Nací en 1970. Eso significa que tenía 28 años cuando Pedja Mijatovic recogió el rebote en un defensa de aquel tiro de Roberto Carlos y lo depositó primorosamente en la red de la Juve.
28 años son muchos años cuando anhelas algo que se te antoja improbable. El hecho de que el Real Madrid hubiera ganado nada menos que 6 Copas de Europa antes de mi venida al mundo no aportaba, objetivamente, ningún argumento en favor de que alguna vez volviera a hacerlo. Hacía décadas que no quedaba en la plantilla ni un solo jugador de aquellos (ni siquiera el perenne Gento, el único protagonista de TODAS esas gestas), por lo que el Madrid tenia las mismas posibilidades de volver a ganarla que cualquier otro club. La experiencia histórica no contaba. Era un poco, a efectos prácticos, como si todas aquellas glorias las hubiera protagonizado otro equipo. En nada ayudaba que el escudo fuera el mismo, por mucho que el escudo cargara con la responsabilidad y hasta la urgencia histórica. En nada ayudaba el haber estado cerca con anterioridad.
Así, un minuto antes de que Mijatovic marcara (acaso) el gol más importante de la Historia del Madrid, yo era un joven de 28 que se preguntaba si algún día vería al Madrid ganar una Copa de Europa. De hecho, me lo seguí preguntando con angustia desde el gol del montenegrino hasta el mismísimo final del partido. Cuando este llegó, dejé oficialmente de ser un joven de 28 que se preguntaba si moriría sin haber visto ninguna Copa de Europa del Madrid.
Cuento todo esto para tratar de explicar mi adscripción al llamado madridismo happy. El 20 de mayo de 1998 no conseguí todo lo que esperaba de la vida, pero sí conseguí más de lo que esperaba del Real Madrid, mi equipo. En ese momento de satisfacción plena quedaron de inmediato amortizados 28 años de frustración. No hay utopía más allá de la utopía porque la utopía es como el infinito: un valor absoluto. De suerte que en ese momento ni me planteaba que el Madrid pudiera ganar MÁS Copas de Europa. Todo lo que el Madrid consiguiera del 20 de mayo de 1998 en adelante sería un bonus, simplemente.
Menudo bonus. Si a ese joven de 28 años le hubieras dicho que no solamente vería al Madrid ganar una Copa de Europa, sino que sería testigo de tantas Copas de Europa como número de Copas de Europa se había perdido (6 y 6, respectivamente), te habría recomendado el consumo de sustancias estupefacientes menos lesivas para el sistema cognitivo.
Por eso, aunque entiendo que Quillo Barrios reaccione contra los madridistas happy que reparten carnets de madridismo, y les espete eso de “No soy menos madridista que tú” por tener un marcado sentido crítico hacia el equipo, no puedo evitar que en este conflicto de Quillo (y de otros como Quillo) con dicha facción happy encuentre yo una falla generacional evidente. Quillo (y otros como Quillo) eran niños cuando Mijatovic recogió aquel rechace para ponerlo con amor en la red de la Juve. Para ellos, pues, todo lo que siguió a la Séptima (a saber y de momento: la Octava, la Novena, la Décima, la Undécima y la Duodécima) no fue ningún bonus, sino la simple consecución de una agenda marcada desde el principio de los tiempos. Entiendo por tanto a Quillo y a otros como Quillo, aunque desde luego desapruebe la falta de perspectiva, el histerismo y la mala educación en que suele desembocar cuando llega a Twitter gente perteneciente a esa facción (no me refiero a Quillo) y vuelca todas sus inquinas contra jugadores a los que supuestamente adoran.
En cuanto a mí, y ya he explicado por qué, ¿qué otra cosa puedo ser sino un madridista happy? Después de la Séptima, el Madrid me ha colmado de bonus con tal prodigalidad que no podíais esperar de mí una actitud presta al mandoble y el desahogo. He recibido tantas y tan generosas dádivas inesperadas que, inevitablemente, ante un mal partido tiendo al sosiego y la esperanza de enmienda antes que a la leña con el árbol caído (es mi árbol; es mi leña cuando otros la despiezan). No es que no me desespere y no suelte algún improperio durante el juego cuando las cosas van mal, en eso soy como cualquiera o más que cualquiera. Pero me presento en Twitter, o en La Galerna, o en el plató de televisión, con las putamadreadas ya soltadas en la intimidad. Cuando el Madrid pierde, procuro asegurarme de haber desatado mi ira antes de salir de casa. El equipo que me ha hecho feliz con semejante exceso no merece menos, me parece. Y criticaré lo que crea conveniente criticar en el entendido de que los que de verdad manejan el asunto suelen estar más cualificados que yo, lo que me impone una política de prudencia.
