Negreira Selección 

Buenos días. La selección española de fútbol, que por lo que vemos en las propias portadas de hoy sigue siendo ominosamente conocida como la Roja, perdió ayer en Glasgow, y tal cosa es el argumento principal de todas y cada una de las primeras planas. Qué pereza, Virgen santa.

La Galerna es apátrida. Esto ha sido dicho en multitud de ocasiones. Nuestra patria, en todo caso, es el Real Madrid, y aunque nuestros socios propietarios sean españoles sabemos que el Madrid trasciende las fronteras y hasta la atmósfera que respiramos. En el interior de dicha atmósfera, tirando hacia el norte, en el mismo estadio donde el Madrid ganó dos Copas de Europa (1960 y 2002), la selección de Luis de la Fuente naufragó justo cuando el técnico vasco comenzaba a caernos bien.

Decimos que De la Fuente empezaba a caernos bien porque parecía querer insuflar un mínimo de sentido común en su combinado. Acertará o se equivocará, pero no cuelga sobre él la sospecha de la prevaricación, que es lo que le colgaba (con perdón) al anterior técnico. De la Fuente ha borrado del mapa la ignominia de un producto de marketing panenkista como Eric García, ha convocado a Nacho -reparando así la injusticia manifiesta de su no convocatoria anterior- y se ha atrevido a señalar públicamente, con gran valentía, el elefante en la habitación que todos veíamos pero trataba de ocultarnos la propaganda culé, a saber, que Gavi está sobrevalorado y tiene serios problemas de manejo de la cólera histérica que por alguna razón bulle en el interior de su alma de pequeño macarra intempestivo. (No son palabras exactas de De La Fuente sino nuestro modo de parafrasearle, entiéndase).

Así que nos da cierta pena que ese señor se estrelle, si es que va a estrellarse como da a entender la virulencia de las críticas de hoy. Sugeriríamos que le dejen trabajar, pero los medios no parecen inclinados a la prudencia ni al voto de confianza. No lo están de natural, digamos, y en este particular tienen pinta de querer tirar al monte con vehemencia, en especial la prensa cataculé.

Atención a la clave de la derrota que insinúa Sport.

“Naufragio”, titula también Sport, y la razón de que los restos de la embarcación sean ya pasto del oleaje aparece en el destacado. “La Roja, SIN NINGÚN BLAUGRANA EN EL ONCE, cae de forma inapelable ante Escocia con una pobre imagen”.

Acabáramos.

El tema es que no había blaugranas en el once, es decir, que no había en el mismo jugador de Europa League, que es a donde llegan (y no muy lejos) los futbolistas de Xavi en el contexto europeo de fútbol. Se ve que algo parecido se pretende que pase con España en el contexto del fútbol europeo de selecciones, donde por supuesto no existe la Europa League pero se nos entiende, o no.

Se nos antoja que para la selección habría que traer a todo el Barça, también a los extranjeros, que para eso los culés son expertos en lograr que los estamentos hagan la vista gorda. Y desde luego, en este proceso de culerización de la Roja a la que obviamente aspira Sport no podría faltar el principal artífice de los éxitos nacionales culés de lo que va de siglo, es decir , Enríquez Negreira.

Desde La Galerna exhortamos a Luis de la Fuente para que venza los remilgos y convoque a Enríquez Negreira para el próximo partido. No tendría sentido culerizar el equipo, como reclama Sport, y renunciar al principal activo con el que cuenta el FC Barcelona, el auténtico héroe ganapuntos de la institución. "Ya no", se dirá tal vez. Vaya que no. Un hombre es él y sus epígonos. ¿Quién necesita físicamente a Negreira cuando tiene a Medina Cantalejo y a Clos Gómez, que son el negreirismo personificado?

Luis, c___n, Negreira Selección.

Cerramos con Mundo Deportivo y su extraña ambigüedad de hoy. “Zubimendi, en pausa. El Barça, que le ve como relevo ideal de Busquets, le pide tiempo hasta saber qué puede ofrecerle”.’ ¿Qué puede ofrecer quién a quién? ¿Zubimendi al Barça o el Barça a Zubimendi? Si se trata de lo segundo, la respuesta está clara: un horizonte de camaradería en el camino al juzgado y a las desesperadas explicaciones para Goldman Sachs.

Pasad un buen día.