Perdón

—Ave María purísima.

—Sin pecado concebida, hijo. ¿Qué te trae por aquí otra vez?

—Padre Suances, tengo que confesarme urgentemente. Estoy en pecado grave y necesito pedir perdón.

—Más vale que no vengas otra vez con la tontería de que como madridista eres prepotente, insolidario y tienes que disculparte ante todo el mundo. Que te doy una chuleta de cuello vuelto que te espabilo.

—Esta vez es distinto, padre Suances. Mis pecados tienen nombre y apellidos. Muchos.

—A ver, desembucha. Pero sin tonterías.

—En primer lugar, pido perdón por Courtois. Que si ganamos los partidos es gracias a que él es muy bueno, pero que eso no vale, porque lo que significa es que nos llegan mucho los rivales y merecen ganar, pero Thibaut interviene, parando los disparos, lo que falsea el resultado y es una injusticia. No como cuando es Oblak el que hace alguna parada, que es porque su equipo se construye desde abajo, con una portería bien guardada.

—Pues sí que empiezas bien…

—También me arrepiento de lo de Militao y Alaba. Que no es justo que recién llegados tengan esa compenetración, y que los buenos son Ramos y Varane (a los que hemos echado sin ningún señorío) y es triste que estos dos advenedizos los releguen. Además, que uno es Limitao y el otro fue un robo, que vino gratis.

—Vaya, vaya, te estás despeñando por el abismo de tu idiotez…

—Y me acuso del misterio de la santísima trinidad.

—Cuidado, no blasfemes, hijo.

—Quiero decir que Casemiro, Modric y Kroos (la santísima trinidad) no pueden seguir jugando así, año tras año, que Modric es un viejo, Casemiro un leñero y Kroos un funcionario. Que no es posible que se impongan a centrocampistas mucho mejores, como Koke, Rakitic, Busquets, Riqui, Pedri, Muniain, y otros cien que no nombro. Y es un misterio insondable cómo consiguen superarlos.

—A la santísima CMK no me la toques, que te excomulgo. Pero sigue.

—También pido perdón por Vinícius, que no sabe jugar al fútbol, sólo correr como una cabra loca, ni rematar, ni centrar, que tiene los tobillos descoyuntados, pero está metiendo goles como si fuese Ronaldo o incluso Messi o el mismísimo Ansu Fati, y eso no está bien. Y por Benzema, que no puede ser que vaya el primero en lo del Pichichi, cuando sólo tiene intangibles, que el que se encargaba de marcar era Cristiano.

—¿Has terminado ya?

—Casi. También tengo que pedir la absolución por lo de Ancelotti, que es un entrenador prejubilado, que no entiende el fútbol actual, y va a quemar a los futbolistas, pero sigue ganando una y otra vez, contra toda ética deportiva, y sin jugar a nada; que no hay derecho a que venza a unos mitos como Chavi Hernández y Simeone, que si es el mejor pagado será por algo, digo yo. Y también por Florentino, que está arruinando al club construyendo una lata de sardinas, y va a fichar a Mbappé y a Haaland, y no hay dinero (por lo menos, no lo hay en la caja del Barcelona, así que imagínese cómo estaremos nosotros). En resumen, que pido perdón por ganar, porque no tenemos derecho, que ni tenemos estilo definido, ni ADN, ni somos del pueblo. ¡Ah, que se me olvidaba! también tengo que pedir perdón a Monchi por los penaltis que vemos y no son; y a su prima. Y ya paro, que no sé si hay disculpa para tanto pecado.

- Hijo, tú lo que no tienes es remedio, porque te sigues tragando sin cuestionar toda la porquería que te sirve el enemigo, ése que anida en los medios de intoxicación. Tus pecados no son tales, sino escrúpulos de conciencia causados por las malas compañías que frecuentas y por las que te dejas influir. Ganas me dan de negarte la absolución por tu estupidez cósmica, pero como esa tara no está en la lista de causas que inhabilitan para el perdón de la santa madre iglesia, no me queda más remedio que concedértelo así que arrodíllate e inclina la cabeza.

Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti.

—La penitencia, padre, no se le olvide imponerme la penitencia.

—Bastante penitencia es aguantarte a ti mismo a diario, con la tontería que llevas a cuestas. Pero para que se cumpla la normativa, reza tres veces el himno del Real Madrid, apártate de la prensa escrita y de los programas deportivos de la radio y lee a diario lagalerna.com, a ver si así te vamos llevando al buen camino. Y si no, que Dios se apiade de tu alma.

Fotografías Imago.