2017 ha sido un cuádruple bonus sobre el bonus de la Duodécima. Hemos ganado la Liga enfrentándonos al entramado de corruptelas de Villar, y hemos engalanado dicho doblete con dos Supercopas y un Mundial de clubes. El año ha acabado mal, pero disculpadme si en el último día del mismo tengo mucho más presente el mejor recorrido anual de la Historia blanca que la preocupante situación en la temporada. Perdonadme los que estáis siempre de puntillas, tal vez pensando que si vosotros lo estáis también lo estarán los jugadores (es conmovedora esa ingenuidad juvenil, y lo digo sin la menor ironía). Por mi parte, me voy a sentar tranquilamente, autoindulgentemente, en el sillón de los recuerdos, y voy a mirar atrás (no tengo que remontarme muy lejos) para dedicarme en relajados cuerpo y alma a sentir gratitud. Desearé también que 2018 traiga nuevos regalos en forma de bonus, y que si se presentan yo nunca pierda de vista que lo son.
A mi me pasa como a ti Jesús. Yo soy del 76, y en el 98 llegué al éxtasis de algo que pensé que no vería. Ahora, 19 años después lo he visto otras 5 veces. Lo que no vi en 22 años lo he visto 6 en 19...la gente se aostumbra a lo bueno y pierde la perspectiva.
Hay madridistas que me dicen que no me oyen decir nada malo del Madrid y sus jugadores. No es eso: el pasado 23 de diciembre dije de todo durante el partido. Pero suelo analizar después en frío, y aunque reconozco cuando el equipo está mal, no soy capaz de cargar contra quienes me han hecho tan feliz tantas veces y la última no hace tanto.
Tampoco vivo del pasado, como dicen otros: pero doy por hecho que los jugadores, el entrenador, directiva, etc., tratan de hacerlo siempre lo mejor posible, y que tienen las mismas ganas de ganar (seguro que más) que yo. No admito los que van a silbar jugadores de mi equipo al Bernabéu. Yo prefiero aplaudir y animar a ver si ganan. Jamás he visto a ningún jugador mejorar en un partido al ser silbado.
Y jamás pierdo de vista que esto es un juego, y todas las variables. Este año, al margen de todo, creo que hemos tenido mala suerte de cara al gol, marrando excesivas ocasiones (no sólo Karim) y cuando tenemos mal día sabemos que no tenemos la red del Barça (verdad Arminio), y no lloro y culpo a los arbitros: pero sé que no es lo mismo que en un día malo el del silbato ayude, a que encima te hunda.
No veo al equipo tan bien como quiero, pero tampoco tan mal como dicen. Las notas en junio...pero ni con 0 títulos me enfadaré. Lo criticaré , pero enafadarme? 5 minutos nada más.
Buenas tardes y Feliz Año Nuevo. Excelente Artículo y mis felicitaciones a usted y a todos en La Galerna, sitio que leo desde hace un par de años. Definitivamente un oasis para el Madridismo.
De igual manera, no me hubiera imaginado en 1998 que el Real Madrid en menos de 20 años igualaría el número de copas de Europa ganadas en la época de DiStéfano y Gento; es todo un éxito. En ese mismo período de tiempo (1998-2017), ningún club ha logrado tantas Copas de Europa o UCL (6). De 1956 a 1998, ningún otro club tenía tantas Copas de Europa como el Real Madrid (6) Por todas estas razones y múltiples más, el Real Madrid es el Rey de Europa y el Rey de Clubes de Fútbol.
