Imagino que habrán visto el gol de Olga Carmona al Athletic en San Mamés, el del triunfo madridista, 1-2. Si lo vieron, felicidades. Si no, búsquenlo. No se lo cuento, hay que verlo.
El golazo de la Carmona llegó con el madridismo cabreado y desconcertadillo después del partido en Sevilla, luego hablamos. Y en estas empezó el duelo entre el Barça y una Real lejos de su mejor versión. Los vascos marcaron a los tres minutos, otros tres después se lo anularon. Fuera de frame, parecido al fuera de juego de otros tiempos.
La imagen que nos mostraron no admitía discusión: órsay. ¿Cuándo salió la pelota de la bota del pasador? Ni idea, como es habitual en los partidos habituales. ¿Qué plano se eligió para considerar la acción no reglamentaria? Esa es la cuestión: el que vimos cosa de tres minutos después de producirse la jugada. Tres minutos dan para recuperar imágenes de la llegada de los equipos al estadio. Tres minutos: tomad, es esta. Órsay claro. Son imbatibles.
Los vascos marcaron a los tres minutos, otros tres después se lo anularon. Fuera de frame, parecido al fuera de juego de otros tiempos
De ahí que el invento de Wenger, será fuera de juego si el cuerpo del defensa no se solapa con el delantero, me parezca muy interesante. Frame y líneas se batirán en retirada. Con eso, es probable que la clasificación actual fuera otra. El Reglamento era perfecto, se metieron a tocarlo, Dios no les perdone. Leñe, como esto no hay quien lo aguante, sigan para deshacer tanto entuerto.
Al poco rato, un defensa donostiarra derribó a un delantero azulgrana con un compañero, el del defensa, a dos pasos. Falta, sin duda. ¿Roja? Para Imanol, sí. Otros tienen dudas. Los que creen que un compañero del infractor estaba muy cerca de la jugada. Los que recuerdan que nos contaron que la expulsión es inevitable en un uno contra uno, yo me voy y tú me tiras. Pero que en esta ocasión parecía más prudente y acertado liquidar el asunto con una amarilla. En ese momento, minuto 17, se decidió el partido, se acabó la igualdad, el poco o mucho interés que pudiera tener la cosa. Les importa un huevo.
Un defensa donostiarra derribó a un delantero azulgrana con un compañero, el del defensa, a dos pasos. Falta, sin duda. ¿Roja? Para Imanol, sí. Otros tienen dudas
El asunto me confirmó que ciertas jugadas no provocan dudas en los árbitros de campo y VAR, también a los de la habitación de al lado. Esta y aquella de Montjuïc las tuvieron clarísimas. Pitaron falta en las dos, buen ojo. Discreparon en el color de la tarjeta, roja ayer, amarilla entonces. Ná. Con el tiempo supimos que sí hubo un tío, el linier de a cinco metros de la jugada, que vio la cosa entre Romero y Mbappé para expulsión. De Romero, ¿eh? El hombre se equivocó, pues nadie le hizo caso. OK.
En mi universal entorno fueron mayoría los amigos del Atleti que se encabritaron con lo visto en Montjuïc, apenas dieron fe de vida los madridistas: los colchoneros creen que van a ganar la Liga como poco, antes del Barça-Real eran líderes. Uno me escribió: "El Barça hubiera ganado igual, pero esto es tremendo". Le contesté: Exageras, mucha suerte.
Eso fue ayer. El sábado pasó lo que pasó y el toquecito a los jugadores del Madrid es inevitable. Ustedes, queridos, saben lo que hay a su alrededor y cómo están: con medio equipo en la enfermería o expulsado. Caben dos posturas. Un comunicado a la afición, la Liga la jugamos por imperativo legal y no vamos a exponer una pierna por ella, o ser el Madrid.
Medias tintas, no. Gracias. Si sales a jugar, compite a tope. El Madrid de toda la vida. El de Di Stéfano y el de los García. Estoy tocado, me cuesta todo, pero me voy a dejar el alma. No es de recibo escuchar lamentarse a Ancelotti otra vez por la falta de compromiso de sus jugadores. ¿Se creen tan superiores que van a ganar andando? Si es así habrá que llevarlos al médico.
Caben dos posturas. Un comunicado a la afición, la Liga la jugamos por imperativo legal y no vamos a exponer una pierna por ella, o ser el Madrid. Medias tintas, no. Gracias
No. No se les pide maravillas en esta situación, pero ante el buen Betis de ahora, y con las fuerzas que te quedan a ti, sabes lo que te espera. Caminar y esperar que la suerte te cobije no te va a alcanzar: miau, o pelearte como si estuvieras en Manchester. Con eso puede que te llegue: sin eso, imposible. El madridismo debe saber a qué atenerse. Da por hecho que le tomarán el pelo, pero no está preparado para que lo haga su equipo.
