Quién le iba a decir a Pep Guardiola el día que juntó los conceptos colonia y orín, o aquel que denominó “atletas” a las estrellas madridistas que, una década y pico más tarde, su once inicial estaría repleto de atletas, centrales y gigantes noruegos. En sus manos, Pedri, Gavi, Fermín y compañía amanecerían con un lindo lacito. El pequeño Foden se siente amenazado, los bajitos ya no son el tipo de Pep.
Y es que el gran secreto de “el gurú de Sampedor” es que leía el manual mourinhista debajo del edredón todas las noches, con una linternita y sin hacer ruido, para no despertar a nadie en La Masía. La estrella antimourinhista por excelencia se ha ido dando cuenta con los años de que, para ganar en Europa, hay que cubrir de cemento la plantilla. Sin atletas no hay paraíso. El de Setúbal era un adelantado a su tiempo, su problema ha sido que, cuando sus discípulos han absorbido sus conceptos, se ha ido quedando rezagado. Es lo que le ocurre a todos los grandes maestros.
El gran secreto de “el gurú de Sampedor” es que leía el manual mourinhista debajo del edredón todas las noches, con una linternita y sin hacer ruido, para no despertar a nadie en La Masía
Guardiola es uno de los grandes entrenadores de los últimos veinte años pero hay que ponerle enfrente del espejo de la hipocresía. En él puede observar a un equipo inglés repleto de atletas cuya gran arma es surtir de centros a un gigante noruego. ¿Qué diría el Guardiola de 2010 sobre el Manchester City de 2024?
Y después de la pullita pasamos al análisis de un equipo más débil que hace un año pero que sigue siendo el más difícil de batir de Europa.
3 o 4 centrales y un doble pivote
Me llamó la atención el otro día en el Arsenal-City, que Guardiola y su alumno aventajado Arteta salieron al campo con 7 centrales y 4 pivotes entre los dos. Pese a los gozos de los “Panenkalovers”, fue un partido que, ese Guardiola de 2010, habría calificado de antifútbol. Yo lo calificaría de espeso y rígido, con interesantes propuestas tácticas de las que Mourinho estaría orgulloso. Mucho juego posicional y un tiro a puerta de los de Manchester.
La estrella antimourinhista por excelencia se ha ido dando cuenta con los años de que, para ganar en Europa, hay que cubrir de cemento la plantilla. Sin atletas no hay paraíso
La primera Champions que llegó a las vitrinas del Etihad Stadium se forjó con onces repletos de centrales, tres en la defensa y uno, Stones, flotando entre el doble pivote y la defensa. El lateral izquierdo se extinguió. Este año, más de lo mismo pero con juego más directo y con más centros laterales. Sabiendo que el Real Madrid sufre con los centros, más sin Militao, me espero un bombardeo desde las bandas. No esperemos un juego lento de pases cortos y de banda a banda.
¿Kevin de Bruyne, delantero centro?
Kevin De Bruyne juega al “Mentiroso”, se pega al segundo central y actúa de falso nueve cerca de Haaland. Esta maniobra es una adaptación a medida para el noruego, ya que el año pasado fue fácilmente desactivable por los centrales en todas las eliminatorias de Champions. De Bruyne miente al central, lo distrae y baja a recibir o rompe en diagonal, mientras Haaland aprovecha el espacio.
Ancelotti deberá incrustar al mediocentro defensivo entre centrales cuando sus extremos tengan el balón, sobre todo si juega Julián Álvarez. Cargan el área muy rápidamente. Al estilo del Atlético de Madrid, que nos ganó en la primera vuelta de la Liga.
Diamante perdido
Aunque sigue siendo un superequipo, poco se está hablando del gran cambio del City respecto al año pasado: İlkay Gündoğan. Muchos creíamos que el alemán ya estaba de retirada, unos añitos en el único equipo que tira contratos a los jugadores treintañeros como si estuvieran en su prime, y a Arabia. Pues estábamos equivocados. İlkay es un líder, un jerarca hipercompetitivo y está marcando la diferencia en Barcelona. Diferencia que ya no marca en Manchester.
En la eliminatoria del año pasado me tenía en vilo. El objetivo de Guardiola era que todos mirásemos a Haaland, De Bruyne o Bernardo Silva, mientras Gündoğan te destruía entre líneas, a veces de pivote, otras de interior y, las peores, de mediapunta. Para mí, fue la gran diferencia: nosotros teníamos a un jugador en retirada, Karim Benzema, mientras ellos tenían a otro que todavía no tenía pensado irse a Arabia.
poco se está hablando del gran cambio del City respecto al año pasado: İlkay Gündoğan. Sin su inteligencia táctica el equipo inglés sorprende menos, tiene menos automatismos
El City es mucho más predecible ahora, pese al paso adelante de Foden. Durante la larga baja de De Bruyne al equipo le han temblado las piernas, carente de juego entre líneas y movilidad. No consiguieron ganar a ninguno de los de arriba de la Premier. Con el belga es otra cosa, es uno de los mejores jugadores de la última década y se nota, pero falta İlkay Gündoğan. Sin su inteligencia táctica el equipo inglés sorprende menos, tiene menos automatismos.
Un Rodrigo histórico
Sin Gündoğan, Rodrigo se ha convertido en el absoluto pilar de este equipo. Es el único que no rota y la única baja que sembraría el caos en la pizarra inglesa. Es inquebrantable dominador del juego. Su gran físico y su capacidad de lectura del mejor movimiento para cada jugada, junto con su novedosa capacidad llegadora, le hacen el mejor mediocentro organizador del mundo.
Pero, reflexionando sobre este aspecto, el esfuerzo del equipo de Ancelotti debe ir a bloquear al jugador español. Este año el Madrid tiene el suficiente físico y tiene a Bellingham, y debe generar el cortocircuito Rodrigo-Bernardo Silva que no consiguió crear con el Rodrigo-Gündoğan el año pasado.
¿Y Haaland?
Erling estará al acecho y, si detecta debilidad en la defensa blanca, hará daño. Pero el noruego sigue sin estar cómodo en este City, pese a los números. Echa de menos los espacios, las cabalgadas. El sistema ajustado al milímetro de Guardiola, donde no se permite el caos, le ata y le aburre. Pese a la medida de poner a De Bruyne a su lado y distraer, se sigue percibiendo su asfixia.
El mayor problema lo tenemos en el banquillo contrario, un Guardiola mourinhizado con un equipo físico y rocoso. Qué orgulloso estaría don José
Huirá de Rüdiger, que le tiene cogida la medida. Y buscará la debilidad de Nacho o Tchouaméni. Mi apuesta es que en el Bernabéu saldrá Tchouaméni, pero ya sabemos que Ancelotti suele tirar más de la experiencia y de centrales pesimistas.
El favorito
El equipo más fiable de Europa es el inglés, pero este año confío mucho en las posibilidades del equipo blanco. Debe aprovechar el descanso previo al partido de ida para atacar y atacar a los ingleses, y no dejarle vivo para la vuelta. Este año tenemos más hambre que ellos, tenemos al mejor centrocampista ofensivo del mundo —mejor jugador del mundo para el que escribe— y nuestros mejores jugadores llegan en un buen estado de forma. La plantilla es más amplia y el plan B más atractivo. Nos faltan Courtois y Militao pero sus suplentes han cumplido.
El mayor problema lo tenemos en el banquillo contrario, un Guardiola mourinhizado con un equipo físico y rocoso. Qué orgulloso estaría don José.
Getty Images.
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