El único jugador nacido en Villarreal que ha militado en el Real Madrid es el portero José Ramón Nebot Canós que perteneció durante dos temporadas al club merengue.
Nacido el 27 de julio de 1910, Nebot fue un portero fuerte, valiente, seguro, con un estilo vistoso y que realizaba estiradas muy plásticas y espectaculares, según las crónicas de la época.
Criado en las categorías inferiores del Club Deportivo Villarreal con el que debutó en el primer equipo a los 16 años, por necesidades familiares emigró a Francia en octubre de 1927, más concretamente a Burdeos. Allí se enroló en las filas del Real Club Deportivo Español de Burdeos, pero alineándose como delantero centro. Al regresar a España, firmó por el Castellón, equipo en el que empezó como suplente de Alanga, un as en la portería del cuadro orellut. El Regional valenciano (que conquistó el Castellón) y la Copa 1928-29 fue su catapulta para llamar la atención de otros equipos, entre ellos el Real Madrid, que lo firmó en el verano de 1929.
Después de su periplo blanco, también militó en el Valencia. Un año antes de la Guerra Civil, retornó a Burdeos donde vivía su familia para actuar en el Girondins el tiempo que duró el conflicto bélico. A finales de 1939, regresó a jugar en el Castellón durante cuatro temporadas, dos en Segunda y dos en Primera. Su última experiencia en el fútbol tuvo lugar en el Club Atlético Foghetecaz, el origen del actual Villareal CF, en el que alternó el marco con la delantera marcando goles. Algunos de los que le vieron jugar tanto en la meta como en punta llegaron a declarar que lo hacía mejor de ariete que de cancerbero, según cuenta el periodista Julián García Candau.
Nebot fue un portero fuerte, valiente, seguro, con un estilo vistoso y que realizaba estiradas muy plásticas y espectaculares, según las crónicas de la época
‘El Día Gráfico’ publicó el 13 de julio de 1929 su llegada al Real Madrid que pagó 5.000 pesetas por el traspaso. En el ‘Heraldo de Castellón’ se añadía que aprovecharía para realizar el servicio militar y en ‘Gran Vida’ que combinaría el balompié con los estudios de Comercio. Nebot era jugador amateur y en MARCA en 1943 confirmó que era “profesional, pero un profesional que nunca ha cobrado, ni en Castellón, ni en Madrid, ni en Valencia”.
Su estreno como cancerbero merengue fue en un derbi amistoso contra el Athletic de Madrid en el Metropolitano el 15 de septiembre de 1929. Unos días más tarde, dio comienzo el Regional Centro y el arquero villarrealense jugó seis de los ocho encuentros. El equipo madridista se alzó con ese título y el del año siguiente con Nebot saliendo de inicio en dos partidos. Aquellos dos trofeos fueron los únicos que alzó Nebot en su etapa merengue.
En el mes de diciembre de 1929 se dio el pistoletazo a la segunda Liga de la historia. Nebot dejó su nombre inscrito para siempre como el primer villarrealense en debutar en el campeonato doméstico español. En el apartado madridista, fue el tercer portero que se puso bajo palos en la Liga para el club blanco tras Cabo y Vidal, que debutaron en la primera edición de 1928-1929.
Nebot no tuvo demasiada fortuna en su bagaje como guardameta en Liga del Real Madrid en las dos campañas que estuvo en la entidad. En su primer curso llegó para suplir a Cabo, que se marchó al Athletic madrileño, pero Vidal era el preferido del técnico José Quirante. Y en el segundo, fue la sombra de un Ricardo Zamora, que fichó por los blancos en 1930. En Copa no jugó y en Liga dejó unas estadísticas completas de ocho partidos y 24 tantos encajados, lo que supone un récord negativo histórico liguero en el equipo madridista al recibir una media de tres dianas por encuentro.
En la temporada 1928-1929 sumó seis partidos tras sustituir a Vidal en el estreno liguero frente al Athletic en San Mamés. El cancerbero madrileño tuvo una conmoción tras chocar con Bata en los últimos minutos de la primera mitad y Nebot disputó el resto de la contienda sin recibir goles. Su mejor actuación fue en el empate a dos contra el Real Unión y solo conoció una vez la victoria en Liga ante el Europa (1-2) en El Guinardó. Más tarde, sufrió tres goleadas dolorosas contra la Real Sociedad por 4-0, el RCD Español por 8-1 (la peor derrota histórica en Liga del Real Madrid) y el Arenas de Guecho por 5-1.
NEBOT ENCAJÓ UNA MEDIA DE TRES GOLES POR ENCUENTRO EN LIGA. ADEMÁS, FUE EL PORTERO EN LA PEOR DERROTA QUE HA SUFRIDO EL REAL MADRID EN LA COMPETICIÓN DOMÉSTICA (8-1 FRENTE AL RCD ESPAÑOL)
El aterrizaje de Ricardo Zamora le relegó a ser tercer portero de la plantilla aunque en la temporada 1930-1931 pudo disputar otros dos duelos de Liga. ‘El Divino’ estaba convaleciente de una fractura de clavícula y Vidal se lesionó en un partido y fue cambiado por decisión técnica en el otro, por lo que Nebot se colocó bajo palos. En enero de 1931, el villarrealense entró al campo cuando el Real Madrid perdía por 1-0 ante el Racing de Santander para terminar sucumbiendo por 3-0. Mientras que contra el Athletic, en Chamartín, caía el equipo merengue por 0-4 y concluyó derrotado por 0-6.
En mayo de 1931, en un amistoso para la inauguración del campo de Palomarejos en Toledo, se despidió de la casa blanca. Su fichaje había sido una apuesta de futuro, llegando al club con apenas 19 años recién cumplidos. Sin embargo, sus actuaciones en Liga dejaron muchas dudas y la incorporación de Ricardo Zamora iba a ser la estocada definitiva para que buscase acomodo en el Valencia.
En sus últimos años de vida fue el decano de los jugadores del Real Madrid y recibió varios homenajes por parte del club. En enero de 1999, en la primera visita liguera del equipo blanco al Villarreal, el presidente Lorenzo Sanz le hizo entrega de la insignia de oro del club, además de otros presentes. Siempre se declaró aficionado del Villareal, aunque reconocía llevar al Real Madrid en su corazón. También mencionaba con asiduidad que su objeto más preciado fueron unos gemelos de oro que le regaló Santiago Bernabéu.
Nebot falleció el 14 de marzo de 2002 a los 91 años de edad.
Uno más de los excelentes comentarios históricos de Alberto Cosin a cuya lectura soy un admirador asiduo
Enhorabuena D. Alberto y mi más afectuoso saludo