Con su fichaje por el Real Madrid, Álvaro Odriozola se incorpora a la prestigiosa lista de defensas vascos que han defendido los colores de la entidad de Chamartín. Y muchos de ellos triunfaron y dejaron su huella imborrable para la historia del club.
El primer gran zaguero blanco fue José Ángel Berraondo en los albores de la institución, allá en los inicios del siglo XX. Easonense, Berraondo también fue clave en la fundación de la Real Sociedad, mientras que en el Real Madrid jugó cuatro años en los que logró -siendo capitán del equipo- cuatro títulos consecutivos de Copa, de 1905 a 1908. Se desempeñaba como central de gran nobleza y caballerosidad. Era un jugador fuerte, robusto y contundente.
En los años 20 el Madrid contaba con Félix Quesada como estandarte de la retaguardia, y el club decidió ponerle una pareja a la altura con el que formó un binomio pleno de garantías: Juan José Urquizu. Vizcaíno de Ondarroa, había militado en el Osasuna e hizo una gira muy conocida con el Español por Sudamérica antes de firmar por el equipo blanco en 1927. De pequeña estatura, pero recio, enérgico, inteligente y con gran sentido de la colocación, logró junto a Quesada una fama de inexpugnables en todo el país. Permaneció tres años en la casa blanca ganando un Campeonato Regional y debutando en la primera edición de la historia de la Liga. Su espina: caer contra el Español en la final de Copa del año 29 conocida como la “final del agua”.
Apenas un par de años después de marcharse Urquizu llegaron a la capital dos defensas del Alavés para hacer historia: Ciriaco y Quincoces. Tras un desembolso de 65.000 pesetas pesetas, el eibarrés y el baracaldés (también Olivares entró en el pack) comenzaron un idilio en la zaga que también se hizo famosa en la selección nacional. Los dos, junto a Zamora, desesperaban a los rivales, que se veían incapaces de superar a las tres piezas en la búsqueda del gol. Quincoces, uno de los mejores centrales de la historia del fútbol español y del mundo en los años 30, brillaba por su velocidad, su extraordinario poderío físico, su colocación, su seguridad e inteligencia. Mientras que Ciriaco era muy diferente y por eso se complementaban. El guipuzcoano sobresalía por su sencillez, sobriedad, contundencia y vigorosidad. Con ellos atrás, el Madrid conquistó dos Ligas consecutivas en 1932 y 1933, y además se alzaron las Copas de 1934 y 1936.
Justo antes del inicio de la Guerra Civil la secretaría técnica del conjunto blanco buscó en el norte un sustituto para Ciriaco y Quincoces y lo encontró en el Logroño: José Mardones. Vitoriano, también había militado en el Alavés de su tierra. Su carrera dio un salto tras el conflicto bélico, cuando alcanzó la titularidad. Vigoroso, potente y con enorme presencia física, logró además varios goles gracias a su buen juego aéreo. Estuvo en Madrid hasta 1943 y se marchó sin ningún gran título.
Por entonces ya llevaba un año en el equipo José Querejeta, otro defensa de San Sebastián. Los que le vieron jugar hablan de un jugador expeditivo, ágil, con una enorme lectura del juego y muy eficaz. Unos años más tarde podría haber rendido excepcionalmente también como lateral. Un lustro fue su bagaje en el club de Chamartín y, aunque estaba en la plantilla, no disputó las finales de Copa de 1946 y 1947 cuyo título levantó Ipiña. Sí estuvo presente, y rindió a un enorme nivel, en el famoso 11-1 de Copa contra el Barça en 1943.
En ese periodo además se encontraba Juan Pedro Azcárate en el plantel, tras haber firmado por el Madrid en 1944. Natural de Durango, estuvo dos años cedido en el Zaragoza y no fue hasta 1947 cuando encontró un hueco en el equipo. Fuerte y físicamente poderoso, disfrutó de buenos momentos cuando se deshizo la pareja Corona-Clemente que le apartaba del once inicial. Pero, tras jugar poco en 1951, hizo las maletas y fue traspasado al Real Gijón. En una época complicada, su mejor trofeo fue la Copa Eva Perón obtenida en 1948 ante el Valencia.
