Don Paco era un hombre humilde. Eso no es algo que esté al alcance de cualquiera, la humildad es una virtud y por tanto se gana trabajosamente, no le viene a uno instalada de serie. Así que no le daba mayor importancia a ser el jugador con mejor currículum de la historia, mejor que el de su amigo Di Stéfano, al que otorgaba sin dudar el trono de mejor futbolista que había visto en su vida. Gento era un jugador de equipo, que tratándose de fútbol es una redundancia porque en el fútbol el equipo lo es todo, también la condición necesaria para que el talento individual se exprese con soltura y eficacia.
Don Paco era un hombre humilde. Así que no le daba mayor importancia a ser el jugador con mejor currículum de la historia, mejor que el de su amigo Di Stéfano, al que otorgaba sin dudar el trono de mejor futbolista que había visto en su vida
Gento sabía que su dimensión legendaria, inalcanzable (en sentido literal, porque es muy improbable que alguien llegue a ganar en el futuro seis Copas de Europa y doce Ligas), solo se entendía en función de un club único que alumbró una generación de jugadores a su vez única: si alguien llegara a acariciar el milagro, también sería en el Madrid, y él lo sabía. Como era un hombre humilde se avino en dos ocasiones a honrarnos con su presencia y su sabiduría en las cenas en que nos reunimos de vez en cuando la gente de La Galerna. Don Paco nos hablaba entonces de aquel fútbol en que salías a jugar contra un equipo extranjero del que no sabías nada, ni cómo jugaban ni de qué pie cojeaba el defensa que te marcaba o el delantero que te encaraba; de aquel comentario que hizo el segundo entrenador cuando Puskas se personó por vez primera en el vestuario con su barriguita proverbial (“si este está para jugar, yo también”, poco tardaría en salir de su error); de aquel gol definitivo en la prórroga de la Tercera contra el Milan que nunca había podido ver porque no hay registros.
Mi hermano Nacho tuiteó la foto que nos hicimos ambos con él en una de aquellas cenas apostillando que entre los tres sumábamos seis Copas de Europa. Es verdad, porque esas orejonas las ganó para nosotros, aunque yo ni siquiera había nacido cuando ganó las cinco primeras, así que de algún modo las ganamos con él. Él nos vaticinó pocos días antes que íbamos a ganar la Undécima, no hay más remedio, dijo. No habrá más remedio que ganar la Decimocuarta este año para él.
Getty Images.
Sr Faerna,
Anímese a escribir más en este foro. Una pena que sea para despedir a don Paco Gento, que podamos leer sus notas.
Don Paco Gento, MUCHAS GRACIAS POR TODO.
DEP
HALA MADRID!!!
Muy de acuerdo con el anterior comentario.
Grande, Chema
No soy del Madrid (soy del Levante), pero Don Paco ha sido una leyenda de todos los aficionados al fútbol. D.E.P. Por cierto, el artículo excelente.
¡ Qué bueno !
No habrá más remedio que ganar la Decimocuarta este año para él.
A por ella, chicos.