Plácido aleteo post-coital

Buenos días. Los escenarios de apocalipsis permanentes han sido oficialmente abatidos. El Clásico ha dejado una dulcísima resaca, un plácido aleteo post-coitum. Lo único que turba esta sonrisa leve, manifestación de una íntima y profundísima satisfacción, es el discreto temor de que el árbitro haya anulado el gol de Cristiano Ronaldo a lo largo de la noche. Acudimos a las portadas del día y, si bien ya ninguna hace referencia al resultado concreto del Clásico, deducimos por el contexto que no, que todo sigue como acabó el sábado. No era baladí la comprobación. Si un árbitro puede anular un gol porque le sale de los cojones, no vemos por qué un árbitro no va a poder anular un gol cuando le salga de los cojones.

Pero no. Mañana miraremos otra vez las portadas para hacer una nueva comprobación. Estamos todavía bajo el síndrome de ver desaparecer un gol que ya había subido al marcador que muestra la tele, porque nunca antes habíamos atestiguado cómo un realizador puede llegar a tener que intervenir para dar fe notarial de la aberración de un trencilla devolviendo un 2 a su 1 inicial. Esperamos que mañana todo siga igual y el Madrid todavía haya ganado en el Nou Camp no porque ello pueda servir para ganar la Liga, que muy probablemente no servirá, sino porque en sí mismo tiene un poder de catarsis anímica sin precedentes. Esta victoria puso el mundo cabeza abajo pero también volvió a hacerlo girar sobre sus goznes. Así, hoy giramos cabeza abajo pero lo hacemos sobre el eje adecuado, que es el que da vueltas alrededor de la Copa de Europa.

Los periódicos vienen poco interesantes, pero no llegan a enturbiar el suave anonadamiento del orgullo recuperado. La relajación post-coital es completa, y no hay mosca en forma de primera plana capaz de estropear nuestra amable cabezada. El despertador está puesto para la víspera de la vuelta a nuestra misión, a nuestro oficio, que es reverdecer los laureles de quien manda en el Viejo Continente. Con Casemiro podremos.

Marca trae a portada a Casemiro como podría, la verdad, traer a cualquiera del resto de héroes del Nou Camp. Podría traer a Keylor y su lisérgica parada a tiro de Messi. Podría traer a Carvajal y su pujanza por la banda, a Marcelo descontrolando el partido y convirtiendo al Madrid en indefendible, a Pepe haciéndonos creer de nuevo en él (creer en Pepe, pusimos en una nota que se había perdido). Podría traer a Gareth Bale desbordando, presionando, centrando, rematando, defendiendo en uno de los partidos más comprometidos que se le recuerdan (por cierto, ni una sola portada de las cuatro, ni una, mencionó ayer la kafkiana, imposible, miserable anulación de su gol). Pero trae a Casemiro y nos parece muy bien por lo significativo de la apuesta táctica que representa, por la soberbia demostración de presencia y fuerza que hace día a día (y que atestiguan sus tres fotos con una desesperada MSN) y porque (qué coño) nos encanta Casemiro desde poco después de su llegada como burla hacia la cantera de manos del pérfido Mourinho. "El nuevo Makelele", dicen por ahí. Más quisiera Makelele, decimos nosotros. Casemiro va a ser capital en el plan de Zidane para conquistar la Undécima.

Por lo demás, dice Koke que son el Atlético (OK) y que son capaces de todo (?). Lo dice como si la experiencia indicara que el Atlético lo ha ganado todo protagonizando gestas inolvidables. O acaso estamos malinterpretando a Koke y lo de "capaces de todo" tiene un subtexto distinto. Michael Douglas en "Un día de furia" era capaz de todo, y con ello no aludimos precisamente a ganar el Nobel.  Somos, de hecho, de los que escuchamos a Koke decir "Somos capaces de todo" y nos cambiamos instintivamente de acera. No queremos que el Atleti sea capaz de todo. Nos basta con que sea capaz de facturar 210 minutos de glorioso 0-0 ante el Barça para que, tras setenta y tres penaltis, su utillero marque el gol del pase a semis. O que lo haga Manolete, for that matter.

The Ouija Daily, por su parte, prefiere hacer hincapié en Cristiano y nos parece igualmente respetable, no tanto merced a las estadísticas estimables pero aburridillas con que se ilustra su importancia ni porque (aunque también) marcara el gol del triunfo (esperen, vamos a comprobar: no, el árbitro aún no lo ha anulado). La importancia de Cristiano se vio primordialmente en su intachable actitud, que le llevó a ser visto en varias ocasiones defendiendo en el área propia. El día en que veáis a Messi corriendo tras un lateral rival en el área del Barça nos lo decís, pero de momento parece que es más fácil topar con él en Panamá, donde As se esmera en hacernos ver que uno se encuentra con mucha gente, no os creáis. Trata Alfredo, llevado de su reverencial temor a la Pulga, de hacernos comprender que sí, que Messi ha podido ser visto en Panamá, pero intenta diluir el dato reseñando que por allí van también con frecuencia Platini, Pilar de Borbón, Mel Gibson, Donald Trump, Juan Carlos Onieva, una prima de Koke, un tertuliano bastante grimoso de Intereconomía y un señor que va de marrón y tiene una granja avícola en la provincia de Chiriquí. Le faltan a Relaño fotos para hacer acompañar a Messi por más gente para que se vea que tampoco vamos a ser más papistas que el Papa y darle al chico todo el protagonismo en este dodgy business. En realidad, Alfredo debería haber llenado toda la portada de fotos (en plan Quién es quién) de personas que, conocidas o anónimas, hayan cruzado en el último año la frontera panameña a través del aeropuerto de Ciudad de Panamá o del puerto de Colón, y soltado allí en medio, como una más, la foto del argentino. "Miles de personas van a diario a Panamá y algunas van allí para cosas feas", podía haber sido un más justo titular, fiando a la agudeza visual del lector la posibilidad de encontrar la foto de Messi en medio del batiburrillo de fotomatón. A ver si es que ahora va a tener que ser noticiable en Messi una cosa que le pasa a muchísima gente, oigan.

Las portadas de la prensa catalana, que entre el homenaje a Cruyff y la cercanía de la Champions no se ha dado muy por enterada de lo del sábado, os las vamos a escamotear porque hoy andamos con prisa y todavía nos resta hacer una última comprobación.

Confirmado: el gol de Cristiano, a las 8:36AM del 4 de abril de 2016, sigue valiendo.