Piqué vs Nadal

Buenos días. Aún no se han apagado los ecos de la histórica portada de ayer de Mundo Deportivo. Os lo recordamos: “Dueños del teatro”. Qué gozosa confesión por parte del entorno proculé en los prolegómenos del día en que Luis Suárez fue agredido por el balón (no era la primera vez) y Jordi Alba desató las chanzas y la indignación con el escandaloso fingimiento que la prensa inglesa calificó de “embarrassing” y los expertos han bautizado como “vahído direccionado al estómago del rival con posterior croqueta denigrante”. En ese día, precisamente en ese día, Mundo Deportivo tituló “Dueños del teatro”. Qué descarnada y por tanto plausible confesión.

La portada de Mundo Deportivo de hoy no podía ser tan antológica como la de ayer. Como dirían los propios ingleses, it was a hard act to follow. Es un poco como cuando Brian May tenía que tocar cuando el telonero había sido Gary Moore. Acojona un poco, que diría un castizo.

Sin embargo, si uno se abstiene de compararla con la de ayer, la portada de hoy de Mundo Deportivo permanece fiel al estándar de calidad habitual de la publicación. Con eso, pensamos, queda todo dicho.

Aprovechando el buen partido de Piqué en Manchester, así como el hecho de que alguien le arrojara desde la grada lo que parece ser un bombín, los de Nolla optan por titular “Sir Piqué”. La palabra Sir, en inglés, debe ser utilizada solo para quien ostente el titulo y antecediendo bien al nombre completo (nombre + apellido), bien solo al nombre de pila, como sucede en castellano con el uso de la forma Don. Es decir, debería ser, en todo caso, bien Sir Gerard Piqué, bien simplemente Sir Gerard, pero en ningún caso Sir Piqué, lo que sería como llamarle Don Piqué. Todo ello en el supuesto de que Gerard Piqué hubiera merecido en algún momento de su vida esa distinción, ya fuere por soltar gapos en la coronilla de directivos de la RFEF, ya por encararse con la guardia urbana al grito de “Usted no sabe quién soy yo”, ya por insultar a compañeros de profesión o por mofarse de aficiones rivales o por faltar al respeto al himno nacional o por. O por.

Es altamente improbable, se diría por tanto, que Gerard Piqué merezca nunca el título de Sir, siendo para ello el hecho de no ser ciudadano británico el muy menor de sus problemas. Por lo demás, si en España existiera un título protocolario equivalente al de Sir, ya sabemos de un político español que no estaría excesivamente inclinado, a priori, a concedérselo al marido de Shakira. Marca nos lo deja claro.

En efecto. En su serie de entrevistas con los principales candidatos del 28-A, Marca hace llegar su turno a Pablo Casado, quien (además de expresar su deseo de que la selección nacional juegue en territorios donde su presencia está oficiosamente vedada) apunta a las diferencias entre el propio Piqué y Rafael Nadal. Hay que reconocerle imaginación al candidato popular, porque es un “frente a frente” que jamás se nos habría ocurrido ensayar. La distinta talla humana a ambos lados del espejo hace poco menos que inimaginable la propia comparación. A quién se le ocurriría comparar a Vargas Llosa con Ricardo Bofill Jr.?

Sea como fuere, la polémica entre futbolista y candidato está servida, y podemos ya iniciar la cuenta atrás (3, 2, 1...) para la respuesta del central. Y sabéis por qué el central va a responder? Porque alguien le preguntará por ello. Tan seguros estamos de que alguien le preguntará por ello como de que, en cambio, nadie le preguntará jamás (ni a él ni a nadie del Barça) por lo que de verdad debería ser noticia, es decir, la conducta continuada de teatro y trampa de un alto porcentaje de jugadores blaugranas, de Suárez a Alba pasando por Busquets y Umtiti, los “dueños del teatro”. Por esto, en cambio, nadie le preguntará jamás a Piqué, para escarnio eterno del periodismo deportivo patrio.

Hay otras portadas, que quizá queráis ver.

Pasad un buen día.