A la vez de la marcha de Azcárate el Madrid fichó a otro defensa vasco, concretamente de Fuenterrabía. Su nombre: Gabriel Alonso. Hermano de Juan, gran portero de la historia merengue, Gabriel se desempeñaba como lateral diestro, aunque su buen manejo de la izquierda le permitió actuar en el otro costado. Fue un jugador magnífico, rápido, fogoso, luchador, ambicioso y duro de sobrepasar. Pasó por el equipo de 1951 a 1954, y le dio tiempo a ganar la Liga del año 1953, en la que coincidió con Di Stéfano y Gento. Está dentro de la historia del fútbol español por ser el jugador que inició la famosa jugada que acabó en gol de Zarra ante Inglaterra en el Mundial de Brasil 1950.
20 años tuvieron que pasar para que otro vasco destacase en el Real Madrid desde la zaga. Juan Cruz Sol había descollado en el Valencia, y en 1975 Miljan Miljanic lo pidió encarecidamente para su proyecto deportivo. Buscaba un lateral y Sol le garantizó presencia física, trabajo defensivo en la marca, eficiencia, combatividad y resistencia. Y así, durante cuatro temporadas, el de Elgóibar se afianzó en la titularidad, y en ese tramo amplió su palmarés con tres Ligas, una bajo el mando de Miljanic y dos con Luis Molowny.
Tras el apogeo de la ‘Quinta del Buitre’, Ramón Mendoza fichó para el equipo a un joven lateral izquierdo que prometía: Mikel Lasa. Nacido en Legorreta, fue un jugador ofensivo (en sus inicios era extremo), rápido, descarado, constante y con una buena zurda. Después de un año de adaptación alcanzó la titularidad con Benito Floro, y en 1993 fue clave para ganar la Copa del Rey al anotar frente al Real Zaragoza uno de los dos goles madridistas. Posteriormente también contó con la confianza de Valdano el año de la Liga de 1995 y además ocupó el carril siniestro el día del famoso 5-0 al Barcelona. Fue a partir de 1995 cuando su papel se vio disminuido y, aunque se marchó un año más tarde, pudo hacerlo con otro entorchado doméstico tras participar en 13 choques en la Liga con Fabio Capello al mando de la nave merengue. Había llegado Roberto Carlos y se quedó sin hueco. Marcó un total de 5 goles en su trayectoria en la capital, pero uno de ellos ante el Sevilla desde el mediocampo siempre será recordado.
Junto a Lasa coincidió durante cuatro cursos el bilbaino Rafa Alkorta. Central veloz al corte, intuitivo, agresivo y magnífico en la colocación, tuvo en Sanchís o Hierro a su pareja en el centro de la zaga, formando una sociedad impresionante con ambos. Su rendimiento fue notable en Madrid y obtuvo para su bagaje dos Ligas, las logradas en 1995 y 1997. En la primera de ellas, con Valdano, no fue uno de los baluartes, pero esto cambió con Capello que le colocó junto al malagueño para componer una defensa rocosa, experimentada y muy difícil de sobrepasar. Con 28 años y en plena madurez decidió regresar al Athletic Club, el equipo en el que se crió desde pequeño.
Ese verano del 97 hubo un trasvase con el cuadro vasco. Mientras al bocho llegó Alkorta, a Madrid lo hizo Aitor Karanka, un central zurdo sobrio, seguro, bueno en la salida del cuero y solvente en el juego aéreo. Su primera etapa en el club blanco fue complicada con un problema cardiaco que le impidió desempeñar su profesión durante un tiempo. Aún así pudo disfrutar de la Séptima Copa de Europa jugando en la fase de grupos en dos ocasiones contra el Rosenborg y el Olympiakos, y en una ante el Oporto. Pero fue en la ‘Octava’ cuando se convirtió en uno de los protagonistas y en una sorpresa agradable del plantel dirigido por Vicente del Bosque. Los problemas defensivos obligaron al salmantino a alinear una defensa de tres centrales en la que el vitoriano fue un habitual de la parcela izquierda, rindiendo a un excelente nivel. Así formó de inicio en la final de la Champions en París en 2000, donde se derrotó al Valencia.
En la siguiente campaña se mantuvo haciendo pareja con Hierro en una línea de cuatro, en un año donde se consiguió el título de Liga. Su última temporada en Madrid fue en 2001-2002, pero perdió el sitio a favor de Helguera, y al terminar la campaña tomó la decisión de regresar al Athletic con una tercera Champions (disputó seis partidos, tres de la primera liguilla y otros tres de la segunda) en el bolsillo.
