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¿Mourinho al Barça?

¿Mourinho al Barça?

Escrito por: Luis Alonso31 enero, 2024
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Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. ¿Qué necesita el Barça? Ciñamos la cuestión a la parcela deportiva. La institucional me temo que ya es irreconducible. Seré honesto. No creo que estemos ante una plantilla tan mala como pudiese parecer. De hecho, considero que estos mismos jugadores, bien llevados, organizados bajo el mando del líder indicado, se bastan y se sobran para armar un equipo relativamente competitivo. Por tanto, la urgencia culé demanda un nuevo entrenador, es evidente. Y cuanto antes mejor. Ahora bien, ¿qué clase de entrenador?

En momentos así, de extrema necesidad, es necesario un tipo con las ideas muy claras, metódico, con un plan sólido y perfectamente definido, y lo más importante, capaz de transmitir a sus jugadores un mensaje sencillo y fácilmente aplicable en el rectángulo de juego. Nada de barroquismos ni excentricidades, que no estamos para florituras. Crecer a partir de sota, caballo y rey.

Seguimos. La urgencia actual culé demanda un entrenador contrastado, con prestigio, respetado casi hasta la admiración por todo jugador y, al mismo tiempo, que sepa imponer cierta mano dura. Alguien con el máximo predicamento dentro del vestuario desde el primer día. Un motivador nato, pues recuperar la confianza del grupo pasa por ser la principal tarea del nuevo míster. Construir un equipo por encima de los nombres, de los egos. Convencerles, uno por uno, de que son todos buenísimos. Convencerles, en conjunto, de que unidos son un puto equipazo.

La urgencia actual culé demanda un entrenador contrastado, con prestigio, respetado casi hasta la admiración por todo jugador y, al mismo tiempo, que sepa imponer cierta mano dura. Alguien con el máximo predicamento dentro del vestuario desde el primer día. Un motivador nato

Insisto, creo que el Barça tiene buenos jugadores, y que, si estos son desarrollados hasta su máximo potencial, puede mutar en un equipo temible. Por tanto el nuevo entrenador ha de destacar por ser capaz de sacar el máximo rendimiento posible a sus equipos, exprimirlos hasta la última gota, hasta el último gramo, por armar un ejército de pretorianos dispuestos a morir y matar por su líder, por sus compañeros y por la idea defendida. Y nada de equipos en formación ni procesos de adaptación. Los resultados tienen que ser visibles desde el primer día. Rendimiento inmediato o muerte. La paciencia es una cualidad que ningún equipo grande puede permitirse. Sólo importa el aquí y el ahora, y como mucho el próximo partido. Se me vienen un par de nombres a la cabeza.

Más allá de lo emocional y desde un plano más filosófico, parece claro que el conjunto catalán no crecerá hasta que no se desprenda de ese yugo opresor camuflado sibilinamente bajo la nomenclatura de ADN Barça. Los valors, el cruyffismo. El club lleva años secuestrado por su propia filosofía, rehén de una doctrina más cercana a lo sectario que a lo familiar, en una especie de síndrome de Estocolmo causante principal del hundimiento televisado para todo el mundo y en prime time de la institución. Ay, las identidades y las esencias, qué peligrosas son casi siempre.

Piqué

El Barcelona es esclavo de una especie de chauvinismo futbolístico (perdón por lo redicho del término) que eleva meros aspectos del juego a la categoría de dogmas de fe, que no permite el simple acto de cuestionarse ciertos principios, que convierte en sacrosantos conceptos tales como la posesión, el salir jugando desde atrás o la imperiosa necesidad de que el portero presuma de buen juego de pies (de ambos, para mayor dificultad), que santifica el 4-3-3 por encima de todas las cosas y que encuentra en La Masía su particular seminario de jóvenes profetas, sin importar que chavales de 16 años jueguen 60 partidos al año y acaben reventando por algún lado (véanse los ejemplos de Ansu Fati, Gavi, Balde, quién sabe si Lamine Yamal) ni tampoco que encumbrarlos a los 20 minutos de debutar en Primera a veces no sea buena idea (Riqui Puig, Illaix Moriba, Nico González, Yusuf Demir… podría seguir, pero no lo haré por respeto al tiempo del lector).

