Pasando olímpicamente

Buenos días. A apenas unas horas de la ceremonia inaugural del acontecimiento deportivo por excelencia del planeta Tierra es lógico, comprensible y absolutamente normal que nuestros ínclitos portanalizados dediquen sus primeras planas en su totalidad a tan magno evento. Lo vemos con total clarividencia en las portadas de la meseta, no así en las del rinconcito, donde podría decirse que pasan olímpicamente del asunto, siempre y cuando no haya culés en escena o no se demuestre la sorpresiva aparición de un tatarabuelo de Usain Bolt que resultó ser de Casteldefels. Si no es Barcelona 92 les cuesta pasar por el aro, olímpico, por supuesto.

A las pruebas nos remitimos. No hay más que ver el despliegue de Marca con su logo envuelto en olímpicos símbolos, e incluso el de As, donde el espíritu del Barón Pierre de Coubertin no impide la habitual ración de maledicencia madridista de los seleccionados por Relaño. "Florentino le dobla el sueldo a Zidane", titula Daily Ouija en pleno fervor olímpico ante la atónita mirada del Cristo de Corcovado. Titulando como titula Relaño, uno dibuja en su imaginación a un Zidane pedigüeño en el despacho oval de la Casa Blana y a un Florentino dadivoso y mimador que concede todo capricho a su divino calvo. Sensación trasladada a pipero lector: misión cumplida. No anunciará la Ouija entre titulares que el club premia la Undécima con un aumento de sueldo de Zizou, al que equipara en salario con Benítez, aquel entrenador que fue defenestrado por todo plumilla desde el día que aterrizó en Madrid procedente de la pérfida Albión.

Afortunadamente, hoy Alfredo se desquita desde su púlpito con los Juegos cariocas y nos concede un día de tregua en sus sermones diarios para los que su autor no acepta comentarios. Quizás Relaño teme a Comunero.

Sea como fuere, y más allá de la ponzoñosa picazón diaria del As de los mosquitos, hoy todos los focos de nuestra atención han de dirigirse a la prensa deportiva de Barcelona. Si los propios ciudadanos de Atlanta en 1996 no tenían ni idea de lo que se cocía deportivamente en la capital de la Coca-Cola, a tenor de sus portadas podría decirse también que los habitantes de la Ciudad Condal tampoco tienen conocimiento de Juego Olímpico alguno en tierras brasileiras. Alguna pincelada nos ofrecen, pero es más bien brocha gorda. No esperen trazos de Monet; Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, se ajustará mejor a sus expectativas.

Sí, es cierto, en el Mundo Sportivo algo se ríen de Janeiro pero son siempre carcajadas color azulgrana, por mucho que inserten encartes olímpicos y sitúen el logo de los Juegos dentro de las letras gordas de sus cabeceras. Fíjense, por ejemplo, en la desfachatez de Sport a la hora de colocar al bueno de Denis Suárez copando primera plana en la víspera olímpica para anunciar que llevará el dorsal 6 a la espalda. Ni que fuera Damien, aquel niño cuyo papá, Gregory Peck, quiso apuñalar por tratarse del mismo diablo.

Para Neymar en este sentido no hay profecías que valgan. Protagonista estelar de la portada de Mundo Deportivo, el futbolista más caro de todos los tiempos es incapaz de liderar a la canarinha en su propio país en un torneo olímpico. Brasil empató en su debut ante Sudáfrica y el diario de Godó, Grande de España, anuncia que la de Neymar anoche fue magia sin gol, que viene a ser como una chistera sin conejo o un culé sin un juzgado.

Por cierto, que Ter Stegen envía un mensaje.

Es noticia.

Podría haber mandado un WhatsApp.

Al menos el rotativo argentino Olé anuncia el regreso de Messi a la selección. Que se cuiden y no les envíen al replicante ese estilo Blade Runner que ha usurpado su identidad y suplantado en el Barcelona.

Leo, aunque veas a Pepe y CR7 alzar Eurocopas, ya sabes que lo importante es participar.

Que para algo estamos en antesala de Olimpiadas.