Buenos días, amigos. Paco Sánchez Palomares os mantuvo ayer informados de las trascendentes revelaciones que, sobre la instrucción del mal llamado caso Negreira (en realidad BarçaGate), tuvieron lugar a lo largo de una jornada frenética. Se dieron a conocer varios autos del juez que lleva el caso. Las conclusiones de los mismos son devastadoras para el FC Barcelona, como lo fue el informe de la Guardia Civil para el mismo juez, publicado por El Mundo apenas la víspera.
Palomares lo explica perfectamente en su pieza, que es una mera exposición de hechos (con una irónica traca final, eso sí, marca de la casa) que hablan por sí solos. En resumen, el juez ha denegado la petición de Bartomeu de sacar al Real Madrid de la causa, dado que el club blanco puede considerarse “perjudicado”, como cualquier otro equipo de la competición ante la posible “corrupción sistémica” orquestada por el Barça valiéndose de sus pagos a Negreira.
Lo verdaderamente terrible para los intereses culés, así como alentador para cualquiera que aspire a un fútbol limpio en España, es que el juez sabe perfectamente lo que está juzgando. Esto puede sonar a Pero Grullo, pero es todo lo contrario. El magistrado se ha aislado intelectualmente de todas las maniobras de distracción que proliferan en los medios, proyectadas por el propio club catalán. “Nosotros jamás hemos comprado árbitros”, clamaba Laporta en aquella inenarrable aparición pública. “No hay pruebas de compra de colegiados”, agrega el eco de sus palmeros, ávidos de pasar página.
Pero resulta que el juez sabe perfectamente que no es esa opción la que está valorando. Atención a este punto del auto.
Es un fragmento muy revelador en el cual el magistrado deja claro que no se cree esas pamplinas, que no se está juzgando si el Barça fue con sobrecitos a determinados colegiados de manera individual, sino si se compró un trato de favor del sistema arbitral en su conjunto a base de pagar a Negreira, a quien el auto atribuye también competencias claras en designaciones arbitrales que su vez desembocaban en un nivel de ingresos mayor o menor por parte de sus subordinados. Así que ¿cómo que no hay pruebas? ¿Qué mejor prueba que las facturas emitidas por Negreira al Barça, así como su declaración en el sentido de que la entidad catalana le pagaba para mantener “la neutralidad”?
Así que ¿cómo que no hay pruebas? ¿Qué mejor prueba que las facturas emitidas por Negreira al Barça, así como su declaración en el sentido de que la entidad catalana le pagaba para mantener “la neutralidad”?
De manera que el Barça no pagaba directamente a los árbitros, pero sí a uno de los jefes de los mismos, que a su vez determinaba el poder salarial de estos. Por eso, de manera muy lúcida, el auto habla (con lo que nos parece soterrada retranca) de “una forma novedosa de posible retribución ilegítima a árbitros de fútbol”.
La comunicación del juez marca un antes y un después en la investigación del caso de corrupción más grave de la historia del deporte español. Veamos ahora cuánto espacio dedica a esto la prensa deportiva en sus portadas, que es en lo que consiste esta sección: en estudiar las portadas.
Ajá. Foto de primera plana de la nueva seleccionadora femenina como primer argumento, entrevista con Joselu de segundo y sólo ahí abajo, en un recuadro chiquitito, se nos informa del tema usando los mismos centímetros cuadrados que se le otorgan a la destitución de Setién y la última etapa de la Vuelta.
Vamos con Marca.
Pues otro recuadrito. En este caso, las dimensiones del mismo corresponden a la mitad aproximada de lo que se dedica a la visita al Bernabéu de un abuelo a quien su nieta dio una sorpresa tras 35 años sin visitar el Templo. Vaya todo nuestro cariño para Miguel, el abuelo del madridismo, por más que nos cueste un poco entender de qué modo su historia puede eclipsar, a nivel informativo, el mayor fraude jamás registrado en el fútbol español, amén del más largo y persistente.
