De menos a más, en el segundo tramo de la temporada ha ofrecido su mejor versión. Raro ha sido el partido en el que no ha salvado al equipo con una o dos paradas de gran mérito. Lo que se espera de un portero de élite.
El central en mejor forma de Europa ahora mismo. Ha constituido un baluarte en defensa en todo momento.
El año de su consolidación. A sus prestaciones defensivas ha añadido criterio en la distribución, más llegada a gol, pero sobre todo liderazgo.
El mejor nueve del mundo. Y también el mejor diez. La cuestión no es la cifra de goles que ha conseguido, sino que casi todos han sido goles que han abierto marcador o han dado ventaja al equipo. El ataque del Real Madrid gira en torno a su batuta.
Ha rejuvenecido físicamente. Hoy, forma con Varane la mejor pareja de centrales del fútbol europeo. Tras el confinamiento ha resultado vital, en mayor medida cuanto más ha sido la exigencia. Segundo máximo goleador del equipo.
Un portento físico, pero no solo eso. Hacía mucho tiempo que el Real Madrid no disponía de un lateral de ese nivel defensivo. Pero es que tras el parón, ha desplegado un gran caudal ofensivo.
Otra vez el metrónomo del Real Madrid. El equipo ha jugado a lo que él ha querido. No ha sido la mejor versión del alemán, pero se ha acercado mucho.
Antes del parón, quizás el jugador más diferencial del equipo. Un auténtico vendaval. A un físico inagotable, añade la típica garra charrúa, un criterio impropio para su edad y una calidad técnica de primer orden. En esta segunda parte de la temporada fue otro, probablemente afectado por el nacimiento de su hijo.
Si antes del parón solo pudimos disfrutar del croata a cuenta gotas, después ha conseguido rayar a gran altura sostenidamente, cada vez en más partidos y en tramos más largos. Puede que a Luka no le dé más que para la mitad de encuentros de una temporada, pero si su nivel es el que ha ofrecido tras la reanudación es un lujo para cualquier equipo, incluido el Madrid.
Tras Benzema el jugador más determinante en ataque. El que más capacidad tiene de superar defensas rivales. Fue decisivo en partidos de gran relevancia. Ha añadido sacrificio defensivo y se ha aplicado en la presión ordenada al rival. No aprovechó la oportunidad que “le concedió” Hazard para consolidarse. Pero como es lógico a su edad, todavía se muestra irregular.
Su evolución ha ido de menos a más. Ha ganado corpulencia y aunque alterna periodos de suplencia con otros de titularidad su desarrollo es constante. Parece que Zidane pretende dilatar los tiempos de este proceso pero que está encantado con el santista.
Lastrado por las lesiones, cuando ha conseguido estabilizarse se ha convertido en un fijo para Zidane. Las mejores fases de juego de la temporada han sido con él sobre el terreno de juego… hasta que el físico le aguanta. Zidane tiene una fe ciega en el malagueño. Si está en buenas condiciones, Isco es un titular indiscutible para el francés en cualquier partido de gran trascendencia.
Comenzó mal, en la misma línea de irregularidad que ya mostró toda la temporada pasada. Inseguro, caótico y sin la profundidad ofensiva que le caracterizó en otras épocas. Tras el parón mejoró, poco a poco, en todas las facetas del juego hasta alcanzar un buen nivel, probablemente por una simple cuestión de confianza. Que sea la primera temporada en muchos años que no se ve lastrado por continuas lesiones ha podido influir en ello.
Ha jugado poco tras más de un año sin hacerlo por una grave lesión. Por eso mismo tiene mucho mérito su aportación. No es un gran Asensio todavía, pero muchos pensábamos que eso era imposible y visto lo visto quizás no sea una quimera.
Ha cumplido con su papel como suplente, pese a que su presencia en algunas de las peores fotos de la temporada (derrotas contra PSG en Champions, Alavés en Liga y Real Sociedad en Copa puedan indicar lo contrario). Nunca ha salvado al equipo pero tampoco lo ha metido en ningún problema.
El brasileño ha jugado muy poco como consecuencia del impresionante nivel de la pareja de centrales titulares. Tras el parón ha cuajado algunas de sus mejores actuaciones como madridista, como la de Bilbao en la que lidió con éxito con un delantero tan incómodo como Iñaki Williams. En ocasiones se precipita, pero también ha mostrado velocidad, condiciones para la anticipación y el juego aéreo.
Ya no es el Marcelo de toda la vida, pero no ya defensivamente – a lo que nos tenía acostumbrados - sino tampoco ofensivamente. La buena noticia es que tampoco es el Marcelo de la temporada pasada. Ha rendido aceptablemente, sobre todo en los últimos partidos antes de su última lesión, incluidos algunos de gran exigencia como el clásico.
