En su manual de 50 secretos mágicos para pintar, Dalí les decía a los jóvenes pintores que la instrucción más importante de todas era un verbo conjugado en imperativo: ¡pintad! Del mismo modo Luka Modric pareció decirle el domingo por la noche, cuando saltó al campo, lo mismo a Arda Guler, que estaba allí en la banda mirándolo en representación de la juventud del talento mundial: ¡juega!
Como los genios como Dalí o Modric son inimitables, parece imposible fundar sobre su inmenso y disparatado talento ningún tipo de escuela. En esencia, son resplandores que ciegan. Crean todo un mundo de belleza colosal a su alrededor y lo único permitido a los mortales es disfrutarlo. Para entenderlos hay que esperar a que, como decía Hegel, anochezca y entonces levante el vuelo la lechuza de Atenea.
Modric amaneció para el Madrid con un trallazo remoto en Manchester y, del mismo modo, su crepúsculo, una herida luminosa abierta en el costado de la Liga, fue otro obús en el Bernabéu para encarrilar el título número 36. Ese sentido de la circularidad es tan madridista que lo inscribe dentro de la dorada tradición histórica de un club que está hecho de una obsesión demente por el futuro. La posteridad y el ayer son las dos caras de un mismo palimpsesto.
Con los años, el fútbol de Luka Modric se ha ido haciendo tan sobrio, conciso, mínimo e incluso místico como el gótico marítimo catalán, inclinado a lo esencial por la presencia constante y próxima de la infinitud del mar. Para Modric, el infinito es el Real Madrid, esa extensión inabarcable y majestuosa de grandeza, un horizonte abierto por el que dejar correr la imaginación sin encontrar detrás ningún límite. El gol al Sevilla es el ejemplo. Realiza en un movimiento lo que la práctica totalidad de los futbolistas profesionales del mundo habrían hecho en dos: el control y el acto de perfilarse, es decir gana un tiempo precioso con un gesto con las piernas que es pura decantación cinética de siglos. Es lo que le permite accionar la pierna y golpear el balón sin oposición alguna. Su poderosa musculatura y el toque divino de su pie derecho consiguen el resto.
Para Modric, el infinito es el Real Madrid, esa extensión inabarcable y majestuosa de grandeza, un horizonte abierto por el que dejar correr la imaginación sin encontrar detrás ningún límite
Un gol que es toda una culminación artística, un clímax. Luego apareció dos o tres veces, siempre con pocos toques, haciendo de su colocación en el campo la herramienta de trabajo fundamental. Saber colocarse, por ejemplo, es media tauromaquia. Este Modric crepuscular de los últimos años tiene bastante de sabio del toreo, le podríamos llamar el II Papa Blanco, el sucesor de Ricardo Torres Bombita pero sólo de nombre: la suerte nos ha conservado a Luka sin graves lesiones, a diferencia del famoso torero sevillano, y con su eruditísimo conocimiento del juego, es el futbolista largo, ancho y profundo de nuestro tiempo, por no decir de todos los tiempos.
Cuesta imaginarse a un centrocampista como él en el fútbol que vino antes. Modric es como la síntesis del balompié previo a su irrupción en la élite, un Di Stéfano de la medular, narrador omnisciente del intríngulis de los partidos. Domina todas las suertes, es capaz de dominar a todos los rivales, situaciones, “contextos”, tempos y lances, y además al jugar despierta una emoción íntima única que hará que lo recordemos mucho tiempo después de que cuelgue las botas. Prescinde de lo superfluo porque el cuerpo ya no le da para más. Me acuerdo de la asistencia que le da a Camavinga, de espaldas a la dirección de la jugada y al primer toque con el empeine, para lanzar al francés en la jugada del 1-0 al City en el Bernabéu en las últimas semifinales. Fue un trincherazo con la muleta baja y genial y el botón de muestra de lo que digo.
Modric es el Sumo Pontífice del fútbol de nuestras vidas. Su gol al Sevilla, además, fue como un tajo furioso en un tronco muy podrido, el del árbol del Campeonato Nacional de Liga. Un tronco que hay que derribar a machetazos. Me repito más que el ajo en esta tribuna porque cada semana digo que este circo es inadmisible, pero qué se le puede hacer. Al Madrid pueden birlarle otra Liga, esta es una posibilidad muy real que todos deberíamos tener ya presente. Los ocho puntos de ventaja sobre el Barcelona no significan nada.
