El domingo por la noche el Madrid de Ancelotti completó el peor derbi madrileño en muchos años, puede que el peor desde aquel 4-0 del Atlético Aviación en el Calderón precisamente al primer Madrid de Ancelotti, en febrero del año 15. Concedió tres goles iguales, dos al principio del partido y otro al empezar la segunda parte. Morata y Griezmann se pasearon por un cráter abierto en el centro de la defensa, en la zona de Alaba, que parecía un soldado ruso en esos vídeos que rulan por Twitter grabados por drones ucranianos, totalmente expuesto en mitad de la nada, segundos antes de ser aniquilado por bombas teledirigidas por el Cholo.
La Peineta, desde luego, era el lugar propicio para semejante aquelarre, un campo feísimo al que, con el dinero del pelotazo de los terrenos de la M30, el Atlético le ha puesto una carcasa enorme por encima en la que puede proyectar colorines y hacerlo parecer moderno. Dijeron en la retransmisión que cada año que pasa cabe más gente en el ahora llamado Civitas Metropolitano, la tele y la radio deportivas españolas están llenas siempre de datos estúpidos e irrelevantes, sin embargo nadie incide nunca que quien realiza audiovisualmente la Liga es a la vez quien guía las palancas financieras con que el Barcelona de Laporta va salvando escollos económicos desde hace dos veranos. Por lo tanto La Peineta es un escenario ideal para la inmolación del Madrid en el altar de la vulgaridad y de lo soez que es LaLiga, competición que el Real sigue jugando como si todo transcurriese con normalidad y no se estuviera instruyendo un proceso judicial en base a las pruebas e indicios recopilados minuciosamente por la Guardia Civil que apuntan a un amaño sistemático a lo largo de dos décadas de la misma por parte del actual líder y vigente campeón, el Fútbol Club Barcelona.
La Peineta es un escenario ideal para la inmolación del Madrid en el altar de la vulgaridad y de lo soez que es LaLiga, competición que el Real sigue jugando como si todo transcurriese con normalidad y no se estuviera instruyendo un proceso judicial en base a las pruebas e indicios recopilados por la Guardia Civil que apuntan a un amaño sistemático a lo largo de dos décadas de la misma por parte del bARÇA
Cuando se asume la gran corrupción, todas las pequeñas podredumbres apenas hacen daño. Por eso Alberola Rojas, el árbitro del encuentro, impidió que el Madrid, que a la sazón había hecho una primera parte horrorosa, se fuera al descanso empatado a dos; por eso nada más comenzar la segunda mitad, Morata, con otro testarazo a placer, puso el 3-1 en el marcador y no el 3-2, pervirtiendo ya todo lo que quedaba de partido, que a partir de ahí fue una representación de la decrepitud e impotencia del Madrid, incapaz de arañar un gol a Oblak. Con el Madrid volcado y al filo del intermedio, un balón llovido del cielo pasó por encima de Rüdiger, que disputaba en buena lid con Savic, sin que tuviera ninguno de los dos ocasión siquiera de rozarlo. La pelota fue a caer a la cepa del poste que cubría el portero del Atlético y allí lo remató Alaba. Salió rechazado hacia el otro lado y Camavinga, en posición perfectamente legal, lo remachó dentro, pero Rojas dijo que nanay, porque así quedaba en una disposición transitoria de la Constitución de 1978.
Alberola Rojas, por cierto, pagó 7400 euros a Javier Negreira júnior entre el año 16 y el 19 por servicios de “coaching deportivo”, según relevó un informe de requerimiento de la Agencia Tributaria en octubre de 2021. Lo hizo en trece pagos para que Negreira Jr. le ayudara a “superar sus miedos”, en unos años en los que el coach era administrador único de Dasnil 95, la empresa a través de la cual el clan le facturaba al Barcelona mientras el patriarca era vicepresidente del Comité Técnico Arbitral. En ese tiempo, Rojas, el Napoleón de los trencillas, pasó fulgurantemente de la Segunda División a la Primera, siendo el segundo árbitro más joven de la historia del fútbol español en alcanzar la máxima categoría. Parece evidente que el bueno de Alberola superó sus miedos. ¡Lo que cunde en España el esfuerzo!