Saludos,
Yo creo que tienes toda la razón, Jesús, pero quizá solo porque compartimos generación (siendo un poco generoso conmigo mismo). No sé si somos "happy" o no, pero hemos tenido esa suerte que tú describes de contraer el madridismo en el momento justo: no tan pronto como para tener que atravesar el desierto y morir como Abraham, sin ver la Tierra Prometida (o sin conocer lo extensa que era), ni tan tarde como para creer que las Copas de Europa, o hasta las Ligas, se levantan todos los días con solo ponerte serio y ganarte el sueldo. Con los madridistas ancianos normalmente da gusto hablar, la experiencia y la pastilla para la tensión les dan el punto exacto de lucidez. En cambio, entre los que han acuñado eso del "happy" abundan los malcriados, no solo en el triunfo sino en todo lo demás. Véase el grueso de los comentarios al artículo de Quillo Barrios: me pregunto si les enseñaron que el famoso "espíritu crítico" solo puede ejercerse desde la duda; de lo contrario, tiene un nombre bastante más feo.
Un abrazo, y otro año de gratitud a ti también por La Galerna.
Yo, que soy levemente más mayor que tú, Jesús, te entiendo perfectamente. Y suscribo cada frase de este escrito.
Hay quien no ha vivido la derrota con el Liverpool aquel día en que García Cortés y Agustín se pusieron de acuerdo para hacernos esperar unos años más, y por eso no puede entender la fascinación cuando Mijatovic marcó aquel gol y Sanchís (otro que se iba a jubilar sin ganarla, decían) levantó por fin aquella Copa de Europa.
Para qué hablar de aquellos minutos en París, en que Redondo desplegaba el mapa de operaciones, McManaman la caja de los.compases, y el Madrid de la defensa de cinco, del criticado Anelka, del vapuleado Iván Campo, dominaba -no sólo ganaba- otra final.
Para qué hablar de la volea de Zidane. De la pillería de Raúl en aquel saque de banda de Roberto Carlos. De las paradas desesperadas del luego crucificado Casillas. De aquel nuevo día de felicidad.
Para llegar hasta ahí hubo que ganar y perder mucho, sufrir aún más, pero casi siempre lejos de ese lugar reservado para el mejor equipo de Europa. Aquel año del PSV, aquella debacle en Milán, aquellos partidos en el Parque de los Príncipes. Hasta el Odense. El Odense, joder.
Por eso, yo veo que hemos ganado tres de las cuatro últimas y me digo lo mismo.
Quién me lo iba a decir a mí...
Que ganaríamos Liga y Champions la misma temporada. Y las Supercopas. Y el Mundial de Clubes...
Enhorabuena por el artículo. Y feliz año 2018, recuerden que esta noche, con cada campanada contamos una Copa de Europa. Somos los únicos en el mundo que pueden ¿Cómo no ser happy?
Salud!
Identificación completa con el artículo. Yo doy todos los días las gracias por ser de este equipo, no solo por la alegría de tantas victorias, sino también por la forma en que consigue muchas de ellas, y por los frecuentes ejemplos de buen comportamiento.
Totalmente de acuerdo,fantastico articulo escrito en el momento oportuno.
Saludos a todos y feliz AÑO NUEVO.
HALA MADRID!!
Me declaro madridista happy, Con el agravante de que aunque perdamos una liga, aunque el eterno rival nos de un repaso de órdago, tardo poco en recuperar mi compostura y reflexionar que, al fin y al cabo, siempre vendrán tiempos mejores.
Que maravilla de articulo, para un socio 7.??? nacido en Febrero del año que se inauguró nuestro estadio, se pueden imaginar como me identifico plenamente con ello.
En estos tiempos (que no son malos) como en aquellos otros que fueron peores, yo sustituyo en mi chaqueta el pin de Nuestro Club por una gran insignia de chapa que en su dia lleve atornillada a mi Seat127, y con mas orgullo que nunca, que pena que no se comercialicen y tras una derrota insignia mas grande.
FELIZ AÑO NUEVO A TODO EL MADRIDISMO.
Pues imaginate yo que nací antes de la inauguración , soy el socio 11^^ , y que vivi la epoca de oro y posteriormente los tiempos más difíciles. Y siempre he estado orgulloso de este equipo porque siempre ha cumplido con lo unico que se les puede exigir, COMPETIR; los éxitos o las derrotas dependen, en muchas ocasiones, de factores que no se pueden controlar. Y la historia demuestra que ese espíritu que identifica a nuestro Club es , a la larga , garantia de exitos. Cuantos equipos en la historia, que han sido punteros en algún momento, vegetan actualmente sin pena ni gloria mientras que muy pocos, y nosotros a la cabeza,permanecen en lo más alto . ¡ HALA MADRID! y Feliz año
Muy de acuerdo con este comentario.
