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Por qué Mou debe volver al Madrid (Parte 1)

Por qué Mou debe volver al Madrid (Parte 1)

Escrito por: Jorge Garcia Vela29 diciembre, 2015
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Partamos de la base de que seguramente sea “el último benitista vivo”, en fiel y coherente alianza con el mourinhismo y con mis principios, que me llevan a estar siempre de parte del entrenador de mi equipo: ese héroe moderno que se enfrenta solo ante el peligro a ese vestuario, en una épica aventura similar a la de los hobbits adentrándose en Mordor o a la de los pilotos de la Resistencia en la Estrella de la Muerte.

Dicho esto, este artículo versará sobre los motivos por los que, si se diera el caso, la vuelta de Mourinho sería positiva y grandiosa para el madridismo. Como mourinhista convencido me resulta fácil argumentar así, ya que he defendido las mismas tesis siempre.

El egoísmo y la ambición son valores considerados negativos per se, por herencia cristiana seguramente. No lo son en absoluto. Tanto el egoísmo como la ambición han sido, son y serán valores fundamentales en el desarrollo humano y del mundo en general. Ambos valores conllevan afán de superación, de reconocimiento, de ir más allá, donde antes no se ha llegado… Eso ha impulsado a la humanidad y es un hecho incontestable. Lo que definirá lo positivo o negativo de estos valores será la medida con la que se apliquen: Si pisas cabezas y destrozas al prójimo para lograr tus objetivos estará mal, pero si ese egoísmo y esa ambición se aplican con inteligencia y mesura se descubren como valores indispensables. Lo mismo podríamos decir de valores tradicionalmente positivos como la bondad o la generosidad, que aplicados sin mesura acabarían desvirtuados y absurdos, convertidos en estupidez en el primer caso, despilfarro en el segundo e injusticia en ambos. Es necesario reivindicar las bondades del egoísmo y la ambición, dos valores que se han vinculado siempre con José Mourinho.

Sí, Mourinho es egocéntrico y ganador, algo que muchos han visto como negativo y por lo que le han atacado, cayendo en ridículos argumentos que le acusan de buscar la victoria para él mismo. Si Mourinho gana como integrante de la plantilla madridista estará irremediablemente unido en la victoria a la institución, así que, ¿dónde está el problema? En la victoria de un grupo siempre se produce una fusión entre el individuo y ese grupo, inevitablemente. Si gana uno, ganamos todos. Si ganamos todos, ¿qué importa lo que piense cada uno?

Intentar hacer consideraciones sobre las intenciones, pensamientos, egoísmos o sentimientos de Mourinho para ganar nos llevará inequívocamente a hacer juicios de valor e intentar meternos en su cabeza para juzgar ideas que solamente él conoce a ciencia cierta, en un juego tan vacuo e innecesario como patético, que ejemplificaría, en este caso sí, un descomunal y fútil ego, un irrisorio onanismo pseudointelectual que no aporta absolutamente nada.

Cómo no voy a ser de Mourinho y estar encantado si en algún momento decidiera volver, cuando ha sido la persona que recuperó para los madridistas las esencias y valores del genuino madridismo, aquel que forjó Bernabéu con sus escuderos, un “Grupo Salvaje” lleno de orgullo, chulería y ansias de gloria y victoria: los Saporta, Di Stéfano, Puskas… que se partían la cara por el club y no escatimaban en acciones y declaraciones que ahora serían escandalosas con la única intención de defenderlo.

Mourinho: el entrenador que rescató aquellos valores y movilizó al madridismo sin haber sido ni ser madridista.

Llenos de resignación y apatía y vacíos de brillantez, humillados por el Barcelona y equipos de segunda B, seis años cayendo en octavos de la Champions, dieciocho sin ganar la Copa del Rey, muy por debajo competitivamente con respecto al máximo rival, con un desembolso multimillonario como jamás se había visto… Esta era la situación cuando Florentino Pérez decide destituir a Manuel Pellegrini y fichar a José Mourinho, flamante campeón del triplete con el Inter de Milán el año anterior.

La labor que decidió acometer Mourinho era la de un auténtico titán. Ponerse a los mandos de un gigantesco transatlántico semihundido para intentar dar un giro de 180 grados a una situación donde los madridistas estábamos impotentes ante el eterno rival, que no paraba de ganar títulos y humillarnos. Destrozados por la prensa y sometidos por la propaganda culé, que ansiaba también destruir a nuestro club fuera del campo.