La desfachatez es tan inaudita que estamos dentro de un pasaje de Un mundo feliz de Huxley. El Barcelona se ha puesto líder de LaLiga con goles de tipos a los que ha inscrito con argucias fiscales amparadas por la LFP. Laporta dice que ahora se lleva muy bien con el patrón, con Tebas. Todo se ha arreglado con un par de comidas en su casa. En España, todo lo que importa se cuece en torno a una mesa, por eso a los que somos negados para el networking nadie nos invita a comer y tenemos que observar la realidad con la ira santa de los ascetas. La realidad que nos envuelve es para enloquecer. A finales de octubre el Madrid se enfrentará al Barcelona y llevarán publicidad de los Rolling Stones en la camiseta, tan jirochos. Como en España ningún club levanta realmente la voz, ni siquiera el Madrid, que debería negarse a competir con un club apestado, pues ahí fuera mantienen su reputación intacta, y siguen asociándose a todo lo cool que hay en el mundo.
El Barcelona se ha puesto líder de LaLiga con goles de tipos a los que ha inscrito con argucias fiscales amparadas por la LFP. Laporta dice que ahora se lleva muy bien con el patrón, con Tebas. Todo se ha arreglado con un par de comidas en su casa
La performance nefanda del Madrid en La Peineta cerraba malamente el cumpleaños del madridista vivo más universal, Julio Iglesias, que este fin de semana alcanzaba los ochenta años. Pudo ser portero del Madrid Yé-Yé pero acabó, por los caminos inescrutables de Dios, convirtiéndose en un icono de la música popular en español, en una estrella internacional. Cantó el verso que define lo que es el Madrid, un Quijote de un tiempo que no tiene edad.
En la España de hoy, el Real cabalga entre truhanes y ladrones, en un camino lleno de trampas puestas al corazón y a la cartera de los aficionados al Madrid, que ven cómo, una y otra vez, el Madrid tropieza con la misma piedra porque llueve y está mojada, la carretera. A lo largo de este camino, sin aparente intención de enmendar la totalidad de esta monstruosa mierda llamada fútbol español, el Madrid está abocado a seguir protagonizando quijotadas sin cuento para alborozo de la jauría humana.
El Madrid es luz y el fútbol español, sombra. Eso es un consuelo, y no pequeño. En el fondo, todo es una enorme pantomima
En el AS, el lunes, alguien escribió que a Ancelotti le dio un ataque de entrenador en La Peineta, como si Carletto fuese Perico el de los Palotes y se sentara en el banquillo del Madrid porque le quedan muy bien los trajes. Eso, “ataque de entrenador”, es lo que siempre dice alguien que se cree mucho más listo que los demás, y de listos está este país lleno. Bien es verdad que el partido del domingo no es la mejor muestra de su valía como técnico: salió sin delantero centro y juntó a los dos papas eméritos en la medular, con lo que lo que transmitía el equipo era una voluntad clara de no moverse mucho. Pero la culpa de don Carlo es relativa. Al fin y al cabo él pidió a Harry Kane y el club le puso por delante a Joselu. Hay que pagar el hipogeo.
En defensa, se lesionó Militao y no se pensó ni en Ramos, que estaba libre, ni en ningún otro. Nadie puede llamarse a engaño. La plantilla es la que hay y LaLiga es la que es. Todo no puede ser llorar, porque todo esto el club lo sabe. Si se acepta seguir jugando aquí sin exigir una revolución completa, una transformación profunda de unas competiciones reguladas por instituciones podridas hasta el tuétano, como la Real Federación Española de Fútbol y como la Liga de Fútbol Profesional, se asume el castigo implícito que supone ofrecerse en el altar del regocijo de millones de antimadridistas. Quizá la idea que subyace bajo todo esto sea el anhelo cristianísimo de purgar y redimir tanta miseria a través del sacrificio, pero eso habría que explicarlo y el futbolerismo no es campo adecuado para el trazo fino.
