Platón no lee el Sport

Cantera y cartera. Joker y Batman. El yin y el yang. La fuerza y el lado oscuro. Gandalf y Saruman. Es enorme la lista de parejas antagonistas que vertebran nuestra cultura, ya sea esta más o menos elevada o más o menos popular, y no iba a quedarse el fútbol al margen de semejante ambrosía, de una tan jugosa y facilona y rentable y adormecedora división. No iban a ponerse estupendos nuestros medios deportivos asumiendo que, como dejó dicho Platón, siempre hay más de un significado pero menos de dos. ¿Quién carajo es Platón al lado del Lobo Carrasco? ¿Cómo vamos a estar leyendo a Platón si eso nos quitaría tiempo para leer los tuits de Toni Freixa?

Queden bien lejos las reflexiones y los matices porque Sport devuelve hoy la ilusión a los niños del mundo (we are the world, we are the children) con una portada que nos hace sentir el poder de la fuerza, y que se joda Darth Vader Pérez, el de la cartera. "Que canten los niños, que alcen la voz, que hagan al mundo escuchar", cantaba Perales para regocijo de los corazones inocentes, y nosotros no podemos menos que intentar entonar esa alegre canción porque ha vuelto la cantera al Barcelona, porque la Aldea del Arce luce hoy tan bella como siempre, porque Marlon, Palencia, Cucurella, Vitinho, Aleñá y Ortolà son "los elegidos de Valverde" para iniciar la pretemporada con el primer equipo. Qué paz, queridos galernautas. Cuánto necesitábamos esta noticia tras los Mathieu, Rakitic, Neymar, Suárez, Umtiti, Arda Turan (quién sabe dónde), Douglas o Vermaelen. Las aguas vuelven por fin a su cauce, de donde nunca tuvieron que precipitarse para fichar, por ejemplo, a Áleix Vidal (manda una postal donde quiera que estés). Todo está en orden, todo vuelve a estarlo por fin, se reedita el verano del amor por obra y gracia de un club que siempre ha estado ahí para querernos.

Habrá quien mire más cosas en la portada de Sport y hasta habrá quien complete su mirada -seguro malintencionada, aguafiestas hay en todos lados- con un vistazo a la de Mundo Deportivo. Habrá quien, en resumen, venga a jodernos el día y el relato y el verano y hasta la misma vida atreviéndose a insinuar que este regreso a la cantera -una lágrima, por favor- es solo el recurso de quien no encuentra nada que echarse a la boca, la manera de endulzarse el amargor por lo que parece lejanía definitiva del soñado y tan manoseado Marco Verratti, quien, pese a nosotros, nació en Pescara pudiendo haber nacido, qué sabemos, en Horta de Sant Joan, en pleno parque natural de Els Ports. ¡Joder, Marco, si hasta Picasso pasó temporadas en Horta! ¿Qué te costaba haber nacido allí, o al menos tener un bisabuelo, una casita, un terreno?

En fin. Habrá quien, decíamos, degradará la noticia que a nosotros tanto nos motivaba situándola como propaganda necesaria tras el desmentido público de Verratti a su agente, quien había forzado un poco la situación tratando al PSG de cárcel (y suponemos que al Barcelona de cielo abierto, que es lo que es y punto). Pese a ello, no pierde las esperanzas Mundo Deportivo, quien remeda en su portada la canción del verano para dejar abiertas las puertas a Marco, ese que, de acabar viniendo, puede que hasta llegue a nacer un día en Horta de Sant Joan.

Sin embargo, nuestro corazón está hoy con Sport, cuya portada se limita a dar noticia de lo ocurrido con Verratti y, acto seguido, a devolvernos la ilusión de la cantera, porque el mundo siempre puede volver a ser rosa y esponjoso, queridos galernautas, porque el algodón de azúcar empacha que te cagas, pero quién puede resistirse a sus olores y bocados iniciales, a ese tacto pringoso que no te quitas ni con aguarrás.

Y mientras, ¿qué pasa en Mordor? Pues lo mismo de siempre, que el Madrid sigue tirando de cartera, esta vez para contratar a Ceballos tras haber presentado a Vallejo: lo que viene siendo una vergüenza nacida de las mismas entrañas de la bestia, eso que algunos ilustres han dado en llamar los hilos del palco del Bernabéu. No sabe hacer más que el mal el Real Madrid, a eso se encomienda en lugar de, por ejemplo, dar cabida en su plantilla a muchachada joven que asegure un proyecto compensando a largo plazo. Pero no. La ausencia absoluta de plan se obceca en dar palos de ciego con los Nacho, Carvajal, Isco, Casemiro, Kovacic, Asensio, y ahora Ceballos, Vallejo y Marcos Llorente. Qué pena. No hay quien mire de tan caótico que resulta todo.

Y encima Modric en la portada de Marca, ocupándola toda, sobre un risco que moja el mar de Croacia. Cuarenta millones creemos recordar que costó la broma, teniendo a tiro de piedra en aquellos años a Cazorla, a Miguel De Las Cuevas, a todo aquel que no sea el que definitivamente acabe jugando en el Madrid. Porque puede ser, querido Platón, que efectivamente todo tenga más de un significado y menos de dos, pero es que tú jamás pudiste leer la prensa deportiva española.