Aceptar ponerse al mando en esta situación y lanzando los mensajes que lanzó en la primera rueda de prensa, tuvo que rendir a todo el madridismo sin condiciones, porque era la demostración de una personalidad arrebatadora, ganadora y brutal, auténticamente madridista. José Mourinho entendió la idiosincrasia del madridismo nada más aterrizar porque encajaba como un guante con la suya propia.

Desde el primer momento se impuso la misión de cambiar y modernizar todos los estamentos del club y su infraestructura a todos los niveles: la deportiva, la comunicativa, la organizativa… Iniciar una lucha que no sólo se limitaría a lo deportivo, también a lo conceptual, tratando de recuperar un discurso propio, con los valores y principios madridistas, que llevaba décadas aletargado. Se pretendía eliminar el carácter ganador intrínseco al club en aras del “buenismo” complaciente…

Se erigió en guía y aglutinó alrededor de su figura a todo el madridismo, con la idea de crear una piña inflexible, impermeable e indestructible, pero se encontró una afición dividida y permeable a una prensa manipuladora y antimadridista, inicio de lo que terminó con su etapa en el club.

Mourinho se partió la cara en la defensa del club y logró desenmascarar a la prensa deportiva, despojándola de su supuesto prestigio, presentando siempre argumentos y ejemplos, dando la cara para mostrar la prostitución intelectual reinante, las contradicciones y las verdaderas intenciones de buena parte de los medios con respecto al Real Madrid. Puso sobre el tapete, abriendo los ojos al madridismo, cómo las mismas situaciones servían para maltratar, insultar, humillar y vilipendiar al club, mientras eran alabadas o justificadas con otros, especialmente el Barcelona. Desnudó a la prensa y al antimadridismo. De ahí nació lo que tanto gozamos ahora, este madridismo internauta que presenta la batalla sin concesiones. Lamentablemente se encontró solo en esa batalla, con el club escondido bajo su caparazón portugués.

Esto ha tenido su punto negativo, ya que dentro del madridismo underground no todo ha sido brillantez ni alto nivel intelectual. Muchos llamados mourinhistas traicionaron los postulados del portugués en cuanto se fue, sirviéndose de aquel para dar rienda suelta a faltas de respeto y de educación, así como para contradecir todo lo que defendían en su día. Algunos parecen obsesionados con su persona mientras son infieles a su legado.

Mou

Mou logró romper la hegemonía del Barcelona, esa que ahora, tres años después de su marcha, volvemos a sufrir. Con él volvimos a contar en Europa, llegando por fin a las semifinales y rozando una final que se resistió unas veces por mala suerte, otras por los árbitros y otras por aquello de “creer que estaba todo hecho”… Se volvió a ganar la Copa del Rey dieciocho años después y se conquistó la mejor Liga de la historia de la competición, una Liga como no ha visto ningún seguidor madridista pasado o presente… ni de otro equipo. 100 puntos y 121 goles. Una competitividad recuperada que nos llevó a las puertas de la Décima, que tan gloriosamente conquistó el equipo con Ancelotti un año después de la marcha del portugués.

Mourinho creó un microclima competitivo artificial, sublimando el potencial y talento de una plantilla que no tenía ese gen ganador, causa por la que ese artificio se vino abajo: no era el comportamiento natural de unos jugadores que se entregaron al portugués por su arrolladora personalidad y porque venían mal dadas en una época desastrosa para el madridismo, pero que en cuanto se logró sacar cabeza volvieron a su cauce natural.

La vuelta de Mourinho no podría entenderse de otra manera que como el reconocimiento de un error, y tendría el sentido de dejar acabar el proyecto y plan que Mourinho dejó a la mitad. Aquel fue un grave error de Florentino: junto a la cabeza de Mourinho, que se fue de buenas maneras y de forma amistosa del club porque la situación dentro y fuera del vestuario era asfixiante, debieron rodar la de importantes jugadores de la plantilla. No hacerlo fue un mensaje contraproducente.

Mourinho logró despertar a ese madridismo entristecido y ensimismado, hipnotizado por una falsa idea de señorío impuesta por el antimadridismo, amnésico o ignorante de la verdadera historia del club y del legado de Bernabéu. El problema es que acometió esta brutal misión en soledad.

Del mismo modo activó al club para que comenzara a blindarse de los ataques externos del antimadridismo y los medios de comunicación, haciendo especial hincapié en poner límites a la relación del club y sus miembros con la prensa, prohibiendo los viajes conjuntos en autobús y aviones, vigilando las entrevistas y sellando el vestuario de filtraciones, esa tentación en la que tantos jugadores gustan caer.

