Leo en los últimos días, en varios medios además, que Martin Odegaard está planteándose volver a salir del Real Madrid la próxima temporada porque no le convence el rol que va a ocupar en la plantilla este curso. Y me apena. Aunque lo comprenda. A todos nos preocupa el valor de nuestra labor dentro de la empresa en la que trabajamos. Pero tampoco hay que agobiarse sin motivo aparente. Al parecer, al joven noruego le trataron de forma excepcional en Londres. En el Arsenal, concretamente, que es donde el talentoso centrocampista quiere recalar en caso de abandonar finalmente el club de Chamartín. Aun así, la posición de los mandatarios blancos es firme. No habrá otra cesión. Si quiere salir, será vendido y nunca por menos de 60 millones de euros.
La posición de los mandatarios blancos es firme. No habrá otra cesión. Si Ødegaard quiere salir, será vendido y nunca por menos de 60 millones de euros
Las dudas que sobrevuelan a Ødegaard radican, en su inmensa mayoría, en la cantidad de minutos que va a tener sobre el césped con la camiseta blanca. Con Zidane, cierto es, pasó casi inadvertido a pesar de haber sido titular las primeras jornadas de Liga. Posteriormente, perdió la confianza del técnico francés hasta el punto de que accedió a dejarlo marchar cedido a mitad de temporada. Pero Zidane ya no está, ha regresado Ancelotti y me consta que es un enamorado del juego que desprenden las botas del noruego. Nada hace presagiar, por tanto, que Ødegaard vaya a ser un habitual del banquillo.
Pero, además, hay que analizar la competencia directa con la que el noruego va a tener que luchar para conseguir un puesto en el once de Carletto. Brahim regresó al Milan y Kubo parece claro que va a salir cedido a un equipo español para continuar su formación. Hay multitud de ofertas por el japonés que ha completado, además, unos grandísimos Juegos Olímpicos que no ha hecho más que aumentar su demanda. Por tanto, siendo Casemiro, Antonio Blanco, Fede Valverde, Kroos y Alaba (que también puede desenvolverse en el centro del campo) de corte más físico y defensivo, solo quedan Modric e Isco —de la primera plantilla— como grandes competidores del noruego. El croata sigue a un nivel superlativo pero sus 35 años son, objetivamente, una losa para poder disputar todos los minutos que su calidad merece y requiere. Necesitará mucho descanso para llegar en óptimas condiciones a los choques decisivos de Champions.
Ancelotti es un enamorado del juego que desprenden las botas del noruego. Nada hace presagiar, por tanto, que Ødegaard vaya a ser un habitual del banquillo
Y qué decir de Isco. Lleva tres años fuera de tono físico y prácticamente también fuera del equipo. Solamente la falta de ofertas ha permitido que el malagueño aún continúe siendo jugador del Real Madrid. No parece rival para Odegaard a poco que el noruego consiga jugar a su nivel habitual de forma constante. Por tanto, si no hay fichajes imprevistos, no hay motivos para pensar que el talento escandinavo no pueda tener un papel protagonista dentro de la plantilla este próximo curso.
Y luego queda el papel emocional y sentimental que el Real Madrid ha jugado en la vida de Odegaard. No sé si recuerdan que el chico, a sus 16 años, estuvo poco menos que en subasta entre los más grandes de Europa. El Bayern de Múnich y el Manchester United fueron, de hecho, los dos grandes competidores por su fichaje. Pero la visita de Martin y familia a Valdebebas acabó decantando la balanza en favor del club presidido por Florentino Pérez. Ahí se inició un cambio radical en la vida de aquel chaval que pasó a ocupar portadas de periódicos e incluso a acaparar críticas de sus compañeros de vestuario en el Castilla por su —supuesto— elevado sueldo. Incluso, en sus primeros años, que no fueron del todo convincentes, el Madrid nunca quiso desprenderse de él y siempre buscó la mejor cesión posible. Primero en Holanda, luego en España y, la última, en Inglaterra. Todo para que Martin creciese como futbolista y persona pero para que siguiese perteneciendo al club. El Madrid ha apostado todo a Odegaard. Ahora solo falta que Odegaard apueste todo al blanco.
Fotografías Imago.
Creo que es un jugador sobre el que edificar un equipo. El club debe cerrarle las puertas y el entrenador ponerle. A partir de ahí dependerá de él.
Su sitio es el Mónaco. Lo he seguido cuando estaba en San Sebastián y en Londres y va a peor.
Pues yo no lo veo en el Madrid,cuando triunfó en la Real pensé que había llegado su momento para volver y afianzarse pero sus exigencias y mohines de blandito y niño mimado me han decepcionado completamente.Ahora dice que se quiere ir otra vez,pues se le pone un lacito y se vende a buen precio y si pudiera ser con su compañero Isco.
Si Kroos está de baja por la pubalgia, no tiene excusa para no dar el rendimiento que dió en San Sebastián. Su versión en la Real no la hemos visto aquí.
Si trae 65 kilos , lacito y dónde el diga. A portes cobrados.
Suponiendo que sea verdad que el chaval exprese tanto titubeo y no sea una maniobra mercantil del club. Lo cual , teniendo en cuenta que nadie va con el lirio -¿ o es cirio ?- en la mano, no vería mal.
Esto no es el Farsalona.
Agorero
29 julio, 2021 a las 12:47 pm
Vaticiné que no pasaríamos de las 11 medallas en las Olimpiadas de Tokio y no voy a andar lejos.
La cagué bien cagada. Lo peor es que estoy perdiendo la fe en mi capacidad de vaticinio. Ya no me atrevo ni a mojarme sobre si Messi se va o se queda. Estoy hecho polvo y no paro de manifestar tics y ecolalias.
Los primeros comentarios de esta noticia dan pavor.
Es algo que uno no espera encontrar, descalificaciones e insultos, en un foro madridista.