Más o menos en plena pandemia, imagina que te diagnostican un cáncer. Tu vida —que ya está convulsa por el caos sanitario, con el teletrabajo, la distancia de amigos y seres queridos, el aislamiento y el cambio de costumbres— pasa a ser la prioridad más absoluta. Y el miedo, por mero instinto de supervivencia, te hace olvidar todo lo superfluo, lo frívolo, lo innecesario, en un ataque de inteligencia emocional absoluta que ni siquiera sabías que tenías. Y, o te pones en marcha, o te hundes y te encaminas hacia las fauces de la depresión.
Pero decides no hundirte y te diriges, a veces como el que avanza por el corredor de la muerte, pero sin perder la compostura y sin esposas en las muñecas, hacia los análisis, las resonancias, el peregrinaje entre batas blancas con tu mascarilla, que muchas veces oculta un rictus de pánico. Y decides que vas a luchar hasta donde te lleve la fortaleza de tu cuerpo y de tu mente. Hasta el minuto “noventa y Ramos”.
Te diagnostican un cáncer y decides que vas a luchar hasta donde te lleve la fortaleza de tu cuerpo y de tu mente. Hasta el minuto “noventa y Ramos”
Porque entre todo lo superfluo, lo frívolo, lo innecesario de tu vida y solamente si eres madridista de corazón, te invade el espíritu de Juanito, el “hasta el final, vamos, Real”. Porque así te educaron en la infancia de una ciudad francesa, Lyon, tu abuelo, que conoció a Raymond Kopaszewski, el pequeño gran Kopa, de sólo un metro sesenta y ocho centímetros, conocido como “Napoleón” pero también como “meneur de jeu” y que formó junto a Di Stefano, Rial, Gento y Puskas un quinteto magnífico que enamoró a Europa una vez que fichó por el Real Madrid, y antes a Francia, donde también era El Mago, elegante y habilidoso como Zizou, como Guti, como Redondo, pequeño y eficaz en el área como Butragueño, aunque de eso te das cuenta después.
Un Balón de Oro casi olvidado por el madridismo, puesto que dejó pronto el equipo blanco, para volver a su Stade de Reims, para disfrutar de su familia, de sus amigos, de lo superfluo, lo frívolo y lo innecesario que llenó más su vida.
Pero imagina que en casa de tus abuelos hay fotos dedicadas de El Mago vestido de blanco, portando en el pecho un escudo, que siendo tan niña, aún no asumes que será el tuyo, pero cuyo brillo te hace intuir que lo será.
Y caminando entre consultas, analíticas y batas blancas sin boca, intuyendo sonrisas de comprensión y aliento por las miradas, recuerdas que te hicieron guapa, lista y madridista y por eso sabes que ganarás tu “Champions” particular enfrentándote a la operación que mutilará tu cuerpo, superando la fase de grupos, y que cada ciclo de quimio serán tus octavos, tus cuartos, tus semis. Remontando, como en la Catorce, el cansancio, las nauseas, el malestar, el negarte a disfrazarte con una peluca, porque piensas, “qué caramba, Benzema, tu ídolo, tu paisano, tampoco tiene pelo”. Y sonríes para tus adentros.
Nunca sabrás cuándo llegará por fin la final, no sabrás dónde se jugará, si llegarás en la forma física más adecuada posible, ni cuándo tendrá lugar el partido. Lo que sí sabes es que durante todo el camino el Real Madrid te ha inspirado, te ha dado alegría, distracción, noches memorables que comentabas con tu gente, sin náuseas, sin cansancio, sin dolor. Y así, lo superfluo, lo frívolo e innecesario de tu vida son muchas cosas que antes te parecían importantes y que ya no están.