En aquellos momentos también formaba parte de la plantilla el donostiarra Iván Campo, un central fuerte físicamente, rápido al cruce y con un buen juego aéreo y manejo del cuero. Una excelente temporada en el Mallorca le catapultó a la entidad de Chamartín en 1998 y después de asistir al Mundial de Francia. Su trayectoria empezó apuntando alto y jugando muchos minutos, pero con el paso de las temporadas cambió la tendencia. Hiddink y Toshack le otorgaron protagonismo entre 1998 y 1999 aunque fue Del Bosque en el año 2000 el que definitivamente le dio el impulso necesario para alcanzar el once. En aquella línea de tres que hemos mencionado anteriormente, Iván Campo jugaba en el flanco derecho. Se tuvo que ver con los Cole, Yorke, Elber, Jancker o el Piojo López pero superó todas las pruebas.
Tras levantar la Champions en París, luego ganó la Liga en 2001 y la ‘Novena’ en Glasgow. Sin embargo, en esos dos cursos donde además pasó por un problema de ansiedad, apenas sumó un total de 22 partidos, y aceptó una oferta para ser traspasado al Bolton inglés.
También son dignos de mención otros zagueros vascos que vistieron la camiseta del Real Madrid, aunque sin tanta repercusión. Es el caso de ‘Chefo’ Irureta, Ramón de Uribe, Arrieta, Ochandiano, Arzanegui o Echarri.
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Siempre son interesantes estos artículos históricos, aunque le tengo que decir que los veo excesivamente optimistas y positivos. Del 90 hacia atrás apenas guardo recuerdo, puesto que era un ñajo, pero mi memoria comienza a ser buena a partir del 91 aproximadamente y guardo perfecto recuerdo de los Lasa, Alkorta, Ivan Campo y Karanka.
Alkorta fue un excelentísimo defensa, nada que objetar, y de Karanka diría que era un defensa aseadito y decente. Mi opinión personal difiere con Lasa e Ivan Campo. Para mi Lasa fue un defensa bastante regulero y de Ivan Campo me pareció un completo desastre. ¿Que tuvo sus partidos buenos? ¡Claro! Faltaba más, era un profesional del futbol de primera división, pero las sensaciones que a mi me dejaba era de dfensa - tembleque. Como tuviera el día malo, te hacía 2 o 3 cagadas morrocotudas. Y estos días eran el 30% de los partidos. Y los partidos grandiosos, pues apenas si sobrepasaban el 10%.
Si yo tuviera que decir en los últimos 27 años (ya digo, más o menos desde que guardo memoria) qué defensas me han parecido los más expeditivos y centrados en el Madrid diría que Alkorta, Hierro, Roberto Carlos y Pepe. Cada uno por su puesto con sus luces y sombras, días buenos y malos. Varane por ejemplo va por buen camino, pero le faltan un par de temporadas realmente excelsas.
Recordemos que el Madrid creo que sólo ha ganado el Zamora en 2 de las últimas 25 ligas. Algo estaremos haciendo mal en defensa.
Hola Tanis,
Estoy de acuerdo contigo. En una escala jugadores como Lasa o Iván Campo están varios peldaños por debajo.
Pero les incluí porque tuvieron algún momento importante en la consecución de un título. Lasa fue varios años titular aunque como lateral izquierdo se me ocurren una decena de jugadores mejores en la historia del club.
Respecto a Iván Campo tuvo un buen papel aquellos seis meses camino de la Octava cuando Del Bosque decidió cambiar la defensa a tres centrales. Cuajó una muy buena eliminatoria frente al Bayern y paró a Jancker que era un quebradero de cabeza para nosotros.
Pero técnicamente y tácticamente Karanka era superior.
Gracias siempre por tus comentarios.
Un saludo
Gracias a usted por los artículos y por gastar tiempo en responderme.
Cierto, es verdad que Ivan Campo tuvo una racha bastante decente, incluso buena, aunque no recordaba ese detalle que usted me acaba de dar. No guardo un directorio con tanta información jeje, así que olé por usted si guarda esa información. Mi mujer me dice que guardo mucha basura en el cerebro y tiene razón, pero después de su alegato sobre Ivan Campo, me acaba de dejar en un mero aprendiz :-D.
