Grande y terrible es el poder del Real Madrid. Hace perder la cabeza incluso a los supuestos genios del algoritmo como Monchi. El Madrid consigue enloquecer a sus rivales hasta el punto de que salen ante los micrófonos quejándose de que la ley, en efecto, se aplique. Aún me acuerdo de Guardiola llorando en la sala de prensa de Mestalla después de que a Pedro le invalidaran un gol por fuera de juego en la inolvidable final de Copa de 2011. Fue el llanto más extraordinario registrado en el mundo del fútbol hasta la fecha: en la misma frase reconoció que fue orsay. El sábado al sevillismo le pasó lo mismo con el gol anulado a De Jong.
Monchi, que es el director deportivo del Sevilla, habló en televisión, haciendo muchos aspavientos de seriedad y enfado. Recalcando el mohín dijo que si le llegan a anular a De Jong el gol del 1-1 habría retirado al equipo del campo. La amenaza hay que tomársela en serio puesto que circulan por ahí imágenes suyas en el banquillo del Sevilla, en las que se le ve discutiendo con Lopetegui, quien al parecer intervino para que su superior directo dejara de hacer el ridículo.
El reglamento reza que estorbar el avance de un adversario supone “colocarse en una posición que obstaculice, bloquee, lentifique o fuerce a cambiar de dirección a un adversario cuando el balón no está a distancia de juego de los involucrados. Encontrarse en el camino de un adversario no es lo mismo que colocarse en el camino de un contrario”. La repetición de la jugada no deja lugar a dudas y sólo con propósito de dolo se puede sostener que Gudelj no mira a su izquierda, ve a Militao persiguiendo la marca de De Jong y da un paso hacia su izquierda con la intención evidente de meterle el hombro bajo la mandíbula.
Sin embargo Monchi decidió transformarse en Cristóbal Soria, y eso sin mentar que el segundo gol de De Jong en el partido, esta vez validado por el árbitro, también era susceptible cuanto menos de revisión por el videoarbitraje por una mano de Munir en lo mollar de la jugada. Una vez, cuando trabajaba en la Roma, Monchi salió del Camp Nou diciendo que el árbitro le había “regalado cosas” al Barcelona contra su equipo y que “se había equivocado, es un dato objetivo”, en referencia a dos penaltis bastante claros que se perdieron como las lágrimas en la lluvia de Blade Runner. Aquel día le faltó pedir perdón por subrayar esa evidencia fáctica porque, claro, el Camp Nou no es un lugar apropiado para disfrazarse de chico malo.
Quizá lo que le pasa a Monchi es que nunca ha dejado de ser aquel portero mediocre al que su propia afición, en el Pizjuán, apuntaba con un puntero láser y despedía con insultos, culpándolo de las derrotas en una época en la que el Sevilla, en vez de codearse por los títulos, era el equipo ascensor por antonomasia, amén de una institución arruinada y al borde de la quiebra. Es decir, sigue siendo alguien que debe hacerse perdonar, que debe autoafirmarse constantemente en la fe beligerante del sevillismo ante quienes lo conocieron siendo un objeto de escarnio, un paria de la plantilla al que Maradona regalaba relojes y no calvo guay con barbita y aura de Steve Jobs, como es ahora. Como el Sevilla, ahora también, es “grande”, la conclusión sale sola: batir al Madrid, la némesis de todos los equipos provincianos que un día alcanzan la prosperidad y el prestigio de las copas, se convierte entonces en una obligación. Y eso conlleva inevitablemente un auge descarado del antimadridismo, como pasó en La Coruña cuando el “Super Depor”: lo veíamos en los documentales de La 2, el león joven que quiere liderar la manada siempre tiene que desafiar al viejo jefe, es un proceso natural, pertenece a la cultura de la vida en la Tierra, por así decirlo.
Entonces Monchi, al que el álgebra del Big Data y la necesidad de comprar barato y vender caro elevaron a la categoría de gurú de los fichajes, intuyó con perspicacia que es cuando el Madrid está por medio cuando debe sobreactuar para cotizar entre su gente. Es un tipo listo.
Y es listo porque sabe que el Madrid es una plaza en la que nunca va a encontrar ninguna respuesta, donde nadie va a salir en público a ponerlo en su sitio; es una plaza que al mismo tiempo concita todo lo necesario en el imaginario popular español para reivindicar en ella cualquier causa, por variopeinta que sea: desde la libertad del pueblo catalán oprimido hasta la dignidad injuriada del Sevilla. Por eso en el Bernabéu Puyol se besaba el brazalete con la señera el día del 2-6 y Guardiola celebraba todas sus victorias como si fueran pasos seguros hacia la independencia de Cataluña. Todo en el mundo funciona a base de incentivos.
