Buenas tardes. Hoy hemos tardado en salir porque el Madrid es líder en solitario y -como le gusta a nuestro colaborador Fred Gwynne- sin jugar al parecer a absolutamente nada. No sabemos si lo sabíais, pero cuando se dan esas circunstancias los portanálisis de los medios online declaradamente madridistas (que sepamos solo hay uno en el mercado que lo lleva a cabo todos los días) quedan cautelarmente secuestrados de oficio por la autoridad judicial permanente. "A ver qué van a escribir estos". Hoy ha sido uno de esos días, amigos. Estas líneas os llegan en este tardío momento porque el juez se ha tomado su tiempo en valorar el que no hubiera en ellas nada impropio, verbigracia una opinión positiva sobre el juego del Madrid, ayer, ante los vascos.
Coincidimos con Marca: liderato con apuros. Y no nos propusimos nunca escandalizar al juez, gracias a lo cual aquí estamos: el juego no fue como para que Walt Whitman le hiciera una oda, aunque nunca faltaron el carácter ni el empeño por superar a los aguerridos y bien plantados leones, como reza el tópico. Y coincidimos, porque a la vista de todos estuvo, en que Cristiano demostró tener la puntería averiada, en particular en un mano a mano donde pudo pasar (¡egoísta!, volverá a clamar la caterva de monjas que observa cada uno de sus gestos sin pasarle una) o al menos no disparar a un muñeco llamado Iraizoz. Antes de eso, que fue al final, pasaron muchas más cosas, claro, a saber: que Kovacic será croata pero conduce el balón a la gallega, esto es, sin que se sepa si va o viene ni física ni figuradamente, es decir, en relación a su camino al éxito; que los mejores fueron Kroos, Marcelo e Isco hasta que Zizou cambió a este último para recordarnos que los designios de la Santísima Calvidad (Toni Brown dixit) son en ocasiones insondables; que Bale jugó mucho mejor por la izquierda, como obedeciendo a la hipnosis practicada por una élite secreta de iluminatti pipperi; que seguimos amando a Varane pese a combinar este año grandes actuaciones con la tendencia a dejar al delantero contrario solo delante de Keylor, detalle que gracias a Dios el destino tiende a desaprovechar ora por ser Keylor el portero, ora por ser el delantero Iñaki Williams; y que al que sobre todo amamos es a Morata, que volvió a resolver el embrollo muy al final, justo antes de que a Cris se le apagara la luz ante Iraizoz.
Morata, siempre Morata...
Lo hemos dicho muchas veces en esta misma sección, amigos: nos gusta tanto Morata que somos capaces de ignorar la inveterada tendencia del Ouija Daily por intentar colocarlo como titular cueste lo que cueste. Qué fijación, madre de Dios. Hoy arremete en su editorial Alfredo contra Cristiano con el claro afán de abrir el abanico: primero que lo pongas en lugar de Karim, luego que lo pongas en lugar de Cristiano, y llegaremos pronto a que lo pongas en lugar de Bale, a poco que el de Cardiff baje el pistón. Que lo pongas, coño, falta titular a Relaño, y a pesar de todo, muy a pesar de la monserga, nosotros en La Galerna queremos tanto a Álvaro.
Eso sí. Para amor, para verdadero amor, el que nos suscitan las portadas de la prensa deportiva catalana. Bien visto, es enternecedor el que haya gente (y mucha) que en conciencia considere que sus héroes se llaman Leo, Iniesta o Ney cuando la verdad dicta que sus verdaderos héroes (sin desmedro de los citados) se llaman Undiano, Clos, Stark, Clos. Algunos (cuidado) lo saben, aunque se hagan los ofendidos cuando se lo recuerdas. Pero hay muchos culés bienintencionados que abrazan la ingenuidad y, a través de ella, yerran en la identificación de los genuinos artífices de sus éxitos. La gente necesita creer en algo y el culé bien nacido (hay muchísimos, la mayoría) abraza la fe en la limpieza de sus éxitos con la misma y conmovedora fe con que el personaje interpretado por Joseph Cotten se negaba a aceptar en "El tercer hombre" que su amigo Harry Lime traficara en Viena con medicamentos adulterados. Aman a Leo y Busi y Suárez y por amor se ponen una venda delante de los ojos. ¿Quién, y lo decimos sin la menor ironía, no lo ha hecho alguna vez? Nos enternecen. Nos enternece que no sepan o no quieran saber que si el Barça no está a estas alturas cuasi-desahuciado en la Liga es por los empates recientes del Madrid, sí, pero también por las mismas razones por las que el Madrid del tercer año de Mou sí que estaba ya desahuciado en la Liga a esta misma altura de campeonato.
Son nombres de héroes culés que se repiten año tras año, como una letanía inexorable: Undiano, Clos y muy pocos más. Son unos cuantos nombres cuya iteración es al parecer inesquivable, y vuelven a moldear la suerte (no es tal) del Barcelona sin que por lo menos se produzca una renovación en la relación de héroes, aunque persistan sobre el Barça los efectos benéficos. Variedad. No pedimos mucho. Que siga la felonía si no hay más remedio, pero que por lo menos no sean los nombres de siempre. Que el nombre de Undiano (solo el nombre, no solicitamos más) desaparezca de nuestras vidas.
Nuestro abrazo sincero para todos los culés de buena fe que, por amor y honestamente, aún creen que están ahí por méritos propios, y nuestro abrazo aún más sincero para Iniesta, a quien deseamos una pronta recuperación.
