¿Para qué sirve el Castilla?

¿Para qué sirve el Castilla? Si esta pregunta nos la hubiéramos hecho hace unos años, la respuesta casi, sin duda alguna, hubiera sido: Para surtir de jugadores al primer equipo y proporcionar futbolistas en momentos determinados en los que el plantel ‘de los mayores’ acusaba bajas por lesiones o sanciones. Esa era la función no en la prehistoria futbolística, sino hace tan sólo unos años. El ‘puente’ entre el Real Madrid y el Castilla era mucho más transitable. El Castilla funcionaba como una especia de Real Madrid B del que el entrenador del primer equipo podía tirar en cualquier momento para completar alineaciones o listas de convocados.

Ahora bien, si la pregunta de ¿para qué sirve el Castilla? nos la planteasen ahora mismo, la respuesta sería mucho más compleja. No es fácil responder a esa aparentemente sencilla cuestión.

Desde luego, la función del Castilla ya no es la de completar convocatorias y onces en momentos de apuro del primer equipo. Esta misma temporada, Zidane ha tenido dificultades con lesiones en puestos específicos como es el caso del lateral izquierdo. Las lesiones de Mendy y Marcelo obligaron a Zidane a improvisar primero con Nacho y tras caer éste también lesionado, con Carvajal, un lateral derecho puro. La apuesta por ‘tirar’ con el lateral zurdo del Castilla no estaba sobre la mesa. Un claro síntoma de falta de confianza del entrenador del primer equipo en el potencial de los jugadores del Castilla… o de que la función del filial ya no es esa.

Quizá, la ‘culpa’ de esta situación está en el propio filial. El Castilla vegeta desde hace ya varias temporadas en la Segunda División B. Una categoría muy dura y competitiva pero demasiado alejada del nivel de Primera División. El salto entre esta división de Bronce y Primera, y más en un club de las exigencias del Madrid, es sideral. Muy lejos quedan las temporadas de un filial competitivo, anclado en la parte alta de la Segunda División o incluso ganando el título como en la temporada 83-84. En aquel equipo, entrenado por Amancio, figuraban jugadores como Ochotorena, Butragueño, Cholo, Pardeza, Martín Vázquez o Sanchis. Todos ellos debutaron con el primer equipo y otros como Mel, Pérez Durán o Martín González que hicieron carrera en Primera División. Con un filial de ese nivel, es más sencillo, si el entrenador tiene sensibilidad con la cantera, dar oportunidades con garantías de no estrellarse. Ese no es el caso actual.

Y entonces, ¿para qué sirve el Castilla? Hoy por hoy, el Castilla se ha convertido en una especie de plataforma de fichajes a medio y largo plazo. El Club estudia el mercado en busca de oportunidades de futbolistas con progresión y mucho futuro. Sobre el papel, se trata de jugadores con capacidad de llegar a jugar en algún día no muy lejano en el primer equipo y cuya contratación, tal como está el mercado actual, sería mucho más costosa en el caso de que el futbolista en cuestión confirme en su club de origen o en otro equipo las esperanzas puestas en él. Se trata por tanto de una inversión que puede salir o no salir bien. En ese nuevo formato han llegado jugadores como Casemiro, Vinicius, Odegaard, Valverde o Rodrygo. No son futbolistas de cantera en el sentido literal de la palabra, pero todos ellos han jugado en el Castilla y surten al primer equipo. El resultado es el mismo que en el pasado: el Castilla tiene la misión de nutrir al Real Madrid de jugadores, pero el camino para llegar hasta ese punto final ha variado completamente.

¿Mejor o peor? Depende del grado de romanticismo que tenga cada uno.