Morirse de frío

Que dice Relaño, amics, que "¡esto sí es el Madrid!", así, con exclamaciones y todo, para que se note la exaltación, para que se oiga su mensaje incluso en Barcelona, donde se atreven con titulares sin duda más audaces que Relaño prefiere solo insinuar y dejar para sus editoriales (oremos).

Es frecuente que cuando algo relacionado con el Madrid invita a la afirmación, como por ejemplo el partidazo que hizo ayer en Ipurua, el mensaje positivo encierre, incluso de modo explícito, una duda, una negación, una crítica, un problema o un recelo. Digamos que en el Bernabéu no es que salga el sol, sino que hay ausencia de nubes; no es que algo haya salido bien, sino que ha dejado de salir mal por un instante; no es que el Madrid haya ganado con solvencia en un campo difícil, sino que lo ha hecho porque Cristiano y Bale ya tal.

Vean la gradación en el atrevimiento. Si el As no puede evitar añadir, bajo su exclamación afirmativa, una declaración que barrunte dudas sobre Cristiano, Mundo Deportivo abre la veda contra el portugués y Sport ya dispara a todo lo que se menea poniendo el ventilador a máxima potencia. El resumen de todo esto es que -repetimos para que les quede claro a esos miopes que como nosotros simplemente celebramos la contundente victoria de ayer- el Madrid no jugó bien porque jugara bien, porque Benzema acalló críticas, porque James sigue con nosotros, porque el banquillo del equipo es amplio y solvente, porque Zidane planteó bien el partido... No, amics, el Madrid ganó ayer porque no perdió, que no es lo mismo, y no perdió porque no estaban ni Bale ni sobre todo Cristiano, porque toda la gente formada y docta sabe que eso de la BBC es un timo de tres pares de cojons, porque con quién han empatado Bale y Cristiano, a ver, piensen.

La BBC no es el tridente azulgrana (noten de nuevo el mensaje por vía negativa). Los culés volvieron ayer no a jugar al fútbol, cosa que puede hacer cualquiera, sino a "crear arte" y eso ya son palabras mayores, tan mayores que puede que a algunos -ufanos en su ignorancia como nosotros- les dé sonrojo leerlas, pero no a Sport escribirlas ni creérselas, que para eso el medio catalán no es solo una hoja parroquial, sino sobre todo un tratado de estética que ríanse ustedes de la Crítica del juicio de Kant.

¿Cómo va a compararse un simple equipo de fútbol con unos artistas? ¿En qué cabeza cabe que correr y darle patadas a un balón, incluso con acierto, sea lo mismo que crear? ¿Cómo puede alguien atreverse a pensar -a poner en una portada- que cuando Messi no está, que cuando Messi se desconecta, que cuando Messi es bien defendido, el nivel artístico del Barcelona alcanza altas cotas de sopor y alguna que otra derrota incluso abultada? ¿Quién se atreve a decir ahora que el contragolpe no es un prodigio estético de primer nivel? ¿Cómo dudar de que el Barça va a sacar pinceles y lienzos para hacerle un retrato al PSG, otro equipo de atletas que sabe de arte lo que nosotros?

De todo esto el Madrid no sabe nada. El Madrid puede ganar, o mejor dicho, no perder. El Madrid puede jugar bien, o mejor dicho, jugar sin la BBC. El Madrid incluso puede tener once Copas de Europa, o mejor dicho, Franco, "victoria un poquito vergonzante", o "de aquella manera". El Madrid puede tener un partido por jugar, o mejor dicho, el Barcelona va líder. Pero el arte, lo que se dice helarte es morirse de frío.