Hoy 13 de noviembre se cumplen 67 años del fallecimiento de Juanito Monjardín, uno de los delanteros más importantes del club en la primera mitad del siglo XX.
Monjardín fue uno de los jugadores preferidos en toda la historia para Santiago Bernabéu. De él dijo el mandatario blanco que "nadie había representado al club con tal fanatismo y sentimiento como Monjardín". Durante sus años de estancia en la entidad se dejó el alma en cada minuto que vistió la zamarra blanca.
Coruñés nacido el 24 de abril de 1903, fue un delantero de raza, con gran nobleza, valiente y batallador. Su gran virtud fue el remate de cabeza (está considerado el primer especialista español en este arte), aunque también tenía un potente chut con su pierna derecha. Se le conoció con el sobrenombre de "El Nene".
Estudió en el Colegio del Pilar al igual que han hecho otros jugadores blancos como René Petit, Perico Escobal o Ramón Marsal. Del colegio pasa al Madrid en 1919 y pronto se convierte en uno de los mejores futbolistas españoles de la época. Su debut oficial se produce en el Campeonato Regional Centro de la temporada 1918-1919, en un duelo frente al Rácing de Madrid.
El primer título de su palmarés lo obtiene en 1920 al superar el Real Madrid Athletic de Madrid en el torneo regional por un sólo punto, consiguiendo además la clasificación para la Copa de S.M. el Rey Alfonso XIII. En la competición copera se ven las caras con un poderoso Athletic de Bilbao que les apea en cuartos con un tanto en la ida de Monjardín.
En 1922 levantan de nuevo el Campeonato Regional tras el fiasco del año anterior y vuelven a participar en la Copa. Primero tienen como adversario al Arenas de Getxo en una eliminatoria vibrante que cuenta con cinco partidos (tres de desempate). En Ibaondo el Arenas vence 4-0 y en O´Donell el Madrid hace lo propio por 5-2 con triplete del ariete gallego. Los dos primeros replay acaban 1-1 en O´Donell y el tercero y definitivo se juega en el campo del Racing de Madrid. Allí Monjardín completa una actuación primorosa y sus tres goles dan al bando madridista un triunfo por 3-0 que les hace pasar de ronda. Sin embargo a continuación el rival el Real Unión de Irún les elimina de la competición tras un desempate.
En 1924 el Real Madrid se traslada a Chamartín, un coliseo para 15.000 espectadores. Logran el Campeonato Regional y regresan a la Copa alcanzado la final. En cuartos de deshacen del Natación Alicante con Monjardín liderando al equipo con dos dianas en cada partido (4-0 en Madrid y 2-3 en Alicante) y en semis por fin pueden con el Athletic de Bilbao. En la capital del Bocho pierden 3-1 y en Madrid doblegan a los bilbaínos por 3-1, el segundo obra de Monjardín. Dos días más tarde en el Metropolitano un solitario tanto del coruñés da la victoria por la mínima al Madrid que se presenta en la final de Copa. Celebrada en Atocha el 4 de Mayo de 1924 ante el Real Unión de Irún, los blancos luchan pero no pueden superar a los hombres de Steve Bloomer.
El último curso completo de Monjardín con la camiseta blanca fue en 1926-1927. En dicha campaña revalidaron el Campeonato Regional tras aventajar en siete puntos al Athletic de Madrid y a continuación participaron en la Copa del Rey compartiendo grupo de octavos con el Extremeño y el Sevilla. El coruñés con problemas físicos únicamente disputa los duelos de fuera de casa en la liguilla y a pesar de que el Madrid llega hasta semis no juega ni contra el Europa en cuartos ni frente al verdugo merengue, el Real Unión.
Antes de la gira por Sudamérica que se inicia en junio de 1927 y dura hasta septiembre, Monjardín se ve obligado a colgar las botas por una grave lesión cuando contaba sólo con 24 años. Sin embargo no es su retirada definitiva puesto que aún jugaría un encuentro de la recién estrenada Liga en 1929. El conjunto entrenador por José Quirante se encontraba en cuadro y en la jornada 15 llamaron al ariete para que les echase una mano en el choque frente al Español en Chamartín que acabó en victoria local por 2-0. El bagaje que dejó Juan Monjardín en diez años de pertenencia al Real Madrid fue de 73 partidos y 55 goles entre Liga, Copa y Campeonato Regional.
Con la selección española fue internacional en cuatro ocasiones logrando tres goles. Se estrenó en un amistoso frente a la vecina Portugal en 1922 donde marcó el tanto que dio la victoria a España por 1-2, siendo el primer futbolista blanco de la historia en debutar y marcar. Unos meses después en su segundo choque vistiendo la zamarra roja consiguió sus otros dos goles en el triunfo contra Francia en Atocha por 3-0. Su tercer choque fue ante Bélgica y el último tuvo lugar en los JJOO de Paris 1924.
El sorteo les deparó enfrentarse en la fase preliminar a una Italia entrenada por Vittorio Pozzo a la que ya habían vencido con claridad en la anterior cita olímpica. Esta vez la suerte no acompañó a los españoles que quedaron eliminados. El partido que fue dominado por los pupilos de Parages a pesar de sufrir la expulsión de Larraza en la segunda parte, se resolvió con una acción desafortunada del defensa Pedro Vallana.
Posteriormente trabajó como Agente de Bolsa en la vacante que había dejado su padre al morir en 1933. Además fue directivo en varias ocasiones del conjunto blanco y su opinión siempre era consultada en el club.
En 1943 el Real Madrid le homenajeó (fue el primer jugador de la historia merengue en recibir dicho honor) en Chamartín con un partido frente al F.C. Barcelona y en 1948 la Federación Castellana de Fútbol le concedió la Medalla al Mérito Deportivo.
Falleció el 13 de Noviembre de 1950 en un accidente automovilístico producido entre las localidades toledanas de Villatobas y Corral.
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