Mira, chato (CXI)

Sí, protejamos las ligas: ¡qué magnífico despelote!

Que sí, que las ligas nacionales hay que protegerlas, mimarlas. Y si aquí apañan lo de los árbitros, ni les cuento. Fines de semana como este son chicha impagable. Deben convivir, y bien, las ligas con Liverpool, Bayern, esas gentes superligueras. Sé que así será cuando llegue La Cosa. Estas experiencias son un magnífico recordatorio.

Jo. Te acuestas con el 4-0, sábado sabadete, Vinicius es un solete. Misa, paseo, comida con la familia y te levantas de la siesta con el Sevilla tumbando al Atleti, anda. ¡Y te acuestas con el ‘Graná’, casi al Barça! Sí, sí. Los grandes despelotes no hay que perderlos. Son una gran coña. ¿Qué más da que hoy sea lunes?

La verdad es que fue todo antológico empezando por el Madrid. A mí ya me lo pareció, pero leer y escuchar que jugó no bien, muy bien, uff. Ha sido tan unánime la cosa que debe ser verdad: el Madrid jugó muy bien. He leído crónicas y escuchado audios cinco, seis, diez veces. Exhibición. Formidable. Mágico. ¿De verdad? Es la falta de costumbre.

Te acuestas con el 4-0, sábado sabadete, Vinicius es un solete. Misa, paseo, comida con la familia y te levantas de la siesta con el Sevilla tumbando al Atleti, anda. ¡Y te acuestas con el ‘Graná’, casi al Barça! Sí, sí. Los grandes despelotes no hay que perderlos. Son una gran coña. ¿Qué más da que hoy sea lunes?

Pues la última vez que el mundo vivió emoción semejante está lejísimos. ¿Cuándo? Lo iba a dejar ahí, en plan misterio. Incluso pensaba en una consulta galérnica no vinculante: ¿cuándo creen que fue la última vez que el Madrid jugó muy bien? Pero no, no quiero mortificarles preguntándose cuándo y dónde se vivió tal cosa, ¡el Madrid jugando bien!

Lo sé y la crítica fue unánime, también entonces. Apunten: Glasgow, final de la Quinta, 18 de mayo de 1960. 7-3 al Eintracht de Frankfurt. Cuatro de Pancho Puskas y tres de Alfredo di Stéfano. Va para 64 años. 64 años después el Madrid lo bordó. ¡Olé!

Domínguez, Marquitos, Santamaría, Pachín, Vidal, Zárraga, Canario, Del Sol, Di Stéfano, Puskas y Gento fue el equipo. Y Muñoz, el entrenador. Y Bernabéu, presidente.

Es decir: después de cuatro copas de Europa, en el último partido de la quinta ¡¡¡el Madrid jugó muy bien!!! Tanto que se presenta como la mejor final de la historia.

Hombre, el Eintracht era un equipazo, aseguraba el espectáculo. Pero también colaboró el Madrid. Hemos debido de esperar mucho, ha merecido la pena. Pienso en mi madre que siempre hablaba de aquello, le hubiera encantado vivir esto. A mi lado, digo. Porque sé que lo está viviendo. Con el gol 1-0 escuché un grito de alegría conocido: fue ella.

¿Cuándo creen que fue la última vez que el Madrid jugó muy bien? Apunten: Glasgow, final de la Quinta, 18 de mayo de 1960. 7-3 al Eintracht de Frankfurt

Y eso, que los últimos protagonistas en Chamartín están de enhorabuena. El Madrid le sacó tres puntos al Girona, otros tres al Atleti y dos al Barça. Los daños del segundo fueron mínimos: un solo punto le recortaron sus perseguidores, el punto culé, a falta del Almería-Athletic de hoy. San Bernabéu les bendice.

Pero sorpresa, lo que se dice sorpresa gorda no hubo. Lo del Barça es previsible y divertido: Laporta tiró bandejas de canapés cuando pitaron el final. Pensaba ganar. ¡Jaaaja! Y que Sergio Ramos le gane al Atleti, no cotiza. Curioso lo de estos. 1-1 (Bernabéu), 0-1 (Athletic) y 1-0 (anoche) son sus tres últimos resultados. Pero ojo, le saben jugar al Madrid. ¡Toma ya! Pues este año ya a lo sumo en Champions, igual la próxima vez se les hace pelo largo.

Sí, sí. Hay que proteger las ligas, ¡qué magnifico despelote!

Lo del Barça es previsible y divertido: Laporta tiró bandejas de canapés cuando pitaron el final. Pensaba ganar. ¡Jaaaja! Y que Sergio Ramos le gane al Atleti, no cotiza

Y bueno, vuelve la Champions. Los antis se han echado en manos de dos tipos que no se si conocerán: Openda, ese menda, y Sesko. Quizá les suenan pues se habla de ellos estos días. Forman la pareja de ataque del RasenBallsport Leipzig, rival del Madrid en estos octavos.

Son la nueva esperanza del antimadridismo, más que nada por sus centímetros. 1,77 Openda y, sobre todo, 1,94 Sesko. Sueña el anti con cien balonazos del buen Dani Olmo y cía a la olla ante Lucas, Carvajal, Nacho si está y una escabechina merengue. Igual habría que llevar a Tavares.

De eso, de no haber metido centros dirección Lunin acusan al Girona… que ha dejado de interesar a los antis, claro. De todas maneras, si esos dos del Leipzig midieran 86 centímetros uno y 1,30 el otro serían esperanza exactamente igual. En este particular, jorobar al Madrid, el tamaño no importa. Para tal fin, Haaland es tan útil como Portu. Está bien.

Openda y Sesko ocupan, en efecto, el lugar que dejó vacante el equipo de Míchel. El rol de jorobador del Madrid. Vengo comentando que me da yuyu el partido de ida. Bajas gordas blancas y buen rival. No, no es un primera serie europea, pero sí un buen segunda. Es rápido, puede ser eléctrico, hace cosas raras atrás, pero tiene piernas y arte arriba. Y como ha recordado Ancelotti, “ya nos ganó”, aquel 3-2 que les permitió vivir el goce de ganar al Madrid aunque fuera en fase de grupos.

Recelo del Leipzig y espero al Madrid del sábado. Otra versión sería terrible. Oteo sufrimiento y la decisión en el Bernabéu. Y me acuerdo de la 14. Qué iba a ser irrepetible, aquellas remontadas. Puede. Pero esto también tiene su guasa. Avanzar sin el mejor portero, a lo sumo con un central, y medio sano, y sin Bellingham. Tela. A la primera valla llega el Madrid faltándole una zapatilla. Ojito.

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