Messi no agrede, infieles

El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy

Buenos días. Se hace saber que lo de Messi con Asier Villalibre no fue una agresión. Le metió dos soplamocos, uno con cada mano, que derribaron al aguerrido delantero y trompetista sin remisión, pero no fue una agresión. Lo ha dicho la juez, y si lo ha dicho la juez qué plana vamos a enmendar nosotros. Messi es Messi, lo que equivale a decir que Messi es el que es, así, en términos bíblicos, y no cabe por definición atribuirle conductas ilícitas porque eso es un sinsentido, un sinD10s.

Si acaso, lo que pudo pasar, como la práctica totalidad de la prensa se encargó de matizar para guiar a la juez a la conclusión definitiva, es que el Bien tuvo un disculpable acceso de ira divina ante el execrable marcaje de los bilbaínos, heréticamente empeñados en que El Que Es no marcara Lo Que Se Marca, o sea gol. ¿Qué espíritu desalmado puede albergar en su ser una resistencia tan grosera a que marque gol el Altísimo? Luego pasa lo que pasa, que el Supremo Hacedor saca su versión Antigua Testamento y la jodimos. Pero la culpa ¿de quién es? ¿Acaso tuvo culpa el Señor al verse forzado a acabar con Sodoma y Gomorra? Sport comunica que solo le han caído dos partidos al argentino (no fue agresión y la expulsión fue “reglamentaria pero”, como chuscamente dijo Paco Aguilar) pero tampoco creáis que lo celebra. El Barça (pasmaos) “va a recurrir”.

La portadita se las trae. Messi se perderá los encuentros ante Elche y Cornellà, “pero el Barça recurre”. Diga usted que sí, Barça. Pida usted que Messi sea eximido de toda responsabilidad (“fue ACOSADO por Villalibre”, como célebremente cantó Carlos Martinez en la retransmisión) y solo se zafó como buenamente pudo del impío acto de bullying del bilbaíno. En realidad lo hizo dos veces antes, pero en modo alguno podemos hablar de agresión ahí tampoco, no blasfemen y circulen, no bloqueen la vía pública. El Barça hace muy bien en recurrir y solicitar que Villalibre toque una sardana con su trompeta, a fin de desagraviar al impecable rosarino por su mala conducta (la de Villalibre).

Por lo demás, qué risa con el titular. “Messi por Mbappé”. La frase hace referencia a la posibilidad de que el PSG quiera fichar a Messi y se vea obligado a dejar libre para ello una plaza de estrella, que sería la de Mbappé, quien a su vez podría ir al Madrid. Contado así (“Messi por Mbappé”), cualquiera diría que el jeque va a entregar a Mbappé al Barça a cambio de que deje ir a Messi al equipo blaugrana. Engañoso a más no poder, pero admitamos que pionero a su inimitable manera. ¿Ha inventado Sport el clickbait de quiosco?

Dice Mundo Deportivo, que también da cuenta de los risibles dos partidos de sanción para Messi, que “Eric urge”. Eric Urge (pronunciado urch) suena a nombre de cantante post punk, estilo Billy Idol, pero no es de eso de lo que se nos habla aquí, creemos. Más bien se nos dice que el Barça debe fichar cuanto antes a un central imberbe que responde al nombre de Eric García y juega en el City. Hay que ficharlo haya o no haya dinero para ello, cosa que si atendemos al propio Laporta pues va a ser lo segundo. “Habría que recurrir a una gran imaginación financiera”, vino a decir el bueno de Jan, para poder adquirir al central. Y sin embargo urge porque “otros clubes, como el PSG, aún le quieren”. Apresuraos, queridos galernautas, a conquistar el corazón de Jessica Chastain porque nos consta que Ryan Gosling también la quiere. Os urge. Jessica Urge (urch).

Concluimos con la prensa capitalina, que trae como argumento único el presunto deseo de Ødegaard de marcharse, ante los pocos minutos que le da Zidane. La información procede originalmente de José Félix Díaz, hombre que nos merece confianza. Sobre este particular queremos recordar dos cosas:

1. La primera la recordaba ayer José María Faerna en el chat de La Galerna. En situaciones así, no conviene enseñar al jugador infeliz la puerta de salida, como reclama erróneamente el tópico. Lo que procede enseñarle es el contrato firmado. El Real Madrid necesita a Ødegaard, no ya para el futuro, sino para ahora mismo, para esta temporada. Pedimos que el centrocampista noruego no sea cedido, lo quiera o no.
2. Zidane debe tomar como imperativo ineludible (y pensamos que lo hará, como intachable hombre de club que es) de trabajar no solo por el corto sino por el largo plazo también. Ødegaard es esencial en ambos recorridos. A menos que se nos escapen razones misteriosas para que no juegue, su ostracismo no parece justificado, y los últimos malos resultados, cosechados sin que prácticamente hayamos visto a Martin, así lo avalan.

Pasad un buen día.