Te alías con la enfermedad, te haces su amiga porque no te queda otra, y porque sabes que te va a acompañar mucho tiempo. Lo que te lleva a pensar qué es lo que va a estar contigo mucho tiempo, y esperas que sea tu familia, tus amigos, los que quieres y amas. Pero la sabiduría e intuición que desarrolla cualquier enfermo saben que esas personas puede que no se queden todas contigo. Porque un amigo te puede fallar, un amante se puede ir, incluso un familiar no te comprenda y no te sepa entender y llevar…
Imagina que no sabes qué va a ser de ti, si te curarás o no, si te llevará más o menos tiempo. De lo que siempre estarás segura es de que disfrutaste y disfrutarás más de tu vida si eres del Real Madrid
Y entras en YouTube para ver tu canal favorito, o en Twitter para comentar con esa otra familia que te han "regalado" las novedades, las opiniones, o tienes suerte y puedes acudir al Santuario, al Bernabéu, con esas entradas que conseguiste in extremis. Entras y miras la imponente grada, oyes la alineación coreando cada nombre y escuchas el himno y te sobreviene la certeza de que elegiste estar en el lado bueno de la historia y que no se puede ser tan feliz si no eres madridista.
Imagina que no sabes qué va a ser de ti, si te curarás o no, si te llevará más o menos tiempo. De lo que siempre estarás segura es de que disfrutaste y disfrutarás más de tu vida si eres del Real Madrid.
Getty Images.
Gracias Fan Blanca. Muy emotiva tu manera de describir el madridismo.
Un placer. La emoción va ligada a toda simpatía por un club de fútbol y el madridismo es el ejemplo más profundo
Ánimo, yo ya lo he vivido y sigo siendo madridista, casi forofo.
Un abrazo.
Dices que sigues siendo madridista. Acaso crees que ,pase lo que pase en la vida uno puede dejar de ser madridista? Tanto tú como yo sabemos que eso es imposible. No se puede, ni se debe, dejar de ser madridista. Un abrazo
Aún con los ojos húmedos... gracias Fan Blanca.
Emociónate , Walter. Eso es bueno. El Real Madrid es pura emoción.
Gracias por leer mi artículo. Está dedicado a todos vosotros, mi familia madridista. Sigue emocionado, pero alegre, sonriendo. Con los brazos abiertos como Jude.
Me parece un escrito con mucha fuerza y ganas .
Procuro respetar y comprender las reacciones de personas en situaciones complicadas de su salud. Sin embargo la que más me llega es la de aquella que lo puede afrontar con entereza y dignidad. Solo añado una frase a la que he recurrido en los momentos más difíciles: "hay que seguir adelante aunque solo sea por curiosidad".
Qué bonita frase. Me la trinco, como diría Don Alfredo. Vale? Te agradezco mucho tu comentario. Gracias, gracias
Qué bonita frase. Me la trinco, como diría Don Alfredo. Vale? Te agradezco mucho tu comentario. Gracias, gracias
Esperando desde ya tu próxima colaboración con mi amadísima LA GALERNA, que me hace tan feliz como Mi Madrid y ahora tu Fan Blanca.
Ya te estoy siguiendo en X.
Gracias SIEMPRE.
Gracias, ya he visto que lo has reporteado. Ay que ricos sois todos. Yo era galernauta y ahora he avanzado un paso más. Seguid confiando en mi. Me esforzaré todo lo que pueda y más... para eso soy madridista, no?
Aplauso con las orejas.
El Madrid es tan importante porque es como la vida: nos proporciona entretenimiento y diversión, lo que sería una actividad intrascendente y casi frívola si no fuese porque a la par que nos sirve de terapia, nos evade temporalmente de la realidad y nos colma de ilusión, sus principios, valores e idiosincrasia (luchar hasta el final, meritocracia, búsqueda de la excelencia, cierta rebeldía) y el compartirlos con otros madridistas nos imprime un carácter necesario para perseguir los objetivos y sobreponernos a las dificultades.
Ahora a seguir batallando, a ganar la lucha como buena madridista, y los demás que lo veamos y sigamos disfrutando de sus preciosos artículos.
No puedes tener más razón. Que te puedo decir a parte de darte mil gracias. Millones. No esperaba tanto, de veras y estoy emocionada. El primer artículo de muchos!!! ( espero no bajar el nivel)
Ánimo que la vida te dejará meterle muchos más goles !!
Hablas Madrid y todos los luchadores de corazón madridista.
Muy emocionante. Gracias! Hala Madrid!
Te escuché en el canal de Pepe Herrero TV, y por ese motivo; pude leer tan hermoso artículo en la galerna.
A romperla tú, con otra remontada como el Real Madrid...