Cuando me preguntan si prefiero ir a una final de la Champions en la que juegue el Madrid o a un concierto de Metallica me quedo en blanco, tan blanco como la camiseta del equipo en aquellos años en los que las marcas y la publicidad no habían devorado este deporte. Siento en mi ánimo la misma desazón que si me preguntan: “¿Papá o mamá? Elige, porque solo puedes quedarte con uno”. “Pero ¿se separan?”, responde angustiado el niño del interior de mi conciencia.
Es entonces cuando mi mente me despierta de un sopapo: papá y mamá no se separan. A mis “treinta y todos” tengo la suerte de no ser uno de esos hijos de padres divorciados. Ellos, a sus setenta, no están ya para esos debates. Por tanto, no. No elijo, no me da la gana. Con Metallica y el Madrid me pasa exactamente lo mismo.
Hay una diferencia, y es dónde empezó cada afición. No recuerdo el inicio de mi madridismo, lo que me lleva a pensar que se gestó flotando en líquido amniótico. Pero con Metallica no pasó lo mismo. Recuerdo una niñez y una adolescencia sin rumbo musical; veía el heavy como algo propio de gente de extrarradio, marginal, y a mí me habían criado para ser un niño bien -ingenuo de mí- hasta que llegó el segundo sopapo.
Iba en el autobús del instituto, en el viaje de fin de curso, y alguien la puso en el reproductor de cassettes: Enter Sandman. Nada mal para empezar a aficionarse. Sin embargo, debido a mi vocación tardía me perdí la que quizá ha sido su mejor etapa de giras, la del Black Album. Quise recuperar el tiempo perdido con discos y camisetas, hasta completar todo lo que el oficialismo daba de sí en el mercado. Pero en mi entorno familiar y social de niño bien seguía chocando y me sentía algo solo, al contrario que con mi madridismo.
Hasta que no conocí a mi actual mujer, mi compañera de viaje y del metal, no encontré un alma gemela que me acompañara a los conciertos. Antes de ella, sí que tuve la ocasión de acompañar a mi Madrid en el camino a la Séptima, la Octava y la Novena, al menos en el Bernabéu. En esos años aprendí que también Metallica tuvo un pasado glorioso y unos periodos algo más grises.
Asimismo, fui conociendo más del cuarteto de San Francisco, su historia y su leyenda negra. Esa que también ha acompañado a nuestro Madrid desde tiempos inmemoriales y que es inherente a la condición de ‘putos amos’ del mundo. Un fenómeno que acumula tanto amor, inevitablemente atrae la misma cantidad de odio; también desde dentro, porque nada ni nadie se salva del esnobismo.
“No tienes ni idea de Metallica, están acabados. No estuviste en el concierto del campo del Rayo en el 93 y dices que te gusta el Load. Son el pasado”. Tú eres el que no tiene ni idea. Pretender que Metallica siempre toquen lo mismo, anclarse en el Master of Puppets del 86 es no asumir que existe una cosa llamada tiempo y que nos afecta a todos, para bien o para mal. Pero, incluso admitiendo ese paso inexorable del tiempo, hay leyendas que trascienden al mismo y que desafían a la eternidad.
Metallica siempre vuelve, y no me refiero a esa sana costumbre de terminar una gira de promoción y al poco regresar a los escenarios para regalarnos una gira de conciertos dedicada a sus grandes éxitos de siempre. Me refiero a volver de verdad, a estar arriba y pegar un grito que haga estremecerse al mundo. Así se puede describir Hardwired to self destruct. Nada más salir del concierto del Wizink Center, hace ya un año, se lo decía a todos mis contactos: “Volverán”. Pues apunten: 3 de mayo de 2019.
También vuelve el Madrid, así pasen 32 años (1996-1998) o doce (2002-2014). A estas alturas del texto -espero no haberme pasado, pero no puedo evitarlo con dos amores en las mismas líneas- creo que ya podemos decir que sí, que James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Robert Trujillo son el puto Real Madrid del heavy metal mundial. Como en el equipo, también hay ídolos caídos, antiguas glorias y héroes maltratados: véanse Dave Mustaine, Ron McGovney, el malogrado Cliff Burton y el maltratado Jason Newsted.
En La Galerna han comparado al Madrid con U2 y Queen. El heavy metal es dureza, contundencia, pegada, actitud desafiante y contestataria… tal vez un poco de Mourinhismo. Pero el heavy también lo podemos asociar a nuestro querido Modric, como ya han comparado en otros medios como el diario Público, que es como decir que no está reñido con la elegancia, con la estética y el deleite del público, con ese “¡oh!” que se te escapa cuando termina The Ecstasy of Gold de Ennio Morricone y Metallica lo enlaza con los acordes de Creeping Death para empezar su descarga.