Mourinho, que es como Flanders en comparación con lo que fue don Santiago Bernabéu, comenzó a hacer, hasta el día de su marcha, lo que muchísimos madridistas ansiaban: defender al club de los ataques externos, señalar las injusticas que se sufrían desde todos los estamentos (federativos o arbitrales), exactamente como hacía Bernabéu (revisen la historia y miren los vídeos); y reivindicar el verdadero señorío, el de “morir en el campo sudando esa blanca camiseta”. El esfuerzo, el sacrificio y el mérito son los valores en que se basa Mourinho.

Que el Madrid se defendiera resultó inconcebible y la campaña contra Mourinho fue brutal. Lo que hemos admitido durante décadas de nuestros rivales -que se quejaran, especialmente el Barcelona porque está en sus genes y lo comprendemos- se nos negaba cínicamente. Una campaña que compraron muchos madridistas…

Continuará

 

 

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Definirme es limitarme, y yo no tengo límites. Tuiteramente conocido como @mrsambo92, escribo también sobre cine y música en cinemelodic.blogspot.com

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8 comentarios en: Por qué Mou debe volver al Madrid (Parte 1)

  1. Me parece tan extraño que este artículo de Jorge no tenga comentarios. Ni a favor, por mourinhistas; ni en contra, por los anti; o de cualquiera de los "neutrales".
    A falta de la segunda parte, que parece que saldrá publicada hoy, no me cabe la menor duda de que este es quizá el mejor artículo que se ha escrito sobre Mou y el Real Madrid. Y lo digo con independencia de si vuelve o no. Es más, siendo yo mourinhista, soy de las que no quisiera que volviera, aunque este no es el lugar ni el momento de explicar mis razones.
    Pero siguiendo con el comentario al artículo, me parece que Jorge logra el equilibrio necesario (y hasta objetivo, con lo difícil que es eso) de plasmar en negro sobre blanco los argumentos que han hecho que gran parte del madridismo se haya volcado con Mou. Lamentablemente, muchas de esas razones quedaron oscurecidas o ninguneadas con tantas polémicas, tantas batallas con y desde la prensa, el propio carácter "cascarrabias" de Mou ysus errores, como abrir demasiados frentes a la vez o el desafortunadísimo momento con Tito -qepd- y el uso que se le hizo (tendencioso por unos, la prensa básicamente; y fetichista, por un sector de sus seguidores, que flaco favor le hicieron).
    Me reitero: enhorabuena, Jorge, por tan magnífico artículo. Espero con expectación la segunda parte. 😉

  2. Muchísimas gracias Hechi. También me extrañó que no tuviera comentarios, aunque por twitter ha sido una pasada. Mi padre tenía sus teorías incluso jaja.

    Me alegra que hayas captado esa idea, era la intención, siempre desde la óptica mourinhista y la idea de la preferencia de que vuelva. Por lo demás tu comentario es excelente y preciso.

    Un abrazo!

  3. Es que mi padre me quiere mucho jaja. Dice que es un artículo complicado de comentar por ser muy analítico, que es difícil meterle mano o llevarle la contraria... Yo le he dicho que al menos podían decir que "era genial, inteligente, brillante..." y demás cosas merecidas, pero se han quedado en twitter jajaja. ¡Ojo! Que se agradecen igual jajaja

  4. No puedo leer entero algo que solo le vale a la gente que apoya al que, despues de 3 años en el club, consiguió algo. Menos mal joder. Si le costó 3 años, con todo a su favor y todos los puestos de mando puestos para el en bandeja...puede que si le dejan mas se lleve tambien otra liga y una champions.
    La champions la gano Ancelotti, no Mourinho. Mourinho no hizo mas que enfrentarse con la prensa y decir que no iba a señalar a ningun jugador en publico y...señalar a varios jugadores en publico. Mourinho es el Cruyff del Madrid, una persona extrañamente elevada a los altares no se sabe aun bien porque.
    Yo, sinceramente, estaria encantado con que volviese al Madrid, porque seguiria siendo divertidisimo ver como pierde por la minima frente al Barça. Y no soy del Barça, solo me haria para ver a Mourinho sufrir; aunque esta vez sin Pep.
    No se como es como persona (ni me interesa lo mas minimo), pero como personaje publico me da mucha pena que sea el referente para nadie y me da mucho miedo que lo sea para tanta gente.

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En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.

La explicación completa, aquí

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Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.

@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.

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