Haría bien el club —no le queda otra realmente— en tener el valor suficiente para decir adiós a la rémora de los valors; es hora de comprender que ha sido el famoso ADN quien ha traído hasta aquí al equipo, al borde del precipicio, y que toca sacudirse complejos, ser un club moderno, abierto al cambio, tolerante con estilos y métodos desconocidos. Que el cruyffismo está muy bien cuando tienes a Messi, Iniesta, Busquets o Xavi (de jugador, lógicamente), nadie lo puede dudar, pero que las circunstancias actuales claman soluciones menos líricas y más castrenses.

El Barça lleva años secuestrado por su propia filosofía, rehén de una doctrina más cercana a lo sectario que a lo familiar, en una especie de síndrome de Estocolmo causante principal del hundimiento televisado para todo el mundo y en prime time de la institución

Y precisamente en el caso actual, donde cualquiera le hace cuatro goles, apuntalar la defensa es capital. Crecer a partir de la solidez atrás. Que no hay nada de deshonroso ni vergonzante en ser una roca, de verdad que no, como bien sabe el actual entrenador del equipo antes leyenda del club y hoy convertido en meme nacional. Que con tales méritos se ganó la Liga del año pasado y se celebró con idéntica efusividad a la de los años más prosaicos de Guardiola. Quizá porque en el ambiente flotase un cierto aroma a última gran juerga, a fin de la noche, a discoteca que enciende las luces. Pero son sólo sospechas.

Releo lo escrito hasta ahora, me creo mi propio diagnóstico y llego a la siguiente conclusión: A quien necesita el F.C. Barcelona es a José Mourinho.

Mourinho

La pregunta ahora es, ¿necesita Mourinho al Barcelona?

Tratemos de analizarlo sin ser domeñados por nuestras filias y fobias, tarea harto complicada, lo sé. Una vez despojados de nuestras convicciones, observamos que Mourinho está sin equipo desde que la Roma prescindiese de sus servicios a mediados de enero. Por tanto la disponibilidad del portugués es inmediata. Además, podemos aventurar que un club de la envergadura del Barcelona resultaría muy goloso para alguien acostumbrado a los banquillos de mayor glamour del fútbol europeo, más si cabe tras su estancia en el Tottenham y la Roma, equipos con pedigrí, sí, pero muy lejos de la élite más absoluta que Mou tan bien conoce.

El timing además no puede ser más propicio para la llegada del de Setúbal. Se encuentra el equipo catalán en un periodo de entreguerras muy propicio para que él pueda brillar, como ha demostrado tantas veces en su carrera. En estos contextos tan específicos ha encontrado Mourinho su escenario idóneo, especialista en resucitar gigantes en horas bajas, equipos desesperados, necesitados de un líder en el que creer y certezas a las que aferrarse.

En estos contextos tan específicos ha encontrado Mourinho su escenario idóneo, especialista en resucitar gigantes en horas bajas, equipos desesperados, necesitados de un líder en el que creer y certezas a las que aferrarse

Y en la ciudad condal necesitan precisamente eso. Años de barcelonismo salvaje, de emociones, de pasión. Seamos sinceros, el Barcelona lleva demasiado tiempo siendo un equipo de meapilas, que me perdonen los amigos culés. La imagen del club es la de un Xavi abatido, con la mirada perdida, feo directamente. Es un club triste, que es lo peor que se puede se puede decir de alguien —y de una institución— en esta vida, y que contrasta con el Madrid de los guapos, un grupo de gente alegre, joven, divertidos y sexys todos ellos, que han venido al Bernabéu como se viene a la vida, a divertirse y a comerse el mundo.

Pues bien, no creo que nadie pueda dudar que Mourinho resucitaría al muerto, que su sola presencia devolvería como mínimo el interés, cuando no la ilusión, a un público culé anestesiado, lánguido, que se limita a mirar embobado, como Narciso, el reflejo en el Mediterráneo de tiempos pasados gloriosos, con pavor de levantar la cabeza y darse de bruces con su desolador presente, y más allá el temible futuro incierto. La historia en Chamartín la conocemos muy bien. Lo decía el otro día el mourinhista Andrés Rublev en Twitter, “El Real Madrid de Mourinho era para que te pillase soltero y sin hijos". Justo lo que necesitan nuestros primos culés. La viagra de una afición que dejó de ponerse cachonda hace mucho.