A pesar de las muchas ausencias por lesión, Zidane ha seguido contando con su comodín hasta en 20 encuentros. Casi siempre cumpliendo discretamente. Aunque ya sabemos que tampoco se le requiere para que resulte diferencial. La nutrida competencia en las bandas, no obstante, limita sus posibilidades, al igual que con Nacho, a suplente de Carvajal.
Cuesta entender cómo alguien que casi nunca se lesionaba haya acumulado cinco lesiones a lo largo de esta temporada. En ningún momento se ha visto al Hazard del Chelsea, ni de cerca. Una temporada para olvidar y de la que solo queda esperar que se recupere del todo para que la que viene sí que podamos disfrutar de esa versión: la de un jugador franquicia.
En el último tramo perdió la poca confianza que le inspiraba a Zidane, que se decantó por la pareja de brasileños, secundados por los dos que se presumía fueran titulares de no haber sido por sus lesiones (Hazard y Asensio). Antes, había jugado 20 partidos en los que, a excepción de uno en septiembre en el que marcó dos goles, apenas aportó nada. Lo peor que se puede decir de Bale es que se ha convertido en un jugador intrascendente. Ha perdido el poderoso físico que le hizo ser uno de los mejores del mundo y tampoco parece que su ánimo, más enfrascado en su conflicto con la prensa, sea el más idóneo.
Dos lesiones, una en octubre y la última poco antes del retorno de la competición, lastraron su temporada. Apenas ha podido participar en nueve partidos. Es probable que su futuro en el equipo solo tenga recorrido, como suplente, en el lateral derecho pero tampoco rindió bien lo poco que se le pudo probar.
Aunque su primer me resultó esperanzador, cuatro lesiones (casi cada dos meses) le privaron de la mínima regularidad como para poder competir con sus compañeros. En los últimos partidos decidió apartarse del equipo y no jugar.
775 minutos repartidos en 25 partidos no son una buena base para desarrollarse, pero tampoco ha dado sensación Jovic, en ningún momento, de merecer muchos más. Cuatro lesiones y un nutrido historial de incidentes polémicos tampoco ayudaron a revertir esta situación.
84 minutos. El jugador que menos ha jugado de la plantilla. 5 lesiones y la oportunidad de nunca estar disponible cuando surge una oportunidad para que juegues. Y eso que al final parecía estar por delante de Jovic en la rotación. Lo más relevante su gol final en el partido del Camp Nou.
177 minutos para un jugador que no ha estado lesionado son suficientemente pocos como para asimilar que el entrenador no cuenta con él. Ello no ha impedido que Brahim se haya negado en todo momento a salir en busca de oportunidades a modo de cesión.
Si eres el lateral suplente y tu entrenador no te pone cuando no está el titular es que algo no funciona. Si el entrenador acepta que salgas del equipo aunque la plantilla se quede sin un recambio para esa demarcación, es la señal definitiva de que no te ve, al menos todavía, integrado en este proyecto. Algunos errores defensivos groseros y una expulsión absurda pudieron haberle condenado.
Esta es su liga. Para comprender lo que ha conseguido en su justa medida debemos mirar atrás y recordar cómo estaba la plantilla cuando Zizou cogió el timón de nuevo. A él debemos achacar la recuperación de un gran número de veteranos, que para muchos estaban ya deshauciados, así como la consolidación de jóvenes como Valverde o Mendy o la progresión de otros, todavía más inexpertos, como Vinicius y Rodrygo. El francés se ha cerrado en torno a un grupo de 17 jugadores, es cierto que muestra cierta inflexibilidad con los restantes, pero todos sabían desde el principio cuál era el plan con cada uno.
Pero esta vez no podemos reducir la gestión a lo motivacional. Este ha sido el Real Madrid más avanzado tácticamente. Pocas formaciones ofrecen tantos dibujos y variantes tácticas. El equipo ha presionado por primera vez en mucho tiempo de manera coordinada y sostenida, ha mostrado equilibrio en las transiciones, cada jugador que abandona su posición recibe una cobertura (lo que ha repercutido especialmente en la mejora de los laterales). Destacar especialmente la salida del balón, con los laterales ocupando el carril del interior. También se ha renunciado al centro como recurso persistente. Se ha llegado a línea de fondo, pero pisando área…
El equipo ha sido una roca defensivamente y es cierto que ha carecido de punch en ataque, pero más por falta de dinamita que de juego. Se ha ganado la liga con dos de los tres atacantes presuntamente titulares lesionados casi todo el año…
En definitiva, el mejor Zidane. Un entrenador como la copa de un pino.
Fotografías Getty Images.
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En general bastante de acuerdo con tus notas y comentarios
¡Hala Madrid!
Mariano marcó su gol en el Bernabéu, no en el Camp Nou. Por lo demás, de acuerdo en casi todo, aunque yo le habría puesto más nota a Marcelo, al que muchos daban ya por amortizado.
