El parón, qué bajón

El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy

Un apretón inesperado en una gasolinera mugrienta de la Comarcal 3 camino a Bollullos del Condado y descubrir aterrado que no hay papel higiénico. Una mañana soleada en la playa con sombrilla, tumbona, termo, neverita, tupper de tortilla y suegra a l´ast que deriva súbitamente en cine de catástrofes merced a una inesperada galerna del Cantábrico. Una llamada ineludible del petardo de tu jefe que tiene la perentoria necesidad de comentar contigo su última sandez en el preciso momento en el que te sirven el steak tartare en la mejor terraza de París.

Y podría ser peor, pero que no queremos adentrarnos en los extremos funestos de electrocutarse al cambiar una bombilla, suicidarse sin mirar la Primitiva o ahogarse en la piscina de un barco que cantaba Def con Dos en “Pánico a una muerte ridícula”.

Es 4 de septiembre de 2021 y es lo que hay, amigos galernautas.

Nada más y nada menos que un parón de selecciones, el gatillazo del hincha, el coitus interruptus del forofo, una puta mierda, no sé si me explico.

Menos mal que el bueno de Miralem ha venido a animar un poco el cotarro con unas bellas palabras para Q-Man, el defensor de la Justicia y la Verdad, que no para de amasar amigos a uno y otro lado de las riberas del Turia. En el club de los Valors nos vuelven a deleitar una vez más con una nueva clase de señorío del que tanto les gusta pontificar. Aun así, bien haría el volcánico balcánico en no quejarse tanto. Al menos él no fue abandonado en plena pandemia en un aeropuerto turco.

Resulta cuanto menos curioso como los cuatro ínclitos jinetes diarios del apocalipsis deportivos patrio se agarran al affaire Pjanic para rellenar sus primeras plantas teniendo todo un España-Georgia, mañana domingo de pipiripingo, un encuentro a todas luces decisivo para llegar al Mundial de la poca Qatardura moral. Toda la prensa deportiva enamorada de la moda juvenil del modisto Luis Enrique y Marca se nos descuelga con nuestros paralímpicos de oro en Tokio que, dicho sea de paso, merecerían más de una portada al año.

Otra artimaña de dudoso estilo es buscar cobijo en uno de los lugares comunes de esta summeriana de frenopático 2021. Es decir, el viejo truco. Como aquel compadre que proclama que ha dejado de fumar, pero en realidad lo que ha dejado es de comprar tabaco para que tú acabes por financiar sus cilindrines. Aún no hemos digerido el empacho Mbappé y nuestros médiums de la Ouija ya nos anticipan otra bronca catarí que te vi por cierto nibelungo noruego y un señor que pasó de colocar pepperonis a cobrar comisiones. Qué jequeca, señores.

Al menos AS sí tuvo los reflejos de colocar en portada la gesta del imberbe Carlos Alcaraz en el US Open ante Stefanos Tsitsipas esta madrugada. Otros debían estar en brazos de Morfeo o preparando a la mona para dormirla mañana, léase hoy.

Tampoco andan mejor las cosas por allí arriba a la derecha, que diría Sant Pep Guardiola de Santpedor, porque si Marca se agazapa bajo los Juegos Paralímpicos y As vuelve a tirar de noruegos y jeques, el periodismo sportivo regresa donde siempre.

A sus delirios.

Ahora la iluçió es la renovaçió de tipos como Ansu Fati y Ousmane “Vendelé”, que al parecer ha encontrado un hueco entre partidita y partidita de FIFA para cambiarse el dorsal con Griezmann, ya saben, el negocio del siglo a estudiar en todas las escuelas de economía del Viejo y el Nuevo Mundo.

Y entre ellos, en modo liliputiense, aparece Pedri, el Antman culé, la gran esperanza, no sólo del Barça, sino de La Roja, del fútbol mundial, de la Aurora y de la Bernarda.

Que os quede claro a todos que si mañana palmamos ante Georgia será por dos motivos inequívocos e incontestables:

• No estuvo Pedri
• El Real Madrid

El orden de factores no altera el producto.

El que está como Paco con las rebajas es Laporta. Claro que por allí, cual Robespierre vendiendo baratijas en un mercadillo de Barcelona, lo que amenaza con bancarrota se vende como revolución. Lo más divertido de todo esto es lo que colocar a Messi como “víctima ilustre” de la revolucionaria guillotina de Joan Kennedy Laporta.

Aquí, con permiso de Padrón Alvárez de Mon, nuestro Señor, nada nos falta, la única “víctima ilustre” del Caso Messi ha sido el periodismo deportivo.

Lo de ilustre lo podríamos hasta discutir

¡Feliz sábado, amigos galernautas!