El pasado mes de diciembre, Flamengo se coronaba campeón de la Copa Libertadores, su segundo título tras más de treinta y ocho años de búsqueda, y haría lo mismo respecto al campeonato brasileño, alzándose con su 7ª liga, tras más de una década sin conseguirlo. Firmaba así, una de las páginas más gloriosas de su historia.
Al frente de tal empresa se situaba Jorge Jesús, técnico de reconocido prestigio en el fútbol europeo, donde consiguió revertir el dominio del Porto FC en el fútbol portugués, devolviendo al Benfica a la primera plana nacional y a nivel internacional llegando a dos finales de Europa League, donde caería frente al Chelsea de Rafa Benítez (2013) y el Sevilla de Unai Emery (2014), poniendo el nombre de Béla Guttman de nuevo en liza.
El Flamengo de Jorge Jesús ha sido un auténtico torbellino en el fútbol sudamericano en 2019, y lo ha hecho a partir de un gran armazón táctico pero, sobre todo, gracias a la posibilidad de ser la mejor plantilla del continente. Para construir tal plantilla el cuadro carioca echó mano de la cantera y vendió a sus mejores activos al fútbol europeo a cambio de una cantidad astronómica de dinero. Por 45 millones de Euros traspasó a Vinícius Junior al Real Madrid en 2017 y, a inicios de 2019, Lucas Paquetá ponía rumbo a Milán, previo pago de 39 millones de Euros. Con tal recaudación, Flamengo se construyó un equipo completamente nuevo de los pies a la cabeza. Entre los titulares, sólo el mediocentro Willian Arao es previo a la salida de Vinícius, y sólo Everton Ribeiro anterior a la venta de Paquetá. Hasta nueve futbolistas titulares aterrizarían en 2019, entre ellos jugadores de máximo rendimiento en el campeonato brasileños como Rodrigo Caio, De Arrascaeta o Gabigol; y veteranos del fútbol europeo como Diego Alves, Rafinha y Filipe Luis.
A lo largo de la temporada iría incorporándose a la disciplina carioca un canterano que llevaba años sonando fuerte en el panorama brasileño, Reinier Jesús, portador de la ‘10’ en categorías inferiores, quien iría poco a poco ganando peso en los planes de Flamengo y así, captando interés del fútbol europeo. Como pasara con Vinicius o Paquetá, tras un paso muy breve por el primer equipo, sería traspasado al Real Madrid por una importante cantidad con la que el Mengao puede seguir conformando el mejor plantel de Sudamérica, en busca de la conquista de títulos nacionales e internacionales.
El Real Madrid, por su parte, acrecienta su control sobre el mercado brasileño, tras las fuertes inversiones por Vinícius Júnior (2017) y Rodrygo Goes (2018), en la búsqueda constante de la próxima estrella de la Verde-amarela.
¿Quién es Reinier?
Reinier no responde al prototipo de futbolista adolescente, si uno conecta con un partido de Flamengo y desconoce quién es el dorsal ‘19’, no imagina que está ante un futbolista que acaba de cumplir la mayoría de edad. Su físico es imponente, 1,85 metros de altura y una figura esbelta, a la que le añade una forma de correr y moverse por el campo muy elegante. Y es que el joven brasileño corre erguido, con la cabeza levantada y de forma muy acompasada.
Y es en el uso de su físico donde el futbolista empieza a generar ventajas, pues pese a su envergadura se trata de un jugador ligero y con una buena zancada. Gana muchas carreras en los primeros metros, donde tiene potencia en salida y sus largas piernas le permiten ganar separación respecto a sus rivales.
Estos traits atléticos seguramente le han permitido tener un aterrizaje más suave en el primer nivel profesional. Ni mucho menos se trata de un producto finalizado en este apartado, pues todavía tiene que ir añadiendo masa muscular a su carrocería, especialmente en el contacto cuerpo a cuerpo, pero se trata de un jugador con muy buen atleticismo.
Hace uso de su envergadura tanto para proteger balón como para ganar balones por alto. Respecto a esto último, no es un receptor de juego directo, pero es bueno rematando envíos laterales, donde muestra buen timing y potencia a la hora de saltar y rematar. Además, su giro de cuello es perfecto, imprimiéndole la tensión y colocación adecuada.