Si los reyes del metal, los ‘putos amos’ en la jerga de un buen metalero, son los Metallica -el “los” delante del grupo en cuestión es otro must del metalero-, los amos del fútbol juegan en Chamartín. Habrá quien discuta lo segundo, igual que los fans de Iron Maiden se atreven a discutir lo primero. A pesar de la evidencia de los números, estos se escudan en otros “valores”, como la autenticidad del sonido, el estilo, la imagen… ¿les suena de algo ese discurso? Números, esos no mienten. Los ‘putos amos’; Sad but True, queridos haters. Para mí ya es una obligación ser de Metallica tanto como soy del Madrid, porque me puede el putoamismo y mi chulería me empuja. Así que solo me queda decir: “Fuckyeah y ¡Hala, Madrid!”... o viceversa.
(Dedicado, con todo el amor, a mi mujer, fan de Metallica.... y culé)
Hellyeaaaaaaaaaaaah, Fredo!
Me has hecho sonreir y tararear mentalmente Sad but true (no lo puedo hacer de viva voz en la oficina, ya bastante freaky deben pensar que soy como para encima, demostrárselo), muchas gracias!
Hala Madrid y "los" Metallica, cabrones! (FYOU fanboys de los Maiden 😉 )
El Real Madrid es una mezcla de Roy Orbison, de George Harrison, de Bob Dylan, de Tom Petty, y de mí mismo.
El puto supergrupo más grande de todos los tiempos.
Handle with care, madridista.
No es mala comparación la de esos Traveling Wilburys, pero musicalmente solo un grupo ha compuesto el verdadero himno del Madrid y ese es We are de champions, my friend...
Es un insulto comparar a Metallica con el " Milcopas ". En todo caso sería una comparación más precisa con ACDC.
Qué grandes los AC/DC, y qué grandes los Maiden. Pero soy de Hetfield a muerte, se siente.
Abrazos
Que crack Pablo Laso en rueda de prensa. Ha estado fabuloso. Sin decir ni una mala palabra lo ha dicho todo.
Siiii Hetfield a muerteeee. Q bien expresado, se puede más alto pero no más claro. Casi me haces llorar de emoción . Solo puedo decir: viva la madre q os parió a todos, al Hetfield, al Kirk, al Ulrich, y al pedazo azteca del Truji, al Madrid y por su puesto a Ti resalao. Aah y a los Maiden, pues también ❤️❤️
Esto sí que es un 'notón'. Formidable es todo lo que puedo decir!
Metallica, qué perezón. Sólo me gusta Nothing Else Matters.
Yo también soy fan del Madrid y de Metallica. A pocos grupos he escuchado tanto como a ellos hasta el fatídico álbum negro. "Kill'em all", "Ride the lightening", "Master of Puppets" y (mi favorito) "...And Justice for All" son obras maestras que no me he cansado de escuchar en treinta años. Pero lo del " Black Album" fue un WTF? del que todavía no me he recuperado. Para incrementar mi estupor fue justo en ese momento cuando empezaron a petarlo y a sonar constantemente en las radiofórmulas. Yo desconecté de ellos como se rompe con el primer gran amor, despechado y con unas cuantas cicatrices. Algunos colegas me acusaban de snobismo. Recuerdo que me decían: "Claro, ahora que suenan hasta en los Cuarenta Criminales a ti ya te han dejado de gustar". Pero no era eso. A mí me hubiera encantado escuchar "Disposable Heroes" o "Blackened" o "One" tanto como ponían la mierda esa de "Nothing Else Matters". La decepción fue brutal. A la altura de lo del PSV o Tenerife. Decepciones que solo te pueden dar aquellos de los que esperas lo mejor porque te han dado algunos de los momentos más maravillosos de tu vida. Y cuando no es así les perdonas y te pones uno de sus temazos o partidazos clásicos y a disfrutar. Gracias por el artículo.
Curioso y simpático artículo uniendo Metálica y el Real Madrid, dos pasiones que comparto con el autor.
Un servidor estuvo presente en el primer concierto de Metallica en Madrid, allá por el invierno de 1987 en nuestro antiguo pabellón de baloncesto de la Castellana, dónde hoy se ubican las torres y la zona noble.
Para mí, Metallica, a los que he visto ya en 12 ocasiones (incluyendo un concierto en el en el estadio Olímpico de Barcelona, junto a Tesla y ACDC, poco antes de las olimpiadas), es una manera de liberar y recibir energía positiva (soy un apasionado del metal y del rock en general) y libero endorfinas cuando estoy en un concierto o veo jugar bien a mi amado Real Madrid).