De hecho, cuando, en la Liga pasada, perdimos el partido del Bernabéu contra el Barcelona por embarcarnos en un asalto suicida buscando la victoria con 10 jugadores, mi sensación fue que, aún perdiendo tres puntos, habíamos ganado el futuro, muriendo como sólo puede hacerlo el Madrid, y así se lo expliqué a mi hijo en el campo. Y entendió perfectamente cuál es el valor de su equipo.
Salud.
Existen niños que nunca han visto un penalty de Mascherano con el Barcelona.
Genial artículo, y me siento muy identificado. No obstante, tú y yo hemos vivido dos refrescantes copas de la UEFA que tenían infinitamente más nivel que la actual Europa League.
Pues yo soy mayor que tú, Jesús, y estoy más cerca de Quillo que de ti pese a haber vivido la sequía entre la sexta y la séptima y saber bien lo que son las vacas flacas en champions. Vaya por delante que para mí el momento más feliz como madridista fue la consecución de la séptima. Dicho esto, tras ese momento nunca pensé que ya me podía morir feliz y tanto me daba que el Madrid no volviera a ganar otra copa de Europa en otros 32 años o nunca más.
El ser happy o agonías o sufridor, como nos queráis llamar a los que no vivimos en esa permanente arcadia feliz del madridista, no tiene nada que ver con la edad y sí con el carácter. Conozco madridistas jóvenes muy happys y gente de edad que no podemos evitar enfadarnos cuando no nos gusta lo que vemos. No sé si es un sentido crítico o qué. Tampoco me olvido de lo ganado. Lo primero que hice tras perder por goleada en el Bernabéu en el último clásico fue escribir un tuit para dar las gracias a esta plantilla por el año que nos habían dado y el orgullo que sentía por ellos, aunque no entendía que les pasó en ese 2º tiempo, ni porqué salieron cómo salieron. No les di palos, pero sí pensé que la liga no la habían perdido o casi perdido ese día. Entendía que no nos habíamos reforzado bien y que algunos no estaban dando la talla y merecían banquillo y me mosqueó mucho oír a Marcelo decir que nos habían acostumbrado muy mal. Que estar 4º era no era para tanto en una liga tan competitiva como esta. No sé si se le olvidó el detalle de los 14 puntos de diferencia, porque no es lo mismo ser 4º a 4 o 5 puntos que a 14.
No sé si soy crítica o no, sé que soy por lo menos tan madridista como el que más de los happys, y me cansan mucho los repartidores de carnets, las chinitas cuando no faltas de respeto constantes de muchos, como si nosotros no fuéramos capaces de valorar y disfrutar de lo ganado. Tenemos memoria, lo que no tenemos es hartazgo de ganar, de campeonar y de esperar seguir siendo el equipo que aspira a todo y que para ello es necesario corregir lo que no está bien.
Respeto, aunque no lo entiendo, que no esperéis ya nada más del Madrid y que todo lo que venga lo recibiréis como un extra. Al contrario que vosotros yo espero que este club y sus jugadores sigan teniendo hambre, ambición y compromiso y el que esté cansado de ganar o satisfecho con lo ya ganado que se busque otro club donde los objetivos sean competir y si cae algo bienvenido sea.
Saludos y Feliz Año a todos
No sé, Paz, yo no creo que Jesús haya trasladado en ningún momento una actitud conformista, ni de que ser, ahora mismo, un madridista contento, suponga que está todo hecho...
Es perfectamente compatible el estar satisfecho y contento con el equipo, con sus logros y sus títulos, y desear más aún.
Yo creo que lo que se plantea en el artículo es que, con las épocas que hemos atravesado en el pasado, a veces reciente, ésta es una de las mejores para poder ser pacientes, disfrutar de lo que se ha conseguido y valorarlo en su justa medida, y que todo eso nos permita seguir ilusionados para conseguir más logros.
Hay cosas que se están haciendo bien, con margen y paciencia.
