Norwegian wood (This bird has flown)

El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy

Buenos días. Ahí lo tenéis. This bird has flown, como cantaba Lennon en aquella obra maestra tan apropiadamente titulada Norwegian wood. La canción de los Beatles trataba muy sutilmente una historia de adulterio, y el madridista se siente como si le hubieran puesto los cuernos y se hubiera quedado con cara de póker tras el anuncio de su pareja. El pájaro ha volado.

Esa zozobra, ese desconcierto. ¿Pero cómo? ¿Pero por qué? ¿Y por qué me dejas por él, qué tiene que no tenga yo? Con todo el respeto, y por mucho que sea el equipo de Nick Hornby y su estupenda novela Fiebre en las gradas, el Arsenal no debería ser rival para el Real Madrid a la hora de convertirse en foco de las ambiciones del centrocampista joven con más proyección de Europa. Porque eso y no otra cosa es Martin Ødegaard.

Y sin embargo Martin Ødegaard se ha ido. Al Arsenal.

Sí, ya sabemos que es solo una cesión. Ya sabemos que el alcance temporal del préstamo no va más allá del verano. Pero sucede, primero, que por breve que sea no deja de contrariarnos, por cuanto pensamos que el noruego nos va a hacer falta de aquí el final de esta campaña, y porque nos parece un paso atrás en su desarrollo cuando ya venía de ser el mejor centrocampista de la Liga pasada en la Real, es decir, era su momento.

En segundo lugar, está la preocupación con la que no hay más remedio que encajar las palabras que As trae su portada: Martin enfatizando cómo le gusta el proyecto (el del Arsenal, atención, no el del Madrid) es señal de que en su mente la cosa va más allá, temporal y cualitativamente, de unos meses de cesión. Parece que, en este momento, mentalmente, el Madrid es historia para Martin. Contractualmente, el pájaro solo ha salido a dar un vuelo fuera de la jaula pero dentro de la habitación. En su cabeza, sin embargo, la ventana se ha abierto y planea hacia el norte.

El estropicio está ahí, y no sabemos si tiene arreglo. Estropicio en términos del modo en que Ødegaard ve (o ya NO ve) su carrera futura en el Madrid. La culpa de esta situación, esperamos que reconducible, está dividida, como suelen estar las culpas. Escandaliza el ostracismo al cual Zidane tenía sometido al jugador. Si Isco, el actual Isco, está por delante de ti hasta en un partido de Copa frente al Alcoyano, es normal que te mosquees. Pero ¿es normal que te mosquees tanto? ¿No podías esperar al término de la presente temporada para decidir? ¿No podías darte ese margen? No nos gusta cómo Zidane ha llevado el tema Ødegaard, pero tampoco sabemos si nos gusta cómo lleva Ødegaard el tema Ødegaard.

Es posible que la situación entre ambos fuera irreconciliable en el corto plazo, y que la cesión exprés al Arsenal fuera la única solución inmediata (solución que además permite al club sortear el mal momento de liquidez ahorrándose unos meses de ficha e ingresando dos millones). No sabemos si no se podía haber arreglado la cosa obligando a los dos interesados a entenderse. Lo que está claro es que, a medio plazo, a menos que el Arsenal se descuelgue con una oferta mareante que le permita quedarse en propiedad a la gran perla blanca, el club debe recomponer los cristales rotos entre técnico y futbolista, caso de ser esto posible. Y por supuesto, yendo de lo particular a lo general, debe también revisar la relación entre su plan de futuro y la implementación de dicho plan por parte del máximo responsable en el área técnica. La renuencia de Zidane a contar con los jóvenes, a formarlos, a gestionar sus incipientes pero a veces ya potentes egos, representa un problema de primer orden, y es un patrón, no es cosa de un caso o dos. O se adapta el plan al entrenador, o se adapta el entrenador al plan, o se prescinde del plan, o se prescinde del entrenador. Confiamos plenamente en el buen hacer de Florentino Pérez para solventar esta difícil papeleta.

El resto de portadas del día son bastante insustanciales. Marca viene con el enésimo rumor sobre Mbappé y Sportivo glosa la eliminación copera del Rayo a manos del Barça como si fuese la hazaña colectiva de Dunquerque.

But when I awoke

I was alone.

This bird has flown.

Que no vuelen más pájaros.

Pasad un buen día.