¿Pero qué dices, Baraja?

Buenos días, amigos. Hoy, como antesala a un nuevo y fascinante parón de selecciones, el Real Madrid recibe al Valencia, cosa acerca de la cual poco más o menos debe empezar por pedir perdón. El entrenador del conjunto levantino, Baraja, por ejemplo, ha declarado que espera que la afición madridista trate con respeto a la valencianista.

¿Y por qué habría de tratarla de otro modo?, nos preguntamos curiosos. ¿Acaso Baraja proyecta sobre la afición del Real Madrid sus propios problemas de conciencia por la actitud de una parte considerable de su afición en la última visita del Madrid a Mestalla, con los conocidos incidentes racistas contra Vinicius?

¿Pero qué dices, Baraja?, cabe preguntar amigablemente al que fuera centrocampista de la selección española. ¿A cuento de qué esos temores?

La afición blanca es exquisita en su trato con quienes acuden al Bernabéu con la camiseta del rival desde que el presidente Florentino Pérez expulsó del estadio a los violentos. No hay por tanto por qué expresar temor alguno. A lo mejor lo que tiene que hacer el Valencia, precisamente, es tomar nota del modo en que el Real Madrid arrinconó, dentro de su masa social, a sus sectores más indeseables. En Mestalla, los violentos campan por sus respetos.

Así que no entendemos lo que dice Baraja, y cuando decimos “no entendemos” queremos decir que nos irrita profundamente. Como nos irrita la portada de Marca, que en su aparente buenismo reclama un comportamiento cívico así, en genérico, como si hubiera sido cosa de ambas partes (Madrid y Valencia) el haber enturbiado el clima. Eso parece deducirse de la portada marquista de hoy.

“Que sólo se hable de fútbol”, reclama Marca. Oigan, díganselo a quien proceda. Aquí, el que ha dejado el fútbol atrás ha sido quien ha acogido a xenófobos que han acosado a Vinicius, así como sus medios afines, en particular el infame Superdeporte (algunas de cuyas vomitivas portadas no hemos tenido más remedio que reseñar aquí).

Díganselo a ellos, Marca. No pretendan hacer colar la especie de que esta trifulca ha sido cosa de dos.

As se centra en lo positivo, poniendo el foco en el retorno de Bellingham tras ser reservado ante el Braga por sus ligeros problemas en el hombro. Hasta ahí bien, pero As nos desconcierta sobremanera cuando en letra pequeña reza “Vinicius y los seguidores valencianistas, bajo vigilancia”. Hoy nos va a doler la garganta de preguntar a la gente que qué dicen, pero qué culpa tendremos nosotros de que todo el mundo se haya vuelto loco. ¿Bajo vigilancia Vinicius? ¿Vigilancia de quién? ¿Vigilancia de qué? ¿De qué pretendéis hacer a Vini sospechoso, de manera directa o subliminal?

Y acabamos con la prensa cataculé, que sigue a sus cositas. En la primera plana de Sport, se dedica un recuadro de tamaño considerable a la nueva lesión de Arda Güler, que aún no ha podido debutar con los de Ancelotti. Le dedica a esto más espacio Sport que As o Marca. Los términos melodramáticos que utilizan son de mal gusto: “Sigue el calvario de Arda Güler: ahora un mes de baja”.

Si recordamos que el Madrid le levantó a Güler al Barça, cuando ya Laporta lo tenía medio anunciado, no es difícil leer en esas líneas tragicómicas un apunte de alivio. Pero Sport sería incapaz de alegrarse de la lesión de nadie, ¿verdad?

¿Verdad?

Os dejamos con la portada de Mundo Deportivo, que sois muy vuestros y querréis verla.

Pasad un buen sábado y a ganar al Valencia.