Hace menos de 12 meses, el madridismo crítico era un clamor contra Keylor. A Zidane no le tembló el pulso para mantenerlo ahí y darle toda su confianza, y respondió con actuaciones muy notables en el tramo final de la temporada pasada. Casi un año después, el club está negociando la incorporación de un portero joven, con futuro. Pero dando respuesta desde la tranquilidad que da haber ganado todo lo que se ha ganado este año 2017. Lo que quiero decir es que el Madrid no debería ceder a las urgencias que otros (prensa o aficionados) quieran imponerle, sino ir poco a poco resolviendo los problemas y renovando el equipo.
Esa templanza es la que nos hace cada vez más grandes, desde mi punto de vista...
Salud!
Quizá tengas razón y lo he interpretado mal. Creo que ha sido lo del bonus lo que ha hecho que me haya quedado sólo con las hojas del rábano jeje.
En todo caso respeto todas las opiniones aunque muchas no las comparta. Tampoco tenía intención de soltar ninguna charla a Jesús ni a ningún hapyy, sólo pretendía defender a los que somos críticos y dejar claro que estamos encantados con nuestro equipo y con lo logrado pero que al mismo tiempo vemos y señalamos las deficiencias en la confección de la actual plantilla y el estado de forma de algunos. También quería señalar que la edad no influye en cómo se vive el madridismo sino el carácter, pero puede que esté equivocada y yo sea la excepción entre los críticos ;), o también que los años a unos los vuelven más sabios o pacientes y a otros más gruñones y en mi caso es evidente que es lo segundo jajajaaj.
Otra cosa que quiero dejar clara, y que no me gusta nada, es que parece que se han establecido dentro del madridismo dos bandos sin matices (polaridad lo llaman ahora) que son, los pappy y los críticos, y creo que no es así aunque unos y otros nos comportemos como irreconciliables por momentos. Pienso que la mayoría pasamos de un estado a otro y lo que nos diferencia es el tiempo de permanencia.
Saludos
Sensacional, Jesús. Firmo desde el alfa hasta el omega. Debe de ser generacional (soy del 71), porque, una y otra vez, describes mi madridismo mejor que yo mismo. Mucha felicidad y gloria para tí, los galernistas y madridistas en este 2018 que recien comienza.
Jesus, me he sentido totalmente identificado. Yo soy del 71. Me hice del Real Madrid con 9 o 10 años, cuando nos fuimos a vivir a 1km del Santiago Bernabeu. Recuerdo las frustraciones con a quinta del Buitre, el 5-0 del Milan, la hegemonía del BCN de Cruyff, pelear con Amavisca y Zamorano contra Romario y Stoikov...
La mayor alegría futbolística de mi vida, la séptima, que llegó meses después de que yo cumpliera 27 años. Luego, a bastante distancia, el gol de Ramos para la décima, porque llegué a pensar que la hegemonía del BCN de Messi duraría al menos 5 años más. Y aquí estamos. 2017 ha sido el mejor año que yo recuerdo, y la forma en la que hemos ganado la liga, la Champions, y las supercopas..... esto no nos lo va a quitar nadie, ni un 0-3 del BCN en un mal segundo tiempo.
Dentro de muchos, muchos años, los que ahora reniegan de Ronaldo, Benzemá, Marcelo y Zidane, renegarán de otros, y recordarán con nostalgia el mejor equipo que hemos visto nunca y, la mejor final de Champions en 50 años. Yo, cuando salen al campo estos tipos, me pongo firmes en posición de saludo. El suelo que pisa Zidane es tierra santa. Ronaldo, Ramos, Benzema, Bale, Modric, Kroos, Casemiro, Marcelo, Carvajal, Varanne, Keylor son leyenda. Pase lo que pase.
Pues yo tenía 33 cuando lo de la Septima y aunque ya había nacido cuando la Sexta, evidentemente no tenía recuerdo de ella. Mi hijo mayor ha visto, con 16 años, casi tantas copas de Europa como yo y se ríe de mí, cuando le digo que estuve 32 años esperando ver al Madrid ganar una copa de Europa.
Justo por eso y pese a que he disfrutado como gorrino en charco los grandes triunfos de los últimos años, no quiero volver a estar otros 32 años para ver ganar otra. Primero porque no creo que llegaría a verla de nuevo y segundo por no soportar otra vez lo de las copas de Europa en HD.