Hablar mal en el Camp Nou, montar el espectáculo allí, alzar la voz, penaliza en los sitios donde se escribe el relato del Bien, perjudica la reputación social. A Mourinho, cuando entrenaba al Madrid, se le ocurrió una vez esperar a un árbitro en el parking de ese estadio y la leyenda negra ha convertido ese episodio en un intento de asalto a punta de navaja. Mourinho fue el único miembro del Madrid moderno que decidió protestar cuando consideraba que tenía que hacerlo, el único que señaló la Luna. España se quedó mirando el dedo, lo clavó al madero de la ignominia nacional, lo caricaturizó y lo convirtió en un enemigo público, primero, y después en un meme. La lección fue aprendida y desde entonces, ni siquiera ante situaciones que claman al cielo como las provocadas por la negligencia arbitral y videoarbitral en el último Barcelona-Real Madrid de diciembre de 2019, se sigue a rajatabla lo que era vox populi durante el franquismo: niño, no te metas en política. Niño, no te quejes de los árbitros. El Madrid no puede quejarse porque el relato dice que tiene que expiar por siempre un pecado original, un pecado que habla de falsos apaños con el que sus rivales han conseguido disfrazar su grandeza genuina ganada a base de sangre y sudor durante ciento y pico de años. ¡Todo lo que se permitió el Madrid, como institución, fue aquel caramba flandersiano de Butragueño!
Interpretar el papel de justiciero ofendido por el supuesto gran poder fáctico del fútbol español es algo que parece dársele bien a Monchi. Hace tres años, más o menos por estas mismas fechas, protagonizó otro lamentable espectáculo, esta vez a cuenta de Sergio Ramos. Fue en aquella eliminatoria de Copa del Rey en la que el Madrid derrotó al Sevilla y, en la vuelta, Ramos se encaró con el fondo que ocupan los Biris en el Pizjuán. Aquel día Ramos tuvo el coraje que nunca ha tenido Monchi y se enfrentó a un grupo violento que como otros tantos en España cuenta con la benevolencia del club al que dicen apoyar. Y se enfrentó por entre otras cosas, desearle la muerte a él, un canterano del Sevilla, precisamente en el mismo estadio se donde se murió otro canterano del Sevilla, además, de su misma generación. Aquel día Monchi decidió que salía más rentable, en términos de imagen, tuitear tonterías demagógicas que obviaban la realidad y arrojaban la culpa sobre Ramos (en España, cuando un individuo, en un espectáculo de masas, se revuelve contra la masa del graderío, el culpable siempre es el individuo, independientemente de la naturaleza de los hechos que provoquen el desplante) que en efecto señalar a un grupo de exaltados que más tarde le organizaron una coreografía para despedirle cuando se fue a Roma. Cada uno elige sus propias batallas, no hay más verdad que esa.
Monchi no es obviamente un hombre pobre... pero sí es un pobre hombre. Un tipo con una bolsa escrotal como Dios manda no dice que va a retirar a su equipo del campo, simplemente lo retira. Pobre hombre y cagón.
Excelente artículo.
Y además, la foto de los Biris con su pancarta insultante y la bandera independentista catalana, los define a la perfección. También a quien no cerró ese campo o por lo menos esa grada.
Hay una cosa en la que no estoy de acuerdo. Veo la foto de Monchi al inicio del artículo, y no me parece un "calvo guay con barbita y aura de Steve Jobs". A mi me recuerda mas al profesor Bacterio.
Saludos.
"en España, cuando un individuo, en un espectáculo de masas, se revuelve contra la masa del graderío, el culpable siempre es el individuo, independientemente de la naturaleza de los hechos que provoquen el desplante"
Se le ha olvidado apostillar ", excepto si es Messi y el graderío es madridista. En ese caso, aunque le vueles la cabeza a un espectador de un balonazo, pelillos a la mar, seguro que algo habría hecho para provocar esa reacción.".
Usemos al menos lo que si está en nuestra mano...no se les cede nunca a ningún jugador. reguilon never again
Este es otro mamarracho cantamañanas envidioso antimadridista y no le deis más vueltas... ah... y un cagón por no tener remoles de retirar el equipo no tiene autoridad para ello va de chulito y manda en el Sevilla menos que yo en mi casa ...jajaja ignoremosle HALAMADRID
ustedes,si que sois unos mamarrachos,que no Paris de comres,los huevos,al barsa,lavaos las vocazas, apestosa que teneis,antes,de hablar,mal.de monchi,y mucho,menos,del sevilla,y por un jugador,que el madri,a sedio,al sevilla,ustedes,se llevais a la mayoria,de jugadores,del sevilla,o os lo tengo que nombrar,a todos,so bocazas.
