17 de abril de 2023. Con la urgencia que el caso requería, ya que solo habían transcurrido dos meses desde que se hiciese público el mayor escándalo de la historia del deporte español, emergía Laporta en rueda de prensa cual Fraga en Palomares, pero, en lugar de bañador y bombas nucleares americanas, portaba cajas de repletas de infórmenes, como diría Lopera. Concretamente 629 informes y 43 CD. Y alardeó de ellos con la inconsciencia con que un dictador de república bananera fanfarronea de riqueza obtenida ilícitamente.
Laporta se empeñó en justificar los pagos por informes a Negreira con informes de que no eran de Negreira, porque los papeles y discos que blandía —de contener algo más que las canciones y letras de los Cantajuegos— serían de Enríquez Romero, hijo del que nos venden como florero más caro del mundo. Este burdo ardid lo hemos explicado en La Galerna hasta la saciedad, pero Laporta sabía de las tragaderas de su parroquia y mintió una vez más sin sonrojarse.
Por definición, no es posible justificar lo injustificable, pero sí es posible intentarlo, y eso fue lo que trató de hacer Laporta. Siempre procurando hacer pasar los dosieres del hijo por los del padre, defendió la morterada de millones pagada al vicepresidente de los árbitros con la excusa de que eran informes arbitrales necesarios, a pesar de que luego estos no llegaban ni a entrenador ni a jugadores.
Todo ello, por no perder la costumbre, desde el victimismo y arguyendo que la única solución que les quedaba para luchar contra el equipo del régimen era pagar a los árbitros. Ya saben que para ellos el equipo del régimen es el Madrid, que es algo así como si el PSG te acusa de club-Estado. Para quien no lo haya hecho aún, la lectura de «El Generalísimo y el Barça. Deus ex machina», de Miguel Espinosa, puede aclarar muchas dudas al respecto.
Desde entonces, poco más que el tiempo ha pasado respecto a este asunto a ojos del españolito medio. La sensación de cronificación sin consecuencias, al modo de lo que ocurre con el asunto Mbappé-Real Madrid, se ha instaurado en el ánimo de los aficionados, que se huelen que incluso esta tropelía, la más grave de todas, pasará sin que el Barça sea sancionado como corresponde por ello.
Lo que sí ha ocurrido, agárrense, es que el Barça pretendió personarse en la causa como acusación, como perjudicado en todo este asunto.
¿Cómo puede uno —Laporta en rueda de prensa— defender la legalidad de los servicios prestados por Negreira al FC Barcelona y al mismo tiempo pretender personarse en la causa como acusación? ¿Si Laporta justificó y defendió —CD y folio en mano— esos asesoramientos, cómo puede sentirse ahora el club que preside perjudicado y dañado patrimonialmente?
¿Cómo puede uno defender la legalidad de los servicios prestados por Negreira al FC Barcelona y al mismo tiempo pretender personarse en la causa como acusación?
¿Qué es contradicción? ¿Y tú me lo preguntas? Le espetaría Gustavo Adolfo a Laporta.
Parece que la jueza del caso se ha preguntado lo mismo y le ha dicho al Barça que nones, que en qué cabeza cabe que se persone como perjudicado cuando está siendo investigado por la presunta comisión de varios delitos.
Otra de las medidas adoptadas en el auto, según informa Miguel Ángel Pérez en Libertad Digital, del Juzgado de Instrucción nº 1 de Barcelona es prorrogar un mes más el secreto de las actuaciones para poder concluir las diligencias de investigación solicitadas a la Guardia Civil.
Una de las peticiones es precisamente el requerimiento de los originales de los 629 informes y 43 CD que orgulloso enarboló Laporta.
El propio hijo de Negreira declaró ante Hacienda que recordaba haber realizado dos o tres vídeos para el FC Barcelona, no 43 CD. Negreira padre declaró que los “asesoramientos” eran verbales. Ahora la jueza insta al club a que le entregue toda esa documentación de la cual presumió ante el mundo en rueda de prensa para investigar la veracidad de la misma y descartar que se haya elaborado con posterioridad o sea una mera recopilación de catálogos del Pryca y una colección de películas bajadas del emule.