Protegiendo el balón trata de hacerse fuerte a partir de su corpulencia. No posee un centro de gravedad bajo y mientras no gane fuerza, los rivales pueden imponerse en el choque, pues es un futbolista ligero.
Por encima de todo, Reinier responde al perfil de sistema ofensivo, construye ataques, fluye por todo el ancho del campo decidiendo cómo va a atacar su equipo, a qué velocidad y por dónde. Un meia-atacante brasileño, que pretende influir en el juego con una vocación muy ofensiva, buscando siempre agredir al rival, pero al que le gusta determinar el ritmo del juego, pausando y acelerando los mismos, a través del control, del pase o la definición.
Su juego puede entenderse como vertical, un cuchillo que busca rajar sistemas rivales. Opera como torre de control, aprovechando que posee una paleta de recursos completísima para ello. Le gusta sentirse muy protagonista de los mismos.
Técnicamente maneja todos los registros de ataque. Es verdaderamente completo respecto a su caja de herramientas.
A la hora de conducir, mantiene el cuerpo muy erguido y la cabeza levantada. Tiene una zancada que le permite acelerar el paso y sostener cierta velocidad en carrera, su marcha es visualmente muy estética. Sin embargo, fluye mejor en línea recta que en diagonales. Los cambios de dirección en conducción le cuestan más. En este punto tiene que ver su control del balón. El jugador no tiene todavía un gran control sobre los botes. Su físico hoy por hoy tiene una velocidad y envergadura a la que parece todavía no haberse acostumbrado, lo que seguramente suponga un déficit de coordinación, lógico en esta fase de crecimiento. Tal aspecto sólo puede mejorarse con el tiempo, a través del entrenamiento y la repetición, mientras el jugador va conociéndose mejor.
No es propiamente un regateador. Puede generar desequilibrio a través del cambio de ritmo o protegiendo el balón, pero no se trata de un encarador. Es un futbolista que se siente cómodo en medio del tráfico rival y que desde la recepción puede generar desequilibrios, pero no estamos ante un futbolista que busque recibir en aclarado para encarar a su par. Su acción característica mezcla pasos cortos en los que combina pausa y aceleración.
Su visión periférica le permite tener un amplio dominio sobre lo que pasa en todo el frente de ataque y a partir de ahí elige qué va a hacer para su equipo. Esa intención es la de profundizar, ya sea a partir del último pase, el disparo o directamente cargando el área. De ahí, puede entenderse que sea un futbolista tan relacionado con el gol, habiendo producido 6 goles y 2 asistencias en sólo 711 minutos de juego.
Es esa producción en el último tercio la que seguramente le conviertan en un jugador con potencial para ser muy especial. Lee bien a las defensas y rivales y trata de ejecutar a la mayor brevedad posible para no desaprovechar cualquier ventaja.
Esa anticipación conlleva imprecisiones. Como comentábamos anteriormente, su sensibilidad con el cuero no está del todo desarrollada y trata de ejecutar a una velocidad muy alta, lo cual genera cierta irregularidad en las acciones técnicas. Esto es más visible en partidos de primer nivel, donde la velocidad de respuesta es más rápida que en categorías inferiores, donde Reinier disponía de más tiempo y espacio para pensar y ejecutar.
Su pase es eminentemente vertical, busca en profundo a la espalda de la defensa rival o bien a través de cambios de orientación. De nuevo conviene señalar que todavía tiene que aprender a regular este aspecto. No es extraño verle fallar pases aparentemente sencillos, aunque luego deje detalles más complejos. Muchos pases están desprovistos de la tensión adecuada y el balón bota demasiado para el receptor.
Su intuición para atacar las zonas de remates es francamente productiva. Tiene mucha agresividad a la hora de llegar al punto de penalti y define muy bien, tanto en precisión como en colocación. Además, se le suma su capacidad rematando envíos laterales por alto, donde se ha visto un jugador con mucho potencial.