Mourinho

Sin duda el Barcelona supondría para Mou un reto mayúsculo, de esos que tanto le gustan a él, además, de, quién sabe, la más que posible última oportunidad para reivindicar su valía, para recordar al mundo que es él y no otro el auténtico The Special One. Un hipotético título de Liga no haría más que redondear uno de los currículos más destacados de la historia de este deporte, y desde luego tendría más opciones de ganar la Copa de Europa que en el Tottenham o en la Roma, logrando así la machada de levantar tres Champions con tres equipos distintos, algo que nadie ha podido hacer, de hecho sólo Carlo Ancelotti, con cuatro, tendría más orejonas que él.

Así que creo que sí, Mourinho necesita al Barcelona.

El Barça es un club triste que contrasta con el Madrid de los guapos, un grupo de gente alegre, joven, divertidos y sexys todos ellos, que han venido al Bernabéu como se viene a la vida, a divertirse y a comerse el mundo

Como vemos ambos caminos parecen pedir a gritos cruzarse en este momento de sus alocadas vidas. Si el fútbol sólo fuese deporte y no experiencia mística que trasciende todo entrenador y club se sentarían mañana mismo para perfilar todos los detalles, y pasado se presentaría al portugués como nuevo entrenador culé. Sin embargo, hay otro factor, mucho más importante que cualquier otro, a tener en cuenta. La narrativa.

No nos gusta este deporte sólo por el virtuosismo, por la belleza en la ejecución, como muchos, especialmente en Can Barça, creen, sino por el drama. Por las historias y las intrahistorias de las mismas. Por lo inexplicable, por lo incierto. La creación de villanos y de héroes y la evolución de los personajes durante la película. Y, ustedes me darán la razón, cada vez estamos más huérfanos de historias que merezcan la pena alrededor de la pelota.

Koeman es una bendición para el Madrid

El retorno del hijo pródigo al nuevo Camp Nou supondría un subidón para todos en una Liga que languidece y que sólo encuentra en el Real Madrid una excusa para hacerla atractiva ante el aficionado global. Quién se puede oponer a la vuelta a los años de rivalidad máxima por cada título, de pelear centímetro a centímetro por la gloria, de clásicos salvajes en primavera. En definitiva, de sentarnos delante de la tele y sentir que seguimos estando vivos, joder, que nos sigue apasionando este deporte para muchos ya herido de muerte. Sería como volver a una adolescencia renovada sin caer en los riesgos propios de la melancolía.

Tus enemigos dicen casi tanto de ti como tus ídolos. En este sentido, Mourinho como villano blanco sería imbatible

Entiendo que un hipotético Barcelona mourinhizado sólo encontraría rechazo en el dolor de la memoria colectiva del madridismo, o al menos de cierto sector, pues sospecho que no pocos madridistas sentirían auténtico gozo de producirse lo aquí sugerido. Para aquellos merengues todavía no convencidos, un último intento de persuasión. Ya es hora de que el Madrid tenga un antagonista a la altura del club, que no puede ser que el archienemigo del equipo más laureado de la historia sea Luis Enrique o Mirotic, con todos mis respetos. Tus enemigos dicen casi tanto de ti como tus ídolos. En este sentido, Mourinho como villano blanco sería imbatible. Y no me digan que la hipótesis aquí planteada es imposible ni me vengan con romanticismos decimonónicos en el fútbol a estas alturas de la película. No al menos en el fútbol de superélite.

Si algo nos ha enseñado el Real Madrid es que la nostalgia siempre es un error. Sólo existe el presente, el partido siguiente y la ambición de volver a ganar el próximo título. Así que que venga quien tenga que venir, que aquí estaremos esperando, con el cuchillo entre los dientes, como siempre.

 

Getty Images.

Luis Alonso
Delantero sin velocidad ni fuerza; trequartista cuando el rival lo permite. @agundez__ en Twitter y @luisalonsoagun en Medium.

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11 comentarios en: ¿Mourinho al Barça?

  1. No os hagáis pajas mentales, Mourinho no va a ir al Sobornalona porque correrían a gorrazos a lapuerta, deco y quién haga falta.