Saludos y larga vida al metal y al Real !
Madridista67, enhorabuena por tu buen gusto; personalmente opino que el "Five man acoustical jam" es uno de los mejores directos de la historia, ojalá lo hubiera podido presenciar en directo, envida sana me das 😉
Saludos y rock'n'roll rules, dudes! Hala Madrid y nada más!
Genial artículo, el cual me lleva a la siguiente conclusión... Si el Real Madrid es Metallica, los señores de La Galerna serían los Judas Priest, auténticos Defenders of the Faith (Fe madridista, por supuesto).
Saludos de un madridista Stoniano!
Imprescindibles, los Judas.
El Real serían los Ramones de Algete cantando el Imperio Contraataca.
¿Que has estado en el Bernabéu en Copa de Europa y en conciertos de Metallica? Que sepas que tienes toda mi envidia, y no precisamente sana. Aunque también he de decir que estoy bastante de acuerdo con Andrés. Que conste que a mi también me gustó el Black Album...aunque claramente ya no era lo mismo. Pero es que los 4 primeros discos son auténticos mitos del Metal que seguirán sonando bien dentro de 100 años. (yo todavía escucho bastante a menudo temas de esos discos y nunca me cansan) Y claro, el listón estaba ya demasiado alto. Y en cuanto al fútbol, yo he visto 4 partidos del Real Madrid en el Bernabéu (todos de liga) y he disfrutado como un niño. Soy de Asturias y espero volver algún día. A ver si se me logra. Espero que sigas disfrutando del R.Madrid, de Metallica y del resto de la música Metal. Un saludo y Hala Madrid.
Buenas noches, dicen que para gustos los colores, y también admito que estoy algo viejo, pero me parece a mí que estos de Metallica no le limpian las botas a The Temptations. Oyes Papa fue un bala perdida o Mi Chica y luego a los metalicos y es que te revuelcas de la risa
Saludos blancos, castellanos y comuneros
Muy buena!!!!! Yo soy el fan de Metallica y mi mujer la Madridista hasta la médula (y por simpatía lo somos también en viceversa) Pero nos motivamos mutuamente en nuestra "frikez". Me ha hecho ilusión leerte y ver la pasión que sientes por ambas leyendas.
Un abrazo
El mejor tema de Metallica lo compuso Morricone, como para compararlos con AC/DC 😀 Tranquis, tranquis, que ya veo a los lobos salibar sus fauces, es sólo opinión 😀
Aunque me encanta Metallica sus últimos discos desde el Sr anger no me convencen, aunque a decir verdad el "hardwired..." han dejado atrás ese sonido extraño que no les pegaba mucho y han vuelto por donde sólian.
Por suerte tuve la oportunidad de verles en directo hace unos años en Getafe y fue en 2 palabras a-cojonante,años después pude completar el "pack" viendo una final de Champions del Madrid ,en una se disfruta y en la otra se sufre, pero el subidón final es comparable.
\;;;;/ Saludos!
No se puede tener mejor gusto, mejor banda de metal de la historia. 🙂
Yo les sigo desde la primera mitad de los 80, como al autor, la gente se sorprendía (y aún se sorprenden si lo digo) de que sea fan de metal, porque por lo visto hay que tener un cierto look. No sigo modas, así que difícil que me pudieran clasificar por ahí.
Sin embargo no he ido nunca a un concierto de ellos, ni de otras bandas, porque pronto descubrí que lo de los conciertos en directo donde no tienes espacio ni sitio para sentarse no son lo mio...
Descubrí esto en un concierto de Michael Jackson en Madrid (en el calderón, única vez que he estado en ese estadio) y no se podía ver casi nada, tenia una chica saltando sin parar delante de mi (una chica bajita), se ve que ella no lograba ver nada, así que se pasó el concierto entero saltando delante de mi, yo veía el escenario un segundo sí, o segundo no... Tuve tentaciones serias de cogerla de los hombros para que parase. 😀
Aparte de eso, había mucha gente (lógico), pero para el final del concierto aquello me fue agobiando, no solo es sensación; es que si pasa algo, se monta una avalancha de gente, decidí no ir a más conciertos donde la gente esta apelotonada.
Por cierto, hoy en día no se pierdan bandas increíbles que están saliendo (estilo mucho menos conocido) atmospheric black metal, un ejemplo:
Saor - Guardians
https://www.youtube.com/watch?v=CC90TVz0nAs