Mañana de gozo supremo, galernautas. No solamente necesitábamos una goleada como la que los chicos nos brindaron ayer, sino que nos la merecemos.
Nos la merecemos después de tanto y tan imprevisto padecimiento de toda índole (judicial, deportivo, burocrático) que nos ha asaeteado en los últimos tiempos. Más que la goleada, que también, nos merecemos todo cuanto rodea a la misma, empezando por las ganas de conseguirla. Ayer,durante el encuentro que cerró la fase de grupos de la Champions, se dieron cita momentos en los que casi urgía bajar al campo y decir a nuestra gente (siempre, pero ahora con más ganas que nunca nuestra gente) que no había nada que remontar. Es una muy buena noticia que no pararan, que desearan batir todos los registros, que tomaran como una cuestión de principios el deleitarnos con una orgía de goles y combinaciones para la galería. Orgía, sí. Anoche, cuando andábamos buscando la foto que ilustrara la crónica del choque a cargo de Ramón Álvarez de Mon, nuestra idea era la de hacerlo con una instantánea que reflejara una bacanal. Desistimos: las que no habrían herido vuestra sensibilidad por explícitas eran en cambio demasiado crípticas. Terminamos decantándonos por una sonrisa con guiño de Cristiano. Un guiño como el que hizo al final del partido, después de triturar un nuevo récord, al dejar clarísima ante la prensa su intención de seguir, además de mostrar su apoyo público a Benítez. Todo fueron buenas noticias ayer.
Todo fueron buenas noticias porque, además de descerrajar un resultado estruendoso, el Madrid envió desde el campo, y también desde fuera de él, un mensaje de unidad. Si estos jugadores estuvieran haciéndole la cama al entrenador, como con ligereza se ha afirmado últimamente, ayer se habrían limitado a facturar una victoria funcionarial, en el mejor de los casos. Se sacaron demasiadas conclusiones por tres malos partidos, uno de ellos (recordémoslo, aunque nos duela, ante uno de los mejores equipos del mundo), y parece que no está de más volver a poner las cosas en perspectiva. Aún no se sabe, pero es muy posible que en cuestión de días el Madrid vuelva a estar en liza en las mismas tres competiciones que empezó la temporada con opciones de ganar, a saber: clasificadísimo en Champions, con el Barça a tiro en Liga y con (Dios y Jorgeneo lo quieran) las opciones coperas recuperadas en los mismos despachos donde nos fueron hurtadas por un arrebato de incompetencia puede que nuestra, pero desde luego no solo nuestra. Aún no se sabe, pero no descartéis llegar a Navidad con este escenario. A más de uno se le van a atragantar los polvorones.
Unidad dentro y fuera del campo, aunque esta última no se vea reflejada por la portada de Marca. Unidad materializada a través de declaraciones como las modélicas de Arbeloa, que se pronunció incluso sobre el caso Cheryshev, a quien sus compañeros desagraviaron dedicando en piña uno de los goles.
Y Cheryshev jugó. No querrá Dios que el ruso meta el gol del triunfo de la final de la Copa del Rey dentro de unos meses. No querrá Dios porque el Supremo Hacedor, si bien indudablemente madridista, es algo pipero, y si no que lo desmienta el Padre Suances: por eso Dios deja a veces que otros nos ganen y hasta nos arrasen, porque tiene que hacer como que le importa mucho el clima de la selección para cubrir el expediente. Dios lleva dentro un mourinho bajo su apariencia delbosquista, y su vicario en la tierra se llama Álvaro Arbeloa. El espartano mandó el CV de Piqué el Club de la Comedia, sección filardos, y creednos si os decimos que esperábamos como agua de mayo en diciembre la aparición de alguien que pusiera coto a tanta felonía poniendo las cosas en su sitio. We need a hero to step boldly from the shadows, que decía la canción. Aquí está.
Todos estuvieron muy bien. Kovacic es una cosa muy seria y Benzema necesitaba quizá este enfado contra el mundo para explotar como bestia perforarredes. Cuidado con los animales heridos, especialmente si su selección no se los lleva de tanto en tanto, independientemente de las razones por las que no lo haga.
As, en cambio, prefiere personalizar en Cristiano, no vaya a ser que parezca que las cosas tienen alguna perspectiva de mejorar. Pobre Alfredo: acuciado por esa perspectiva, y por la muy seria opción de que el Madrid haga valer sus razones ante el TAD, ayer fue visto deambulando por las calles como un alma en pena. Llovía en su corazón, y la lluvia se filtraba hasta empapar, a nivel microscópico incluso, los gérmenes que lo emponzoñan de forma crónica.
En esta jornada de gozo (cabezas frías pues nada se ha ganado, pero almas calientes porque a esta hora nada se ha perdido aún), poco nos importa el Barça. Solo nos resta preguntar a Sport y Mundo Deportivo por qué ambos se empeñan en traer a nuestras retinas la misma imagen de Neymar, a ambos rotativos cómo es posible que vuelvan a coincidir en foto e incluso en titular, y a Neymar qué le ocurre exactamente en el huevo izquierdo.
Pasad un buen día.
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3 comentarios en: El orgullo y el éxtasis
Buenas tardes, yo no soy tan optimista como ustedes de La Galerna, que se manifiestan en un Portanálisis
que rebosa fe en el futuro y cosas que no están probadas, ( en su derecho están ), veremos en las 2 salidas
complicadas que nos quedan antes de que acabe la primera vuelta, -Villarreal y Valencia - si ganamos en estos
2 campos complicados, si que podríamos aventurar un cambio de tendencia, y que los jugadores son conscientes
de lo mucho que se juegan, que en Junio la limpia puede ser histórica, con esta cuadrilla de vagos.
Para terminar hoy se juega un interesante Chelsea-Oporto, en el cual, uno de los 2 equipos quedará
eliminado, como he visto que EL Mundo Deportivo ilustre miembro del C.E.M.A.M. apuesta por Casillas
en contra de toda lógica porque en el Chelsea juegan barcelonistas históricos como Fábregas y Pedro
Comuneros apuesta por todo contrario, por españoles como el catalán Fábregas y el vasco Azpilicueta
¿Porqué será que un periódico catalán, barcelonista y anti madridista miembro ilustre del C.E.M.A.M.
apuesta por Casillas? ¡Que cosas señor!.
Saludos blancos y comuneros
Interesante reflexión esa última, Comunero. Un saludo.
Buenas tardes D. Jesús y muchas gracias por hacer reseña de mi comentario , es agradable
saber que alguien te lee. Estuve un rato dudando si escribir o no el comentario sobre Casillas,
pues pensé ingenuo de mí que se podría liar parda, lo que nunca esperaba era este estruendoso
silencio.
Saludos blancos y comuneros