Modric es como la síntesis del balompié previo a su irrupción en la élite, un Di Stéfano de la medular, narrador omnisciente del intríngulis de los partidos. Domina todas las suertes, es capaz de dominar a todos los rivales, situaciones, “contextos”, tempos y lances
A La Javineta, vamos ya a quitarle la equis en honor a Carletto y su maravillosamente sarcástico itañol (cuando llamó Javi a Xavi Hernández hizo, sin seguramente él pretenderlo, el mejor humor de crítica política que se ha hecho en este país desde que cerró La Codorniz), la están empujando para que alcance el segundo puesto y ya veremos si un traspiés inopinado del Madrid no la aproxima a la pelea por el título. Todo parece “peligrosamente preparado” como diría el Cholo, otro que tal baila.
Qué país de farsantes. La hora de arbitraje del Madrid-Sevilla perpetrada por Díaz de Mera tuvo tintes siniestros, gangsteriles. Los árbitros españoles son muy malos y muy chulos, la mayoría, y además sobre ellos pende desde hace justo un año la sospecha, instruida por la Guardia Civil, de que además están comprados. O lo estuvieron, por lo menos durante veinte años. Que se sepa. Si hay pruebas, y cada vez se recopilan más, de que el vicepresidente del Comité Técnico Arbitral de la Real Federación Española de Fútbol recibía dinero del Fútbol Club Barcelona para adulterar la competición en perjuicio de sus rivales, sólo cabe inferir que La Liga es una competición amañada.
El videoarbitraje no deja de amontonarse más indicios en ese sentido: el gol anulado a Lucas Vázquez es de juzgado de guardia, sobre todo observando el codazo que recibe el propio Nacho al, supuestamente, cometer la falta que motiva la invalidación del tanto. Luego al propio Vázquez le marcaron la ceja a gusto y por supuesto al videoarbitraje le pillaría en un receso: a lo mejor los de la sala se estaban echando un cigarrito en Las Rozas con los operarios del VAR 2, el para-VAR de la Federación del que ya no se sabe nada ni nadie pregunta más por él aunque hubiera árbitros que admitieran en su momento su existencia e incluso periódicos catalanes informaran de ello.
El Madrid tiene que tomarse lo que queda como preparó Zidane los once partidos que siguieron al lockdown de 2020: como si fuera una mini Copa de Europa. Sólo conservando el temple, sin caer en las provocaciones habituales, rituales y tribales, mantendrá la ventaja y ganará la Liga.
En ese panorama emponzoñado llegó Modric y chutó desde muy lejos, con mucha fuerza. Fue un trallazo cauterizador. Hay que sellar con el fuego santo del talento las heridas purulentas que le inflingen por todas partes al Madrid en este país de pantomima en el que denunciar algo de forma explícita y decir la verdad sin rodeos ni parábolas está peor visto que el mal en sí.
Lo de Modric ue un trallazo cauterizador. Hay que sellar con el fuego santo del talento las heridas purulentas que le inflingen por todas partes al Madrid en este país de pantomima en el que denunciar algo de forma explícita y decir la verdad sin rodeos ni parábolas está peor visto que el mal en sí
Eso es lo que pasa con los vídeos de Real Madrid Televisión que denuncia el Sevilla. Es curioso porque el Sevilla de Pepe Castro es casi el único club, además del Madrid, que tuvo la decencia de postularse públicamente a favor de llegar hasta el fondo del asunto Negreira-FC Barcelona, pero se ve que aquello le pasaría factura en la viciada ciénaga que rodea, en provincias, la actualidad mediática de clubes así. Pero los árbitros españoles no requieren vídeos de denuncia, sino autos de fe. El niño de Zadar les hizo uno automático el domingo por la noche sobre el minuto 80 de un partido enquistado desde el gol anulado, que sacó de sus quicios al equipo de Ancelotti por pura frustración e impotencia.
