El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy
Buenos días. Luis Suárez cumplió ayer 34 años y volvió a contribuir decisivamente en la victoria de un Atleti que está bastante intratable en el campeonato de Liga. Cuando no gana los partidos con justicia, aunque sea con ese estilo que envidian los endodoncistas, lo hace gracias a penaltis inexistentes, de esos que pondrían en pie de guerra el país si se pitaran a favor del Madrid (de hecho, el país se pone en pie de guerra cuando el Madrid gana limpiamente) pero ni se comentan cuando suceden a los del Cholo.
Ayer el Atleti ganó sin polémica —entiéndasenos: tampoco habría habido polémica aunque la hubiera habido— y con una actuación que tampoco te convalidarían en la universidad reductora de cabezas de los jíbaros de la selva peruana. Lo lamentamos. El Atleti tiene que hacer sufrir mucho más al espectador, tiene que jugar mucho peor para ser reconocible. Hay días en que se desnaturaliza y pega cuatro pases seguidos. Ahí chirrían los goznes del purismo atlético porque cuatro pases es una cosa que cualquiera entiende, y la gracia es que no lo podamos entender.
Marca otorga a lo de las 34 castañas del uruguayo mayor preponderancia que As, y nos parece altamente entrañable. “Felices en su día”, suspiran en portada los de Gallardo en alusión a Suárez, y a la alegría que ha compartido con sus compañeros. Nosotros también estuvimos felices en su día. Las personas de gran calidad humana es lo que tienen. Contagian las ganas de que el amor les sonría mientras soplan las velas y un jacarandoso jilguerillo emite en la cornisa trinos en aras de la paz mundial.
No tengáis ninguna duda de que la escena de la fiesta de cumpleaños de Luis Suárez ayer fue como la acabamos de describir. “I guess the Russians love their children too”, cantaba ochenterísimamente Sting en plena guerra fría. Si el ex de Police sostenía tal cosa sobre los bolcheviques, haciendo sacudir las cabezas con escepticismo, cómo no vamos a asegurar nosotros, créase o no, que habrá habido armonía y bonhomía en la fiesta de cumpleaños del buen Luis, que habrá habido tarta y que el mate, en dicha reunión, se habrá limitado a ser una infusión y no una orden.
Luis empato ayer en años con las Ligas del Madrid, y esto tiene que significar algo. Por el momento no tenemos la menor idea de qué exactamente. Preferimos no preguntar al interesado, a ver si se lo va a tomar a mal y va a enviar por correo postal un meñique de algún colaborador de La Galerna para que aparezca en el buzón de su suegra (de la del colaborador, no de la de Luis). Perdonad, no deberíamos caer en estereotipos justo cuando a buen seguro Luis ha tenido ocasión de volver a demostrar que tiene un corazón de oro. El cumpleaños propio es momento propicio para echar la vista atrás con nostalgia y una lagrimilla melancólica, haciendo balance de lo bueno y malo como Nacho Cano. Luego, en la satisfacción de saberse querido por los más cercanos, puede uno poner fin al día recordando los mejores momentos de la festiva jornada cerrando los ojos en la penumbra de la cueva, con una sonrisa en los labios y suspendido cabeza abajo desde el techo. Así puedes ir a dormir con la tranquilidad de saberte decisivo, como apunta Marca, en cuatro de los cinco últimos triunfos de tu equipo. Lo de “cuatro de cinco” también nos suena a algo en clave madridista, pero preferimos no intentar siquiera dilucidar de qué puede tratarse porque el cartero acaba de echar un sobre por debajo de la puerta y en su interior puede palparse una pequeña protuberancia.
Por su parte, el Barça ganó también, al Elche en este caso. Dice Mundo Deportivo que fue un Barça “eficiente y dominador”. No nos extraña lo más mínimo que en el diario de Godó, grande de España, cunda el entusiasmo tras haberse mostrado su equipo “dominador” ante todo un Elche (el Madrid también puede presumir de haber dominado a los ilicitanos, aunque aquel penalti absurdo de Carvajal nos obligara a empatar).
“¡En racha!”, proclama Sport, con entusiasmo parejo. Marcaron De Jong (hace tiempo que dijimos que es un buen jugador) y Riqui Puig (no hace tiempo que Koeman dijo que era un topo) para mayor solaz y esparcimiento de las huestes culés. Sport confirma asimismo, en su esquina superior derecha, aquello de lo que se hacen eco también el resto de portadas: la cesión de Ødegaard al Arsenal. Los del Atleti presumen, como decíamos, de que no podemos entender lo suyo, pero (a riesgo de que se nos enfaden) señalaremos que lo suyo nos resulta un libro abierto al lado de lo de Ødegaard.
Pasad un buen día.
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7 comentarios en: Lo que de verdad no podemos entender
La prensa unánime con el malakito. No hay polémicas cuando ganan de un penalti que no es, y todos babean al unísono, sin fisuras. Pero que ko dudan que si su amo, el farsa, estuviera un poco mejor, lo tendrían bastante crudo. Son el plan b de the tinglado, solo se activa en caso de incomparecencia por ineptitud del plan A (el mes que un club)
The Tinglao está contento. Tiene un nuevo juguete. Y si encima marcan Mayoral y Jovic... ufffffff, miel sobre hojuelas.
Parece que Messi acudió ayer a la mañana al cumpleaños de Suárez,estaba sancionado y obviamente no tenía que ir a Elche con el Barcelona. Pero no parece lo más adecuado en ésta situación que ande viajando fuera de su ciudad y entre en contacto con otros no convivientes,por mucho menos sacudieron a Jovic.
No te creo, si eso fuera cierto la prensa hubiera salido al unísono a denunciarlo y yo no he oído nada. Cierro ironia
Muchas risas con el análisis de hoy.
Pero al final, el Malakito es favorito o no?
Malakito, favorito, no sé por qué no les gusta decirlo, si rima y todo...