La jueza también exige al FC Barcelona que ponga en su conocimiento los nombres de todas las personas que tuviesen dominio del hecho: identificación de quienes han compuesto la estructura ejecutiva del Barça, identificación de los responsables económicos de la entidad capacitados para tomar decisiones a la hora de formalizar contratos de obras y servicios. También los datos de las personas que estén y hayan estado al cargo del Comité Ético y los informes que hayan emitido desde 2001 a la actualidad. En resumen, la jueza pide al Barça que especifique quién tenía poder de decisión y ejecución en todo este asunto para que nadie intente evadir responsabilidades.
La Justicia exige a la RFEF y al CTA la relación de árbitros de Primera y Segunda División desde 2010 a la actualidad.
El juzgado solicita a Hacienda que le reporte la información que posea sobre las operaciones del club con terceros y personas físicas y jurídicas más allá de las conocidas hasta ahora Dasnil 95, Nilsad o Soccercam.
¿Qué es contradicción? ¿Y tú me lo preguntas? Le espetaría Gustavo Adolfo a Laporta
Respecto a la Seguridad Social, se pide a la Tesorería información, además de Enríquez padre e hijo, sobre diversas personas y sociedades.
También se requiere a 9 empresas remesadoras de fondos los datos que guarden sobre las operaciones de movimientos de dinero efectuadas por la familia Negreria y su entorno. Se comienza a investigar, por lo tanto, la opción de que Negreira fuese una mula.
Cualquier otro en su posición se sentiría angustiado, pero el Barça juega con red desde tiempos inmemoriales, por lo que es probable que se halle igual de preocupado que el hijo de Bill Gates si le sorprenden con un Windows pirata.
Uno se muestra pesimista y descreído, pero no faltan voces expertas como la de Miguel Ángel Pérez que aseguran que se está hallando documentación importante que confirmaría aún más el delito de corrupción deportiva del Barça.
Queda la esperanza de que termine por salirle caro aquel órdago a la grande que se jugó Laporta en la rueda de prensa al jactarse de informes y CD, haciéndonos creer que jugaba con una mano de cuatro cerdos cuando en realidad llevaba pedrete.
Gracias.
¡Por la boca muere el pez!
Complicado. Si Negreira sacaba ese dinero a mano de la empresa y han pasado tantos años, seguir el rastro es tan difícil como demostrar que se pudiera premiar a árbitros afines y viceversa (no es sencillo que un juez acepte la estadística como prueba, imagino). Y para buena parte de la opinión pública y sus medios, la culpa del negreirato -y la del villarato- posiblemente sea del Madrid por existir en vez de desaparecer y dejar de molestar.
Este juicio sobre el NEGREIRAZO y todos los comentarios desde es primero al último es menear la perdiz pues podemos estar seguros de que no pasará
NADA, NADA Y MAS . NADA
Soy de los que pienso que va a tener consecuencias. No me refiero a la federación o la liga, ahí está instaurada una mediocridad que les inhabilita para tomar cualquier decisión. Pero confío en la judicatura. Quizás el hecho de haber estudiado derecho me da esperanzas, así que repito el mismo argumento: si se puede demostrar que el FCB pagaba a Negreira para conseguir buenos arbitrajes o incluso arbitrajes no perjudiciales, hay delito. No hace falta demostrar que Negreira pagaba a los árbitros. El delito es intentar alterar la competición. Para eso existe el grado de tentativa. En este caso existe dolo y es posible que no se llevara a cabo la finalización por causas ajenas al FCB pero eso no exime del delito. Aún así yo creo que sí que se consumó, lo difícil es demostrarlo ante un juez. Hay estadísticas que indican que algo raro pasó en la competición a partir del aumento de pagos a Negreira pero ahí sí puedo admitir la dificultad de la prueba.