Caballero, con todo respeto le sugiero que repase usted sus conocimientos de ortografía y sintaxis.
Lopetegui y Monchi, dos teatreros al igual que Simeone. Perro ladrador poco mordedor.
Me pongo malo cuando oigo q quieren a odriozola,ya vale de poner la otra mejilla a sevilla,valencia y malakito cero facilidades en traspasos y cesiones ninguna,amor con amor se paga
"el león joven que quiere liderar la manada siempre tiene que desafiar al viejo jefe, es un proceso natural, pertenece a la cultura de la vida en la Tierra, por así decirlo"
Discrepo Antonio: no son leones jóvenes, son hienas viejas.
Totalmente de acuerdo con todo lo indicado en el artículo. El tono de Monchi es inapropiado, pero sabe que va a encontrar su público y un aplauso de mucha gente, no solo de los suyos. Anoche recordé aquel programa del culé Alfonso Arús, "Al ataque", en el que ridiculizaban a Monchi y le ponían de poco menos que estúpido integral. Nunca me hizo gracia ese programa y tampoco entendía las chanzas hacia Monchi, pero estos días las he entendido a la perfección. Me ha costado varias décadas entender que realmente mostraban al público cómo era ese portero del Sevilla que no jugaba nunca.
Pues, Valderrama, como hombre de ley que me considero, me siento relativamente reconfortado al leer su artículo. Estoy convencido que el algarrobo , si no lo ha hecho ya, leerá este artículo. Lo que se expone en él es irrebatible y demoledor.
No es difícil poner en su sitio al pvto calvorota ese. Que no lo haga Butragueño, Florentino o la prensa hidráulica no quiere decir que quede libre de ser castigado debidamente. monchito no va estar metido en una burbuja , aunque debería ir siempre con cuidado - y no provocar- tendrá que vigilar no se encuentre a alguien con más reaños que él, cosa que no es difícil, y lo ponga de verano.
La verdad , el otro día cuando lo ví ante las cámaras hacer movimientos, especie de tics o mini-espasmos buco-nasales, en combinación con ese farfulleo y sonidos guturales que salían de su boquino , tuvo la clara percepción de que este tío es consumidor( no sé si ocasional o habitual ), pero, cantó mucho. No sé si tiene hijos o no, pero su imagen el otro día fue vergonzante. Sentír vergüenza ajena no define con rigor lo que muchos sentimos al verle en acción. monchito “in action”.
Estos señores tienen que justificarse ante su afición. Echar encima al Real Madrid. Casos hay unos cuantos.
Sorprende que luego nos traten así cuando cedemos jugadores, o se los vendemos por la mitad que nos pedirían a nosotros. Esto es teatro. Monchi se caga por las patas. Sabe que mejor llevarse bien con el Madrid porque se va a beneficiar. Es fachada ante sus aficionados.
No obstante, mejor lo que estamos haciendo. Fichar jóvenes y de fuera. Ni un duro a los clubes de aquí. Esto es lo que han conseguido.
Enhorabuena. Vaya artículo más basura. No entiendo cómo mi algoritmo da porque me gusta leer estas mierdas. Baja de tu atalaya centromesetero. Representáis a lo peor de este país.
Hola, reimoro
El autor del texto es de Chipiona.
Saludos.
reimoro,
Què et moqui la yaya. Xenófobo, Mas que xenófobo. Seguro que tú eres Messitario... jejeje.
A reimoro: ya le ha dado un buen zasca Pepe Kollins, pero no me puedo callar porque no me han gustado sus insultos. Aquí venimos a comentar sobre nuestro equipo. Si no le gusta, déjese de algoritmos y váyase a otra parte. Y no somos centromesetarios, aquí hay de todo. Y si lo fuésemos ¿qué culpa tenemos, si hemos nacido en el centro de la meseta, somos peores por eso? Pues ya está. Lo que hay que aguantar.
Odriozola cedido al Bayern en plena noticia del interés del Sevilla en su cesión. Espero y deseo que sea una consecuencia directa del bochornoso e INJUSTO espectáculo dado por Monchi y Lopetegui, así como el inicio de una nueva relación con ese odioso club.