Es por eso que no me convence ni un poco la política de fichajes que ha tomada el club últimamente. Eso de fichar barato, joven e inexperto a ver si suena la flauta, peligra que lleve al Madrid a convertirse en el Ajax.
Si no se puede competir con los equipos Ali Baba que se diga, así rebajaremos nuestras expectativas a ser un buen equipo para andar por casa y empezar a prepararnos para jugar algún día eso de la Europa League.
Durante decadas así estuvimos y no se murió nadie. Si vinieran peor dadas siempre podríamos llegar ser S.A y que un Ali Baba o un ruso o un chino aburridos nos hagan grandes de nuevo. No lo quiera el creador, pero es una posibilidad.
Me ha encantado, Jesús, gracias. 😉
Buen artículo Jesús.soy del 67,con 7 años radié desde mi balcón la final de Copa del 74.fué un rotundo e inolvidable 4-0 al barca.yó tambien era de los que pensaba que jamas vería a mi Madrid ganar una copa de europa.soy de los criticos que no incendiario no conformista siempre queriendo el bien.lo que más me preocupa es la dejadez ó que parezca que dé igual no ganar una liga.llegamos a tener 15 ligas de diferencia y por cómo va está temporada bajaremos a 8 de diferencia.estoy convencido de que seguiremos ganando Champions con una cierta regularidad y eso es lo que deseo para la liga reguralidad el Madrid es el mejor del la historia no solo por copas de Europa si no también por las ligas,una liga es el trabajo del año tu día a día,38 partidos dejándote el alma,y todo eso parece que se está perdiendo.quiero copas de Europa pero también quiero ligas.el conformismo no está escrito en ninguna página de nuestra historia.saludos.
Sin haber leído el resto de comentarios, sólo un par de apuntes a la entrada de don Jesús Bengoechea.
El "madridismo happy" no creo que sea una cuestión de edad ni de generaciones. Yo tengo la misma edad que usted y sufrí como usted aquella copa de Europa en la que la quinta del Buitre cayó eliminada ante el PSV tras dos empates y algún penalty no señalado, después de haber eliminado al Oporto campeón de Europa, al Nápoles de Maradona y al Bayern de Munich. En aquel momento pensé que el Real Madrid JAMÁS volvería a ganar la Copa de Europa. Pero no creo que eso haya influido en mi forma de ver el madridismo.
Más bien han sido vivencias posteriores las que me han hecho cerrarme en banda a los "consejos" de aficionados enfadados o prensa "amiga":
- no me gustó que se cesase a Valdano pocos meses después de aquella maravillosa Liga (la del 5-0),
- no me gustó el acoso a Capello en la Liga que el Real Madrid le ganó al Barcelona de Ronaldo, y que acabó con el italiano volviéndose para su país, después de una temporada de acoso mediático en la que sentó las bases de un equipo imparable.
- el acoso a Capello se repitió años después en la liga del clavo ardiendo (una de las que mejores recuerdos ha dejado en mi memoria)
- no me gustó el cese fulminante de Schuster, después de una Liga en la que barrió al Barcelona, con pasillo y baño final en el Bernabeu incluido, simplemente por decir que no veía ninguna posiblidad de vencer en el Nou Camp
- no me gustó el cese de Ancelotti por un mal año tras la Décima.
En general no me gustan las decisiones en caliente ni los aficionados que sucumben al histerismo por los malos resultados y el azuzamiento de la prensa "amiga".
No me considero un madridista "happy" sino un madridista "tranqui", aunque es cierto que cuando el equipo entra en una mala racha siempre intento darle la vuelta pensando en los zascas que vamos a colocar cuando cambien las tornas (que cambiarán).
Yo (y pienso que muchos de los alineados en este sentir madridista) no reparto carnets de madridismo, pero sí pienso que cierta forma de comportarse (de gente de cuyo madridismo no dudo) sólo sirve a los intereses del antimadridismo, y no aporta nada al equipo ni al club. Silbar a un jugador de tu equipo, insultarlo en el campo o en la red, menospreciar al entrenador, la táctica, la planificación... no va a hacer que el equipo juegue mejor. No va a aumentar la motivación del 99,9% de los jugadores ni va a ayudar al entrenador a pensar con claridad. Por el contrario, servirá para alimentar el estado de emergencia en el que la prensa "amiga" pretende que el club viva permanentemente.