Ante la apabullante impunidad del fraude y ante la corrupción integral de todos los estamentos del fútbol, en España, en la UEFA y en la FIFA, no es el fútbol el que tiene ya nada que ofrecer al Madrid, sino el Madrid al fútbol: hay que volver a empezar con la ilusión de un niño
Así las cosas no queda otra que no hacerse mala sangre. El Madrid es luz y el fútbol español, sombra. Eso es un consuelo, y no pequeño. En el fondo, todo es una enorme pantomima. No hay más que seguir avanzando: la vida sigue igual, como cantaba Julio, pero también obliga a volver a sentir las cosas de siempre. ¿Nos seguirá queriendo el fútbol? Ante la apabullante impunidad del fraude y ante la corrupción integral de todos los estamentos del fútbol, en España, en la UEFA y en la FIFA, no es el fútbol el que tiene ya nada que ofrecer al Madrid, sino el Madrid al fútbol: hay que volver a empezar con la ilusión de un niño. Ese es el sentido, y no otro, de seguir viendo los partidos del Madrid, sin más intención que redimir el juego que una vez amamos, siquiera tras noventa minutos de lucha sincera contra todo. Pues, siempre fue más feliz quien más amó.
Getty Images.
Tenemos que aprender de las chicas. Quizá no fueran las mejores formas de hacerlo pero ahí con 2 ovarios han limpiado mas de la mitad de la federación (más lo que está en camino). Si el club hiciera lo mismo que las campeonas del mundo otro gallo cantaría.
Algunos sabemos que hacéis todo lo posible. Pero el grado de podredumbre en el que está inmerso el fútbol español es descomunal. Lo de los medios de comunicación es una vergüenza (Albelda, Pierre Oriola, Juanfran, Villa, Gerard...).
Solo con observar a quien contratan para comentar partidos de fútbol y baloncesto en Movistar, ya deduces las intenciones y el mensaje.
Creo que el madridismo , por lo menos una parte del mismo, está en riesgo de caer en el masoquismo.
Entiendo y ,hasta cierto punto ,agradezco la labor de la Galerna . Sin embargo me parece excesivo que un articulista, por brillante que sea, pida a los madridistas que se dispongan a ver las imágenes y escuchar las palabras taimadamente seleccionadas por personajes manifiestamente madridistas. Sí, ya sé que el Madrid engancha, pero...
No sé el motivo , y ya ni me importa, por el que el Madrid es cómplice de todo lo que está sucediendo. Esto trasciende cuestiones deportivas y , no exagero, alcanza cotas de crueldad. Y que nadie se confunda, no me duele
un 3-1 en contra. Lo que duele y, más que doler , cansa es el rol que la opinión pública española ha asignado al club blanco. ¡Basta ya!
Sin embargo me parece excesivo que un articulista, por brillante que sea, pida a los madridistas que se dispongan a ver las imágenes y escuchar las palabras taimadamente seleccionadas por personajes manifiestamente ANTImadridistas. Sí, ya sé que el Madrid engancha, pero...
Estoy hasta los c........de oír y leer frases y artículos preciosos. Todo palabrería.
Ya que el Club no hace ni va a hacer nada, ellos sabrán porque, ese BASTA YA del amigo o amiga corazón tan blanco tenemos que llevalo a cabo la afición poniendo en práctica acciones beligerantes cuando se disputen partidos en el Bernabéu. A pesar de mi edad me pongo a disposición para encabezar las mismas.
Se admiten sugerencias y por favor pido a la Galerna que también pasé a la acción dándonos sugerencias para llevarlas a cabo, si se atreven
Un saludo