Un abrazo y un saludo.
Bueno, de que le sirve a Oblak el Zamora todos los años si su equipo siempre acaba a 15 puntos del Farsa???
Seamos sensatos, para el atlético eso es algo bueno siempre y cuando quede por encima del Madrid. Al atleti le importa una higa los títulos, y le importa una M que haya un equipo que te mee, te insulte y te escupa, y te haga parecer a ti el malo, siempre y cuando ese equipo no sea el Madrid.
La gran mayoría de los atléticos, son primero antimadridistas, y luego atléticos. Mira que nos odian en casi toda españa, pero incluso los bilbainos, que nos quieren mucho, primero son athleticos y luego antimadridistas. Los dos únicos equipos que conozco que son así son el Barcelona y el Atlético. Ojo, no todos, porque tengo amigos atléticos, no muchos, pero algunos que si el atlético no juega la champions, quieren que la gane un equipo español, incluso siendo el Real Madrid. Pero el resto llegan a la locura... me han hasta justificado que el gol del minuto 93 fue falta previa de Bale por codazo a Godin... en fin, lo de siempre.
Y por último señor Kevin Costner de Jesús, lo importante para la mayoría de atléticos es además de todo lo anterior, poder pasear ante los morros de los madridistas cualquier cosa, aunque sea un Zamora.
De hecho "no lo pueden entender" es algo que ilustra bastante bien eso que explico ahí arriba.
No podemos entender celebrar derrotas sin dar una imagen de haberlo dejado todo en el campo.
No podemos entender que te importe una m que te atraquen día sí, día también, cuando te enfrentas con el equipo de la esquina y no digas absolutamente nada, pero cuando te meten goles dentro del tiempo legal, te quejas y lloras diciendo que fueron fuera de tiempo.
No podemos entender que el presidente de tu equipo esté metido en la Soule, amenace a los periodistas y no pase nada.
No podemos entender que dichos periodistas alaben el juego amarrategui y ultradefensivo de tu equipo, y que a otros que tengan el record de anotar 120 goles en una temporada digan que no juega a nada. Sobre todo cuando ese mismo equipo ha superado los 100 goles durante 5 temporadas seguidas.
No podemos entender que vuestro equipo os fuera robado por vuestros directivos, y no hicierais nada.
No podemos entender que a nosotros nos recalificaran la ciudad deportiva y se armara un zipizape, y a vosotros os recalifiquen el antiguo y regalen otro estadio y tampoco pase nada.
No podemos entender que con un jugador como Griezzman jugueis tan poco y tan defensivamente
No podemos entender que el Cholo Simeone diga que la liga está peligrosamente preparada para el Madrid incluso antes de comenzar, y no pase nada.
No podemos entender que el Cholo Simeone filtre un whatsapp al inicio del mundial sobre el juego de Argentina, y tampoco se hable de desestabilización.
Hay tantísimas cosas que no podemos entender, que por eso no somos atléticos.
Hala Madrid.
P.D. Para esos que dicen que la afición atlética es la mejor del mundo, les diré que hasta que empezaron a ganar más o menos de forma repetida allá por el 2010, no se veía ni una camiseta atlética por las calles, y vivo en Madrid, que es donde se supone que está su mayor foco de aficionados. Eso sí, fue ganar la primera Europa League, y comenzar a verse camisetas a mogollón... que fueron creciendo según recuperó el Atlético su posición natural en España, peleando y ganando alguna copa y alguna liga. Y de nuevo ganando más Europa Leagues. Con esto, quiero decir que los atléticos son exactamente iguales que los Barcelonistas, Atléticos y de cualquier otro equipo. Cuando las cosas van mal, los aficionados desaparecen, se ocultan. Al menos la gran mayoría.
P.D. 2, Toda esta diatriba y verborrea ha venido por el comentario que me hizo usted del atléti, me disculpo porque me he venido arriba y realmente no viene mucho a cuento.
Donde dice Barcelonistas, Atléticos, quería decir Barcelonistas, Madridistas y de cualquier otro equipo.
No se preocupe, porque lleva razón en prácticamente todo. Hay tantas cosas que no podemos entender ... ni queremos.