No levantan cabeza

Buenos días. Ayer se batieron en un intenso, bellísimo duelo el mejor equipo de siempre (incluido ahora) y el mejor equipo de ahora mismo. El resultado fue un empate que contenta a algunos y no contenta a otros. Partiendo de la base de que el Madrid siempre debe ganar y no empatar, y teniendo asimismo en cuenta que llegó a los últimos minutos con el marcador y las sensaciones a favor, hay que comprender hoy a los madridistas que se sientan predominantemente decepcionados, sobre todo por la repetición de este patrón en los tres últimos choques.

Decepcionados pero no enojados ni mucho menos abatidos. El partido, una cita de altísimo nivel para el conjunto de Zidane, quizá la más alta hasta la fecha y una de las más altas de la temporada sin duda, dejó demasiadas buenas noticias como para sentirse así. El Madrid recuperó para la causa y frente a un rival temible a jugadores que estaban, por diferentes razones, discutidos o perdidos o de vuelta de una lesión o extrañamente diluidos. Hablamos de Keylor y Varane, pese a ese desgraciadísimo gol en comandita, autores a partir de ese minuto de una remontada anímica y futbolística extraordinaria. Hablamos de James, cuya reactivación ya se venía intuyendo. Hablamos de Danilo, siempre discutido y anoche expeditivo y solvente bailando con la más fea en su marcaje al habilidosísimo Dembélé. Y hablamos, por supuesto, de Cristiano, autor de un gol (que coronó -una vez más- un asombroso contragolpe colectivo) y permanente sembrador de zozobra en la zaga alemana.

Pudimos ganar y empatamos, es cierto, pero no lo es menos que lo hicimos en casa de un adversario brillantísimo, el gran rival de un grupo que al final va a resultar no ser el chollo que se nos ha querido vender (habrá que, con perdón, calentar mejor las bolas) y que de mantener esta línea puede ser tan candidato a llegar a la final de Cardiff como el propio Madrid, el Bayern o el Barça. Leed la crónica de Quillo Barrios y sacad vuestras propias conclusiones.

Lo que predomina en las portadas es sin embargo, curiosamente (?), la botella medio vacía cuando no la tinaja completamente llena, pero completamente llena de excrecencias.

"Se volvió a escapar", titula Marca de manera indiscutible pero profundamente injusta puesta en contexto. Hablábamos de la repetición de un patrón y quizá nosotros mismos hemos caído en  desliz similar al hacerlo. ¿Tiene, bien pensado y con todo el respeto, algún sentido futbolístico meter en el mismo saco a la U.D. Las Palmas y a este descomunal equipo alemán? ¿Puede por tanto, por mucho que todos vistan de amarillo, hablarse de esta serie de empates ante tres rivales sucesivos como de parte de un mismo proceso? ¿Es razonable entonces titular "se volvió a escapar"? Lo que se escapó ayer ha de ser a la fuerza muy diferente a lo que se escapara ante los canarios o ante el Villarreal, por la sencilla razón de que no hay comparación posible entre esos dos respetables equipos españoles y la sensación europea del momento, con sus Aubameyang, Götze, Schürrle, Dembélé y Guerreiro al frente.

Con todo, la óptica mediovaciística de Marca es pura fanfarria vikinga, claro, al lado de la perspectiva de la que hacen gala los medios catalanes en su modo de titular respecto al partido de ayer. Atención a los amigos de Sport.

Lean justo encima de estas líneas, sobre graciosísimo (jojojojo, no sigas que me troncho) fondo amarillo: "No levantan cabeza: tercer empate seguido". Ya lo habéis visto, galernautas. No levantamos cabeza. Líderes en la Liga y colíderes en nuestro grupo de Champions pero no levantamos cabeza. ¿Qué es, por oposición, levantarla? ¿Perder en el Nou Camp con el Alavés? Levantar o no levantar, he ahí la cuestión. Que se lo pregunten a Bruce Springsteen, que en su descarnada autobiografía, recién publicada, confiesa haber pasado por fases de manifestación de un problema en ese sentido. Si el mismísimo Springsteen, imagen de marca de la testosterona, ha tenido alguna vez problemas para levantar (cabeza), y ninguno osaríamos burlarnos, ¿no tiene derecho el Madrid a empatar con el equipo más en forma de Europa?

La ridícula saña con la que titula Spot casi deja en amigable la óptica de Mundo Deportivo, pero no por eso vamos a dejar de sacudir a quien (aunque no sea por esto) más lo merece hoy. Y de calle.

Os merecéis, aunque hoy no sea por la portada, todo el vitriolo que os pueda caer encima, Mundo Deportivo. Ayer publicasteis el tuit más vergonzoso de la ya de por sí bochornosa carrera que lleváis en las redes sociales. "Un turbio asunto familiar salpica a Gareth Bale", Mundo Deportivo. "Un turbio asunto familiar salpica a Gareth Bale" junto a dos fotos, una de Bale con su mujer, otra de otra mujer semidesnuda. Cuando lees la noticia en cuestión, Mundo Deportivo, y la comparas con el sucio señuelo que representa tu tuit, solo puedes sentir asco ante la búsqueda amarillista (jojojo, calla que me troncho) del clic más ignominioso, y todo a costa -si pudierais, que no podéis, hacerle mella- de la imagen de un deportista ejemplar. Vosotros sí que no levantáis cabeza. Pero no la levantáis de la podredumbre y del oprobio.

Algunos días te mereces nuestra ironía, Mundo Deportivo. Hoy no. Hoy te mereces ir muy despacito, con todas las paradas que quieras hacer por el camino, a la mismísima mierda.

Buenos días.