Un buen rival y el acicate de siempre: ganarle al Madrid. No te van a dar ni las buenas tardes. Los equipos españoles tienen un objetivo particular. Europa, eludir el descenso y tal. Y uno global: ganarle al Madrid. Sólo ellos juegan de agosto a mayo contra el Rey y es normalísimo que quieran ganarle. Sucede a menudo que su siguiente partido lo pierden. Pero que les quiten lo bailao si al Madrid le han ganado. Muy comprensible.
No lo es la actitud madridista en este y otros partidos, putadas sufridas, con perdón, al margen. Algo se ha demostrado en este curso tobogán del equipo: cuando se arremangó, jugó con y sobre todo sin balón, cuando de verdad quiso los 90 minutos, ganó y gustó. Si decidió contemplar y contemplarse sucedió todo lo contrario. Ni en sueños el equipo del Madrid en Heliópolis era el ideal. Pero era un equipo del Madrid. No se les pide excelencia, sí poner el mismo interés que el rival. Porque son el Madrid, carallo. Si juegas, espabila.
Vinícius pidió ayer árnica en las redes, se saben deudores. El 7 escribió que fue un mal día, que mañana esto debe ser... La pera, lo que será desde las siete y pico de la tarde. Lo que no pudo ser fue lo del sábado. Ah, recen por Valverde.
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Como dice su amigo atletico, el barsa hubiera ganado igual, pero por si acaso, añado yo.
Basta con ver la actitud de Imanol poniendo un equipo de suplentes y, sobre todo, lo bien que llevó el hecho de la expulsión de su jugador. Unanimidad total, era roja de libro, dicen. Pues hasta ahora el jugador infractor debía ser el último defensor y el atacante debía ir directo a portería. Claramente lo segundo es cierto pero lo primero no.
Por muchos Iturraldes, Burrules e Imanoles que digan lo contrario.
Negreira sigue...
He llegado a la conclusión de que esta liga no la va a ganar el Real Madrid haga lo que haga. Eso es lo que a mí me dice la experiencia de muchos años viendo lo mismo. Si yo así lo percibo, ¿por qué no pueden sentirlo también los jugadores o incluso el cuerpo técnico, que lo están viviendo de cerca? ¿Tiene sentido partirse la cara por conseguir un imposible?
Tal y como yo lo veo, parece más lógico estar ahí peleando por la tercera o cuarta plaza y centrarse en la Liga de Campeones y en el Mundial de Clubes. Si caes pronto en la Champions, pues a lo mejor todavía es tiempo de intentar engancharse a la Liga aunque, insisto, no servirá de nada.
Yo leo entradas pidiendo dejar esta Liga, irse a la Premier, etc. ¿No es también una opción estar en ella lo imprescindible?
Iba a escribir el mismo comentario. La gran mayoría de madridistas vemos lo que hay con los arbitrajes (nuestros y de nuestros rivales directos) y los jugadores lo ven también. Son totalmente conscientes del trato que reciben por parte del prevaricador de turno, por lo que ya no se molestan ni en protestar. Se nota claramente que en los partidos de las competiciones nacionales juegan a medio gas; no es falta de actitud, es que dicen... "¡¿Para qué?!" y yo les doy la razón. Esforzarse más es gastar energías para competiciones más respetables; si te pones con puntos de ventaja los prevaricadores se encargan de eliminarlos y de poner los partidos en bandeja a nuestros rivales.
Frame is frame; al igual que life is life.
No sé si me parece admirable o incomprensible, quizás uno poco de ambas, observar como todavía hay madridistas (de los que no escriben artículos y editan vídeos) tan enganchados no solo al Real Madrid en particular sino al fútbol en general, visto lo visto y cuando seguimos observando unas competiciones organizadas y sesgadas desde el antimadridismo. Un servidor no informático ya ve mucho menos furgol. Todavía no he llegado al extremo del wrestling o el ciclismo, pero nunca se sabe. Los individuos a veces son sorprendidos por sí mismos y sus
correspondientes reacciones.
Es complicado analizar lo del sábado pasado.
Creo que pensaban que iban a ganar con poco esfuerzo y cuando vieron que el partido se les ponía complicado, ya tenían al adversario con demasiada confianza tras remontar.