El disparo lejano es un aspecto en el que se le ha visto prodigarse en categorías inferiores y en el que parece tener potencial. En el primer equipo es una faceta en la que no se ha destapado. Su disparo es bastante violento y tenso, con mucha comba a la hora de subir y bajar. Este rango de tiro va a ser importante en el futuro. Jugando entre líneas es lógico que encuentre espacios lejanos al arco rival desde donde armar el tiro.
ANÁLISIS TÁCTICO
Y esa capacidad para encontrar puerta es la que seguramente le haya abierto las puertas del campeón brasileño en el último semestre. En el equipo de Jorge Jesús, Reinier ha tenido una participación creciente en un rol muy concreto.
Reinier ha desempeñado un papel como atacante, dentro de la doble punta del club de Rio de Janeiro. Jugando en el carril central, cerca de los centrales rivales y muy orientado a dar profundidad a su equipo, a través de la ruptura o caídas a banda.
A su vez, los puntas de Flamengo tenían libertad de movimientos entre líneas, pero siempre compensando el uno u el otro.
Seguramente este papel estaba inspirado en aquellos aspectos de Reinier que pudieran tener un impacto inmediato, a costa de sacrificar otros aspectos del ‘19’, en lo que, si bien tiene mucho potencial, aún es irregular.
Con la presencia de Everton Ribeiro o Bruno Henrique el Mengao tenía bien cubierto el juego entre líneas y con Reinier se ganaba un futbolista que pudiera estirar a los suyos y añadiera más dinamismo en ataque, complementando a Gabriel Barbosa “Gabigol”.
A su vez, ha sido un activo muy importante en el juego aéreo, en el que Reinier ha demostrado muchísima potencia para imponerse por arriba en el centro del área. Así, algo más alejado del juego, se le ha orientado a encontrar posiciones de remate.
Reinier se ha mostrado muy sacrificado a nivel defensivo. Con ventaja en el electrónico, no era extraño ver a Everton Ribeiro abandonar el costado diestro en los minutos finales y que fuera Reinier quien se encargase de administrar esa zona. En el balón parado defensivo, generalmente actuaba en zona, administrando el primer palo.
Conviene entender que se trataba de un futbolista de 18 años, recién cumplidos, dando sus primeros pasos en el primer nivel. Pese a su capacidad física, su cuerpo no poseía el grado de desarrollo propio de la competición, de ahí que el jugador sufriera en algunos lances, además de tener que adaptarse a un ritmo de juego más alto.
En cualquier caso, su contribución estos meses sólo puede catalogarse como positiva, sumando dentro del papel diseñado para él, participando en algunos momentos clave, como en la remontada contra el Bahía o las victorias contra Atlético Mineiro, Fortaleza o Fluminense.
Esta versión de Reinier, más reducida, contrasta con el futbolista que hemos visto en categorías inferiores y que se aproxima más a la versión que veremos de él en el futuro.
Un jugador de mayor participación entre líneas, con mucho volumen en el ataque de sus equipos, incluso apareciendo en zonas de gestación de la jugada. En definitiva, un enganche brasileño, que organiza a su equipo en el eje vertical y horizontal del campo.
REAL MADRID
La llegada de Reinier al Real Madrid no hace sino responder una vez más a la estrategia emprendida por parte del club blanco en el último lustro de captar talento diferencial en edades prematuras. Se trata de una apuesta muy fuerte a nivel económico por aquellos futbolistas más destacados en edades juveniles, quienes tienen todo por demostrar en el primer nivel, con el consiguiente riesgo deportivo de que tales apuestas no fructifiquen. Es por ello, que para reducir el margen de error, el Real Madrid opta por acumular una cantidad importante de jóvenes, con la esperanza de que algunos de ellos cumplan con las expectativas.
Se trata de un tipo de movimiento similar al que se viene impulsando a través del fenómeno analytics en los deportes americanos. Se parte de la base de que acertar en la elección de promesas es un ejercicio casi azaroso y que, por tanto, aumentar el número de draft picks aumenta la probabilidad de acertar en tales decisiones. Evidentemente el formato Draft no existe en el fútbol, lo cual facilita aún más las cosas para los clubes grandes, quienes a través de cantidades muy importantes de dinero pueden acceder a las mayores promesas. En cierta forma, compran draft picks, y lo hacen por cantidades que dentro de sus mastodónticas economías son más modestas o asumibles.