  2. Luis Alonso siento discrepar en lo de que el yugo opresor es el ADN barsa etc etc.
    El yugo opresor de ese club son su corrupción continuada deportiva y su situación económica debido a sus gastos desorbitados durante años viviendo por encima de sus posibilidades y tratando de paliar con palancas ficticias.
    Aparte de eso, Mourinho como nunca ha sido madridista ni de ningún otro club sino mouriñista (igual que CR7 es cristianoronaldista, no nos engañemos)pues no creo que deba afectar en demasía al madridismo un hipotético fichaje por el Sobornalona, aunque como ya he puesto en otro mensaje que está pendiente de moderación aunque lapuerta quisieras ficharlo (que no creo) no lo haría porque tendría que fugarse a waterloo como su amigo el pelomocho de la revuelta de sus propios aficionados.

    1. Eso mismo he pensado yo... Cuando jugaba Messi, los contrarios no podían acercarse a un metro de él, pues se le protegía a tope por parte de los árbitros. Es como si los Tour de Amstrong no se los hubieran quitado.
      Del artículo, me quedo con la frase "sin importar que chavales de 16 años jueguen 60 partidos al año y acaben reventando por algún lado (véanse los ejemplos de Ansu Fati, Gavi, Balde, quién sabe si Lamine Yamal) ni tampoco que encumbrarlos a los 20 minutos de debutar en Primera a veces no sea buena idea (Riqui Puig, Illaix Moriba, Nico González, Yusuf Demir… podría seguir, pero no lo haré por respeto al tiempo del lector)."
      Xavi se está cargando la cantera del Barsa con el aplauso de culés y medios de comunicación. Un despropósito.

  3. A ver, yo no quiero que le pase nada bueno a ese club tan despreciable y la llegada Jose lo sería, dicho esto, sería maravilloso ver arder los archivos de las hemerotecas cual escena del 1984 Orwelliano o como un CTA cuando cambió de presidente.

  4. A todos nos ha impactado ver a nuestra ex del brazo de otro, sobre todo cuando ese otro tenía pinta de changabailes con mal pelo. Esa relación terminó de mútuo acuerdo, aunque todos los acuerdos siempre se inician por una de las partes. Siempre has pensado en un affaire de una noche loca, en hacer esa llamada desesperada porque una mala racha te lleva a la desesperación y ésta, a la locura.
    Sea como fuera, aquello acabó y nunca llamaste. Nunca te llamó. Hoy, que te has levantado tarde y no te ha dado tiempo a quitarte las legañas, te has echado a la calle y crees que sí, que es ella y ese gilipollas quién es.
    La única verdad es que no estás con ella, que has pasado noches gloriosa sin ella, que te lo has gozado y que el futuro siempre es mejor que el pasado.
    Gracias por lo vivido y que te vaya bonito.
    Te espero en la acera de enfrente, no me tengas envidia.

  5. Estoy de acuerdo. Soy madridista pero quiero que Mourinho vuelva al fútbol español. Si Real Madrid no lo llama. Entonces que sea cualquier club aunque sea el rival. El fútbol español necesita resurgir la emoción. Me encanta el fútbol y la adrenalina. Mou haría más fuerte el fútbol español una vez más.

  6. Todo bien, muy bien, hasta lo de Mourinho. Coincido, sobretodo, en todo el tema del adn, valores y ese relato faltoso de lo que es futbol ( ellos) y lo que no ( el resto). El equipo ideal es el que sabe jugar a todo en función de lo que necesita y cuyos valores se ciñan al compromiso, lucha, honestidad y ambición y fidelidad a unos colores que sientan como propios. Ese equipo existe y seguro que todos sabéis cuál es.

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🎂Cumple 33 años el hombre que le enseñó a Bellingham lo que significaba «chilena», el hombre tranquilo que no flaqueará jamás ante un penalti decisivo, el gran @Lucasvazquez91

¡Felicidades!

Lamine Yamal es muy joven.

Enormemente joven.

¿Y?

#portanálisis

👉👉👉 https://www.lagalerna.com/lamine-yamal-es-muy-joven-y/

En el hecho de que @AthosDumasE llame a la que muchos llaman "Selección Nacional" la "selección de la @rfef" encontraréis pistas de por qué no la apoya.

La explicación completa, aquí

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Tal día como hoy, pero de 1962, Amancio rubricaba su contrato como jugador del Real Madrid.

@albertocosin no estaba allí, pero te va a hacer sentir que tú sí estabas.

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