Ahora bien, ¿dónde estamos?
Partimos de la “14” y dentro de una amalgama de mentiras y cinismos de Nasser, el exprofesor de tenis del Jeque, vino a decir una verdad. Como ocurre poco el suceso, empezaré desde aquí: “pero es raro lo del Real Madrid, que gana la Champions con justicia, la celebra durante días y luego no le gusta”.
Voy a intentar explicarlo, no para alguien que ha nacido y le han inculcado la cultura del esfuerzo, sino para el que ha nacido en un país donde se encontraron oro negro y se echaron a dormir…y a jugar el tenis en el mejor de los casos.
Voy a intentar explicarlo, no para alguien que ha nacido y le han inculcado la cultura del esfuerzo, sino para el que ha nacido en un país donde se encontraron oro negro y se echaron a dormir
Es raro que teniendo 14 copas de Europa te deje de gustar el 14 y pienses en el 15. Es tan raro que de hecho en fútbol solo hay un equipo así. El resto tienen menos Copas de Europa, aunque algunos de ellos creen que juegan mejor y ganan menos. ¿Será que meten menos goles? Puede ser, por qué no. ¿Será que reciben más goles? Pues puede ser también, claro.
Nasser, ¿te cuento otra cosa rara? Meses después de casi matarse al volante, Tiger Woods ha intentado ganar dos grandes, jugando cojo. Tiger es raro porque ganó Augusta después de años prácticamente retirado, algo que jamás ocurre. Cuando algo ocurre poco, es lo que Nasser conoce como “raro”, y tiene razón.
Hay otra persona rara, Nadal, que ganó Australia cuando ya tenía 20 grandes y se la ganó a Medveded, número 1 del momento. El Roland Garros (se) lo ganó también a Djokovic, que era número 1 y vigente campeón. Muy raro todo.
De estas cosas raras tenemos varias, no muchas en realidad, tenemos los anillos de Jordan o el de Lebron en Cleveland. Tenemos a Tom Brady, que fue elegido en el puesto 199 pero hoy es el mejor de la historia, o tenemos a Cristiano, alguien raro también, que el primer año en Manchester metió 0,15 goles por partido (6 en 40) y del Madrid se fue con 1,03.
Nasser, tenías razón, el Real Madrid es raro. Ahora, a por la 15, que ya aburre la 14.
Getty Images.
El Real Madrid es tan grande, que un club como, alguien escribe por aquí con cierta sorna totalmente acertada, el "peseyé", resulta una moda pasajera igual que en su día lo fueron las gambas con gabardina o el yo-yo Russell de 5 estrellas.
Y por mucho que se empeñe el Sr. Al-Khelaïfi en pasar a la posteridad a pesar de ese rictus permanente de villano de película de Chuck Norris, él sabe perfectamente de su inapelable vacuidad en el panorama de clubes europeos más allá de 3 años vista, si como mínimo no logra empatar en trofeos de la máxima competición continental al club más representativo del sur de Francia. Catarí, que te vi.