Por otra parte, esta política refleja posibilidades muy importantes a nivel financiero. Son inversiones que a las 22 o 23 años estarán amortizados, con la posibilidad de generar plusvalías a lo largo de la “vida útil” del jugador, además de contar con mayor flexibilidad financiera en ejercicios venideros. Por otra parte, los clubes más importantes, entienden que el peso de su camiseta genera un valor añadido al futbolista, de forma que la cotización del mismo es superior a los estándares del mercado produciéndose una revalorización en forma que, salvo infortunios en forma de lesiones, se trata de futbolistas que van a generar importantes rendimientos económicos en caso de que el club decidiese traspasarlo. El propio Enrique Tombas, tesorero del FC Barcelona, se pronunciaba en este sentido, citando casos como los de Yerry Mina o Malcom, quienes, pese a no haber tenido un paso fructífero por el club azulgrana, fueron traspasados por cantidades muy importantes.
Por tanto, conviene analizar el aterrizaje de Reinier con una mirada más amplia que la deportiva. En los últimos años, el Real Madrid ha incorporado hasta siete jóvenes que se desenvuelven en tres cuartos de campo (Asensio, Odegaard, Vinicius Jr, Rodrygo, Kubo, Brahim y, por último, Reinier). Son fichajes que no venían/vienen a cubrir una necesidad deportiva concreta, sino que responden a una estrategia mucho más amplia. Por una cuestión obvia de puestos en el campo y roles, no todos harán carrera en el Real Madrid y seguramente un número muy reducido de ellos llegue a la condición de estrella pero el club entiende que la apuesta merece la pena en cuanto a la relación riesgo-recompensa, dado que si fructifica habrán obtenido una estrella a unas condiciones muy ventajosas y de no hacerlo, hay muchas opciones de obtener un beneficio importante en caso de reventa.
A corto plazo, Reinier llega en un momento en el que las puertas del primer equipo están prácticamente cerradas por una cuestión administrativa (plazas extracomunitario). Si no se ha prolongado la estancia del brasileño en Flamengo seguramente sea porque así comenzará antes su tiempo de residencia legal en España a efectos del cómputo de plazos para la obtención de la nacionalidad española, así como el cupo UEFA de canteranos.
Lo más normal es que Reinier no tenga impacto alguno en el primer equipo en este semestre, salvo que alguno de sus compatriotas sufra alguna lesión que le abra las puertas del primer equipo. Debe entenderse pues este semestre como una aclimatación al club, al país y sus compañeros. En el eventual caso de que consiga abrirse paso hacia el primer equipo, no cuesta imaginar a Reinier siendo un futbolista del gusto de Zidane. En Flamengo ha mostrado actitud y predisposición a nivel defensivo y un elemento que puede sumar en el balón parado ofensivo y defensivo, aspectos de vital importancia para el cuerpo técnico. Además, responde al perfil de futbolista que gusta a Zidane, extremadamente asociativo, que se puede compenetrar bien con todos sus compañeros y que, además, tiene gol, algo que nunca sobra y menos al actual Real Madrid.
En el campo, cuesta imaginarlo fuera del carril central y sin libertad entre líneas. El rol diseñado por Zidane para Isco encaja como un guante en el fútbol de Reinier, pero es difícil aventurar en qué dirección ira su fútbol. La línea en la que va el fútbol actual terminará pidiéndole un radio de acción muy amplio, influyendo en tres cuartos de campo y por detrás de la línea de balón en todas las fases del juego. Lo que sí parece es un futbolista que va a demandar espacios interiores y capacidad de sumarse a zonas de remate.
Un jugador total.
Brillante análisis, Muchas gracias
Muchas gracias.
Madre mía, pedazo de análisis. Mi enhorabuena por sus conocimientos de fútbol y transmitirlos.
Todo el mundo coincide que es un pedazo de jugador. Ya tenemos a un centrocampista deseqilibrante, un delantero y un extremo, que pueden ser el futuro de brasil y del madrid.