Lo que resulta pasmoso en el caso de Marca es que el medio generalista del mismo grupo editorial, El Mundo, no sólo se ocupa del BarcaGate, sino que está a la vanguardia del mismo. Así pues, se diría que Unidad Editorial divide a sus lectores en dos: los presuntos borregos que sólo siguen el fútbol (sin importarles la podredumbre que lo sustenta) y leen Marca, por un lado; por el otro, los lectores de El Mundo, interesados en el planeta que les rodea y en asuntos turbios varios, incluidos los futbolísticos. Interesante estudio de mercado, sin duda influido por sustanciosos contratos publicitarios de su cabecera deportiva.
Dejemos atrás la Central Lechera (juas juas juas juas juas) para realizar nuestra habitual visita de inspección a la prensa cataculé.
Qué sorpresa, amics. Las reducidísimas dimensiones del recuadrito de As o de Marca se ven en estos dos casos jibarizadas hasta alcanzar la nada. Porque eso es lo que Sport y Mundo Deportivo dedican a un asunto capital en el futuro judicial de la entidad acerca de la cual se supone que informan: nothing, reen de rien. Niente. Nichego, por utilizar una de las lenguas vehiculares favoritas de Puigdemont, gran seguidor culé.
Si pensáis que esto es cosa de la prensa escrita, y que los programas deportivos de las cadenas de radio y televisión dedican en cambio al BarçaGate el espacio que merecen, escuchad El Radio de Richard Dees para que os saque de vuestro error. El espacio que la Cope, la Ser o El Chiringuito dedicaban anoche al BarçaGate era el equivalente en medidas de tiempo a lo que en medidas de espacio sería el minúsculo recuadrito de As o Marca.
Los medios deportivos de este país han sido (y lo que es peor: siguen siendo) elementos esenciales del Tinglao. su silencio —que pasmosamente aún mantienen—, su complicidad, su total falta de iniciativa para investigar lo que desde hace lustros canta de lejos (no pun intended) les hace partícipes del fraude ominoso
La investigación sigue y quizá algún día haya consecuencias en forma de sanción penal y deportiva para el FC Barcelona, Negreira y otros entes y personas implicados. Probablemente, entre ellos, no veremos a periodistas condenados, y nos parecerá bien. Su gigantesco crimen de omisión no atañe al derecho, tal vez, pero sí a lo moral. Los medios deportivos de este país han sido (y lo que es peor: siguen siendo) elementos esenciales del Tinglao. Su silencio —que pasmosamente aún mantienen—, su complicidad, su total falta de iniciativa para investigar lo que desde hace lustros canta de lejos (no pun intended) les hace partícipes del fraude ominoso. No individualizaremos, ni tiene por qué hacerse. Que cada palo aguante su vela ética.
El caso Soule estuvo en todo lo alto durante décadas. Lo mismo puede decirse del negreirato. Los medios callaron como meretrices. Hoy ya no pueden callar más porque el agua fecal lo inunda todo.
Así que recuadrito, en el mejor de los casos. Y gracias.
¿Gracias? Y un carajo gracias.
Pasad un buen día.
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4 comentarios en: Negreira en el recuadrito
Ahora todo lo de Rubiales, Vilda etc les está viniendo de perlas para tapar el Negreirato. Seguirán llenando páginas y minutos de programas con la Montse Tomé (que menuda revolución, echan a uno para poner a su subaltern@), con el comunicado de los jugadores de la Floja... en fin todo, para no hablar de lo mollar.
Y con este dictamen judicial que va a decir la UEFA , mejor dicho el Ceferino,pues lo que dijo que estaba esperando
No dira nada
OTRO CORRUPTO Y OTRO SINVERGÜENZA
Pues sí señores, el farsa no tenía que pagar directamente a los árbitros, no es necesario. El farsa pagaba ( y paga?) a un responsable de los sueldos de los árbitros para que suba y baje sueldos en función de su comportamiento. Con este sencillo sistema no tiene que pagar a un árbitro para un partido en concreto sino que compra a todos los árbitros para todos los partidos. Es así de fácil.
Y además utiliza el dinero de la propia federación, los sueldos, para hacerlo