El jugador brasileño del PSG es un producto de mercado
Podríamos decir que Neymar es una fiesta que nos sigue, como decía Hemingway de París, precisamente. Pero no lo vamos a decir. Al menos lo de que sea una fiesta. Que nos sigue es indudable, aunque en realidad no es que nos siga, sino que hacen que le tengamos que seguir. Aunque no queramos. Nos hablan tanto de Neymar que acabamos pensando en él en exceso. Lo cogemos, lo ponemos de un lado, lo ponemos del otro a ver si está más guapo. Decimos: “Pues será este su lado bueno”, pero no lo encontramos.
Y mientras tanto que si Neymar al Madrid. Cada vez que hace algún partido destacable, Neymar es objetivo del Madrid. A mí esto me huele a chamusquina. ¿Qué pasa, que nos lo quieren endilgar? Vaya por delante lo del “partido destacable”. ¿Fue lo de ayer una demostración palmaria de que Ney es un jugador singular, un elegido? Sigan intentándolo. Yo no sé cuántos años llevan intentando convencernos de esto. ¿Diez? Y tiene 29. Como decía ayer Manuel Matamoros: “Aún puede tener hijos”, pero oigan, dejen al personal abandonar toda esperanza, no en lo de los hijos sino en lo otro.
Déjennos seguir adelante. Permitan al Barcelona sufrir en soledad su deseo enfermizo por él. Hagamos posible que lleven su patético duelo sin rumores desasosegantes. Que el peso de sus asuntos en los tribunales sea lo menos grave posible. ¿Recuerdan de Neymar algún taconazo en Old Trafford? ¿Alguna chilena en una final de la Copa de Europa? ¿Algún gol como aquel cabezazo de Anelka? ¿Recuerdan algo de Neymar? Yo no consigo recordar nada más allá de jugadas y actuaciones que prometían que ese algo al que me refiero llegaría.
Me recuerdo esperándole sin demasiadas ganas, obligado por la insistencia de los medios y de los entendidos. Pero a estas horas aún no ha llegado y yo ya me he ido. Ya no me importa que sigan con la matraca, aunque creo que oír hablar de Neymar casi me incomoda. Nunca me pareció un jugador para el Real Madrid, pero hubo algún momento en que llegué a pensar que estaba equivocado. Ese es el quid. La maquinaria publicitaria de Neymar ha funcionado muy bien. Y continúa funcionando.
Nos ha mantenido enganchados a la posibilidad del nacimiento definitivo del futbolista anunciado. Pero es como si nos hubieran tomado el pelo. Neymar es un buen futbolista y nada más y nada menos. Es como aquel caballo de Pat Stamper, el personaje de Faulkner, que deslumbró a Ab Snopes. Luego llovió y el magnífico ejemplar resultó estar teñido e inflado. Todos somos Ab Snopes obsesionados por un buen caballo. No perdamos la cabeza por un caballo bonito. Florentino Pérez y el Real Madrid no la perdieron en su momento (no así otros), y ese momento pasó.
Neymar nunca ha querido, además, jugar en el Madrid. Para jugar en el Madrid lo primero es que el Madrid te quiera y lo segundo es que tú quieras al Madrid. Yo me temo que Neymar no sabe lo que es querer al Madrid y nunca lo sabrá. Tampoco quiere al Barcelona. Ni al PSG. A todos les ha hecho feos mientras permanece incomprensiblemente expuesto en el escaparate como un objeto de lujo. Neymar no quiere a nadie más que a sí mismo en la representación de su lucrativa comedia.
Sólo le ha importado el dinero y su cotización personal en una ya larga experiencia carente de emoción y de emociones, esas sustancias del fútbol, de la vida, del amor y del Real Madrid que decidió obviar desde el principio para permanecer en la superficie, donde quedará para los restos, muy lejos de aquello en lo que siguen insistiendo, cada vez con menor fuerza y convencimiento, que llegará.
Fotografías Getty Images.
Excelente y certero artículo.
Saludos.
LO HAS CLAVADO, SÓLO SE QUIERE A SÍ MISMO Y AL DINERO, AH Y LOS CUMPLE DE SU HERMANA.
Un buen jugador, solo cuando el quiere. Pero un cabrá loca, de esos en mi equipo ninguno
No quiero a Neymar en mi equipo ni regalado.
Felicidades y muchas gracias por el artículo.
si, esta verde
Me siento muy reflejado Don Mario, enhorabuena
Representa todo lo contrario a los valores del Real Madrid.No lo quiero ni regalado. Los periodicos barcelonistas, cuando se intuia que lo podia fichar el Madrid en su etapa en el Santos,lo definieron como : el macarra de la cresta.
Si Neymar jugase en el Real Madrid.....los Ciudadanos Periodistas..se frotarian las manos tanto y tan fuerte que no haría falta llevar mechero..... NUNCA....en mi Real Madrid...
Saludos.
Pues yo no es que le vea verde , es que le veo pasado , pero de rosca .
Si verde como las uvas
Es el prototipo de jugador brasileño habilidoso. Ha habido muchos antes que él y habrá muchos después que él.
Esperar que un jugador sienta los colores es exigir demasiado e incluso superfluo, en mi modesta opinión. Se les debe exigir es implicación en la causa (temporada) y profesionalidad.
Neymar no ha demostrado nunca implicación, cosa que delata su falta de profesionalidad.
Es que se tiende a olvidar que son deportistas de élite, y como tal se les debe exigir.
Y personalmente me da igual que tengan 20 años y quieran salir de juerga. Supongo que eso será un problema que afecta también al equipo de natación sincronizada (por ejemplo), o de ciclismo. Es el precio de la profesión que has elegido. También se retiran a los 35 años habiendo ganado para vivir durante el resto de su vida; lo que les deja 45-50 años, si no más, para echarse a perder como le ha ocurrido a Maradona, tocarse el badajo, incluso para hablar de este apéndice como en el caso de Pelé.
Neymar hizo un partido impresionante. Durante la mayoría del tiempo fue el único que mantuvo a flote al PSG. Batió el record de regates de la champions. Regates: es eso que solo hace Vinicius en el Madrid. De verdad, nos puede caer mejor o peor, pero es un pedazo de jugador.
Discrepo enormemente.Me gustaría en mi equipo.Todo lo demás se podría cambiar enseñar. Pero le daría un plus muy grande al equipo.
si queremos que el vestuario sea un polvorin mas de lo que lo ha sido estos ultimos años y si queremos que la prensa hable mas los sobre lo que hacen los jugadores fuera del terreno de juego que dentro, neymar es el indicado.
el daño que un personaje asi puede hacer dentro de un vestuario puede ser mayor que cualquier aportacion suya en el terreno de juego.
cara a puerta pero que vinicius