Para mí, que no se gran cosa de fútbol, creo que son buenos fichajes y sobre todo que tienen mucho, pero mucho que mejorar, están en Europa, y se tienen que adaptar a todo. Por eso la confianza es fundamental. No les conozco, pero parece que por lo menos tienen cabeza, importantísimo, añadido a su calidad hay que confiar.
Muchas gracias.
Sencillamente fabuloso análisis
Muchas gracias
Gabriel
Muchas gracias.
Me quito el sombrero con el arduo trabajo que hay detrás para montar semejante artículo para desgranar al nuevo fichaje joven del Realmadrid. Por eso muestro admiración y a la vez, quiero expresar mi agradecimiento, como usuario, por el artículo.
Y ahora el palo. Leo lo siguiente: "pero se trata de un jugador con muy buen atleticismo." Y ahí me he parado y ya no he seguido leyendo. ¡¿Atleticismo?! ¿Qué es eso? ¿Se va a hacer del Atleti? ¿Es una enfermedad, dolencia o trastorno?
He de reconocer que ya venía atravesado por el inicio de ese párrafo que termina con el "atleticismo" mencionado, que empezaba así: "Estos traits atléticos..." Y ese vocablo inglés de "trait" en cursiva. ¿Por qué el uso del vocablo inglés? ¿No lo hay en español? ¿Es una moda? No lo he entendido.
No lo sé, pero la propia LaGalerna saca pecho por su subtítulo "madridismo y sintaxis" y de repente, me encuentro un párrafo que empieza con el vocablo inglés y termina con el inventado y ya no he seguido más.
En fin, aplaudo el gran trabajo y curro que lleva el artículo pero ese párrafo me ha detenido, ha sido como una presa que se interpone en el camino de un río, una interrupción que ha roto el discurrir deseado en la lectura del relato.
p.d.: yo no tengo ninguna duda de que el Realmadrid ha fichado muy bien. 😉
Muchas gracias.
Soy un ferviente seguidor de las competiciones deportivas estadounidenses, son términos con los que estoy muy familiarizado y he terminado incorporando a mi vocabulario futbolístico. El texto está encuadrado dentro de un contexto deportivo, son licencias que me permito y no me parecen impertinentes o inapropiadas.
A la Ouija relañista le pueden dar mucho por donde amargan los pepinos. Ya hace tiempo que les puse la cruz ❌ definitivamente. Así que, aunque pusieran mucho denuedo y esfuerzo en abandonar su línea editorial de exacerbado antimadridismo, nunca me recuperarán como asiduo. Lo nuestro se acabó.
Dicho lo cual, voy a explicar una Mas, la enésima muestra anti-madridista. Cuando se filtró el inminente fichaje de Reinier, hicieron un vídeo ( lamentable ) de pésima calidad y, lo peor, en el cual se recogían acciones del futbolista brasileño que no tenían demasiada brillantez ( regates donde finalmente perdía el balón, goles tras rebote, goles fáciles y otras jugadas que no le situaban al nivel que realmente tiene). Ayer visualicé el vídeo de Real Madrid tv (HD) y eso ya es otro cantar.
Veremos si logra triunfar en el primer equipo. Pero, de momento, el Castilla de Raúl se verá reforzado por la joven perla brasileña. Un jugador técnico y potente a la vez que remata muy bien.
En resumen, un proyecto de Kaka.
No es centrocampista, como he escuchado por ahí. Es un segunda punta o un mediapunta al uso.
Aún está en período de aprendizaje, por lo que su posición actual no tiene que ser la definitiva.
Es muy pronto para trazar comparaciones, está todavía en una fase muy prematura de su carrera y tiene mucho que aprender tanto en el plano colectivo, como en lo individual.
Como digo al final del texto, creo que es un futbolista que se maneja mejor en espacios interiores, con cierta libertad posicional y capacidad para llegar al área. Ese rol se puede desempeñar desde muchas ubicaciones y alturas de partida diferentes.
Estupendo artículo, efectivamente se nota el trabajo que hay detrás. Nivel Galerna, lo que es mucho decir. Tiene buena pinta este jugador. Pero no sé si habrá hueco para todos. Yo es que quiero a Ö el próximo año. Saludos madridistas.
oh...