Un 10 a ZZ, sin duda. Callando bocas una vez más.
Encomiable ejercicio lo de las notas, pero innecesario. Sobre todo en un momento como este. Parafraseando a otro fantástico colaborador de "LA GALERNA":
TODOS HAN ESTADO DE 10, Y FLORENTINO MATRÍCULA DE HONOR.
Punto.
Suspender a Hazard me parece injusto. Estaba comenzando a ser diferencial hasta que lo cazaron impunemente. No son lesiones musculares ni por "estar gordo", sino consecuencia del juego duro que se ha permitido contra él (sin ir más lejos ayer).
Estoy de acuerdo.
Añado además que seguro que el artículo está escrito de buena fe, pero eso de andar, justo hoy, repartiendo suspensos y "se esperaba más de..." me resulta un tanto incómodo. Suena un poco como a señalar a los que no merecen celebrar el título porque no se lo han ganado, o algo así. Queda feo e igual hoy no era el momento.
En fin, lo siento, pero es mi sensación.
Areola no jugó contra el PSG y Hazard estaba siendo determinante hasta que le cazaron salvajemente, volvió y le volvieron a cazar, y ahora cuando ha vuelto a regresar le siguen intentando cazar en todos los partidos con la permisividad arbitral. No creo que merezca un suspenso, y por supuesto Isco un 6 ni de broma, temporada flojísima en la que no ha sido determinante en ningún partido
Me hubiera gustado ver al entrenador como la copa de un pino en la ida de la ChL. También me hubiera gustado ver la copa de ese pino frente a la Real en Copa. En ambos casos cometió errores no justificables. Fueron errores groseros e impropios de un entrenador como la copa de un pino. Por lo demás, notas muy bajas a los que no han jugado dando por hecho que no lo han merecido. Y notas agradecidas para los que han jugado más teniendo menos méritos que los que apenas han jugado. Que Marcelo haya jugado prácticamente los mismos partidos que Mendy, entra en el mundo de lo esotérico.
Lo malo de todo esto es que el concepto "merecer" adquiere un significado como poco peculiar cuando hablamos de ZZ. ¿Qué méritos de más ha hecho Isco sobre Bale, por ejemplo? No vemos los entrenamientos, es difícil opinar. Pero sí vemos sus físicos y no es difícil deducir abandonos y poca profesionalidad. ¿Por qué Isco o Marcelo sí merecen ser rescatados y Bale no? Tal vez todo se reduzca al consabido "me gusta o no me gusta", que como criterio es tan válido como otro cualquiera. ZZ es el entrenador, él decide. Lo malo es que de vez en cuando te aparece un caso de "no me gusta" que dice muy poco del decisor. Si les recuerdo a Marcos Llorente, entenderán. Por el bien de todos, esperemos que no se repita con Achraf. Yo temo por Odegaard. Y aunque no guste, hay motivos para temer.
Acabo. ¿No tiene mérito ZZ en esta liga? Claro que lo tiene. ¿De matrícula de honor? Pues no. El equipo daba muestras muy preocupantes antes de la aparición del virus. En sus últimos cinco partidos previos, solo ganó uno. Daba todo la sensación de que había arrasado a los jugadores. Su mayor virtud, para mí, es su lectura global de los once partidos restantes y la preparación de la parte de la plantilla en la que confía. Muy buen trabajo, pero no excelente analizando el global de los 38 partidos porque, visto lo visto, me parece a mí que, con su grupo de confianza, no le hubiera alcanzado. De hecho hay más razones para creer que no le hubiera alcanzado que para lo contrario.
Realmente, te crees que este es el momento idóneo para soltar esta parrafada sobre Zidane. Mas inoportuna no puede ser.LIGA NUMERO 34 y te dedicas a criticar a Zidane. Ni en la gloriosa época de DON ALFREDO DI STEFANO, se ganaban todos los titulos que se disputaban cada temporada.Esta temporada ya llevamos 2( SUPERCOPA Y LIGA).
¡Anda tápate un poquito!
¡HALA MADRID Y NADA MAS!
Por cierto, que se me había olvidado, amigo Pepe. Hablar, en el caso de Bale, de la pérdida de su poderoso físico cuando en los controles realizados a la plantilla apareció como el jugador más rápido y más resistente, es un poco aventurado. Tal vez todo sea más sencillo de explicar. Bale no da una a derechas porque no tiene la confianza de su jefe. Puede que sepa que va a dar igual lo que haga y puede que hasta tenga razón por pensarlo. Ya le ocurrió en la temporada 17/18. Sus últimos dos meses fueron los mejores desde que está en el Madrid. Fue premiado con la suplencia en Kiev.
Lo clavaste en todo. No encuentro al entrenador más regular ni determinante que por ejemplo a Modric, partidos de gloria no siempre completos y bastantes para olvidar.