Pero el chut desde lejos, el golazo, tiene algo de redención instantánea, remite a las formas primitivas del hombre, da una felicidad bruta que no hace falta explicar. Es una sensación salvaje de estar aplicando justicia sin prolegómenos ni burocracia, justicia directa y ancestral. Modric nos regaló ese instante de paz en medio de una guerra permanente contra la desvergüenza y la falta de escrúpulos, un regalo que acerca al Madrid a la Liga: una Liga donde es insultantemente superior a todos los demás, y que sin embargo sigue viva porque hay todo un sistema clientelar corrupto hasta la médula empeñado en ello.
Getty Images.
Magnífico artículo, don Antonio. Por favor, elimine la “n” en la palabra “inflingir” (sic) del 12º párrafo.
La Justicia desestima la demanda de Real Madrid y Athletic Club contra LaLiga Impulso
La Audiencia Nacional respalda el acuerdo de los clubes y la patronal con CVC, por lo que los 2.000 millones procedentes del fondo de inversión no se tendrán que devolver y podrán seguir los proyectos financiados con este dinero.
27 feb 2024 - 11:47
Sigue el lío de LaLiga en los tribunales. La Audiencia Nacional ha desestimado la demanda impuesta por Real Madrid CF y Athletic Club contra LaLiga Impulso, proyecto por el cual el fondo de inversión CVC invirtió 1.925 millones de euros en la máxima competición del fútbol español, según un comunicado de la competición.
El comunicado de La Liga señala que “la sentencia confirma la legalidad de la operación, señalando que se ajusta a los marcos legales y estatutarios vigentes; además, destaca que no se vulneraron los estatutos de LaLiga ni la normativa aplicable en materia de gestión y administración de los derechos audiovisuales y económicos de las entidades deportivas; esto implica que la operación fue realizada respetando las competencias y procedimientos establecidos por la ley y los estatutos de La Liga”.
Asimismo, la sentencia concluye que la operación con CVC no infringe los derechos de los clubes participantes de LaLiga, argumentando que los acuerdos alcanzados “se realizaron de manera que respeta los derechos y obligaciones de los clubes, sin imponerles condiciones injustas o que alteren significativamente su participación y derechos dentro de la competición”.
En 2021, 37 de los 42 clubes votaron a favor de La Liga Impulso, cuatro lo hicieron en contra y hubo una abstención
También reconoce la autonomía de LaLiga para gestionar y administrar sus derechos comerciales y audiovisuales, siempre y cuando se realicen dentro del marco legal existente. Esto incluye la capacidad para realizar operaciones financieras y comerciales que se consideren beneficiosas para el colectivo de sus miembros, siempre respetando las leyes y reglamentaciones aplicables, como es el caso de La Liga Impulso.
En ese sentido, desde la competición se “celebra el fallo que ratifica una vez más la legitimidad del acuerdo de los clubes con CVC, que cuenta con el apoyo de 44 clubes firmantes, y ha permitido a dichos clubes proyectar inversiones, sin contar con ayudas públicas, que de otra manera hubiesen sido inabordables y que acelerarán en 20 años el crecimiento de los clubes en términos de inversión, infraestructura, internacionalización y profesionalización, entre otros”.
La Liga Impulso se trata de un proyecto por el que los clubes españoles ceden cerca del 9% de sus derechos audiovisuales durante los próximos cincuenta años a cambio de una inyección de 2.000 millones de euros a repartir entre todos. En 2021, 37 de los 42 clubes votaron a favor de la materialización del mismo, cuatro lo hicieron en contra y hubo una abstención, por lo que el plan siguió adelante. Con este dinero los clubes han podido liquidar deuda, reforzar sus plantillas, construir nuevos estadios y ciudades deportivas.
Hay un vídeo en la web oficial del Real Madrid que recoge las sensaciones de Modric, se intuye por su expresión facial, al poco tiempo de haber acabado el partido y vestido ya de calle. Son declaraciones de un tipo feliz y agradecido. Y deja claro lo importante que es la unión de un vestuario. Es la clave.
Y es evidente que este vestuario Real Madrid es una piña
Ambiente muy sano
No es impostado, es auténtico. En contraste se observa esa especie de Casa de la Pradera que pretenden hacernos creer los cataculés, continuamente, constituye el farsalona.