... bueno, todos los que ustedes sugieren), lo haremos con la cabeza bien alta. Esto, como decía John Goodman en El Gran Lebowski, consiste en trazar una línea en la arena. Nunca la traspasaremos.

Por lo demás, sin duda también haciendo gala de su aversión a este tipo de conflictos, Marca pone el acento en un hecho no excesivamente sorprendente: a Benítez le gusta James. Lo sorprendente sería que le gustase a José Joaquín Brotons, quien que se sepa aún no se he desdicho de aquel artículo donde atribuía el fichaje de James a los contratos de obra pública de ACS en Colombia, y que por consiguiente, cabe inferir, sigue pensando que Rodríguez es un tuercebotas con pedigree.

Si Marca nos cuenta que a Benítez le gusta James, As desvela que nuestro nuevo técnico valora en su justa medida a Morata. Cuestión de horas será el que le guste lo suficiente como para pagar treinta millones por él, cuestión de unas cuantas horas más el que convenza a Florentino de que vale la pena hacer eso, y cuestión de unas muy escasas horas más el que todo se cierre satisfactoriamente. Desde hace algún tiempo, albergamos la sensación de que As se inclina ligeramente por la vuelta de Morata al Madrid, seguramente porque sabe que todo movimiento es susceptible de ser expuesto, tarde o temprano, como argumento antiflorentinista. Mientras no marque el gol decisivo en una Final de Champions con la camiseta del Madrid, As se sentirá en plazo de regodearse en la ignominia de que se hayan pagado treinta kilos por un jugador criado en la casa. Cuando marque el gol decisivo de una Final de Champions... pues también se sentirá en plazo de criticar, como ya demostró con Bale. Si la prensa deportiva (y As en particular) ha ido bajando el nivel tan alarmantemente en los últimos años, hasta que llegáramos a registrar la impresión de que ya cualquier cosa podía ser dicha, es precisamente PARA QUE ya cualquier cosa pueda ser dicha y no pase absolutamente nada. No hay proceso evolutivo orgánico, almas de cántaro: las cosas se han hecho así adrede.

Lo que sí responde a un proceso evolutivo orgánico es el hecho de que Sport haya terminado saliendo con doble portada. Era cuestión de tiempo el que el imparcial rotativo catalán tuviera que hacer una portada doble para poder promocionar la inacabable sarta de productos de diversa índole que comercializa con su adquisición, y eso que han desaparecido las muestras de arroz y el bañador lucebolas de los Campions. En su lugar se nos asegura que Ambi Pur elimina los malos olores REALMENTE, sin que se sepa entonces por qué su efecto aún no se ha dejado notar tras la renuencia del árbitro (Bar)çakir a señalar penalti en el clamoroso derribo de Alves durante la final del sábado.

Puestos a guardar en la carpeta de cosas bonitas una de las dos portadas de la prensa deportiva catalana, nos inclinaríamos sin embargo por la de Mundo Deportivo. El titular ("TRIbuto") constituye un juego de palabras tan encomiable que haría retorcerse de envidia a genios de la literatura como Quevedo (maestro en este subgénero y su asimilado el calambur) y Joan Laporta, que encajó el TRI en la palabra "tranquilo" con un calzador que el día menos pensado comercializa Sport.

Y luego está eso tan bonito de "Cientos de miles de personas se echan a la calle para agasajar en la rúa a los héroes de...." Cuánto mal ha hecho al castellano la absurda regla tácita de evitar la repetición de palabras. Acaba uno, tomándola a rajatabla, cayendo en disparates pomposos como este. Rúa es según RAE (valga el trabalenguas) un camino de pueblo (http://buscon.rae.es/drae/srv/search?id=lR3CxJi5QDXX2ilEfYEa): o bien el redactor no ha efectuado la recomendable consulta previa, o bien es presa del mismo complejo con respecto a la capital que asola el alma de Piqué.

Piqué: ese al cual, caso de querer -pero no queremos- desviarnos del cumplimiento de nuestro voto de decoro, tildaríamos tranquilísimamente de soplapollas.