Messi y la amenaza fantasma

Buenos días, queridos galernautas. Todavía consternados por la posible marcha de Messi, los diarios giran en torno a un asunto del que solo nos llegan sombras, cual caverna de Platón, a falta de ni una sola confirmación por parte de los protagonistas. A saber, Messi no ha dicho ni pío desde los cuartos de final más famosos de la historia (que finalizaron con un resultado de 8-2). Por su parte, Bartomeu tampoco ha dicho esta boca es mía, haciendo un ejercicio de escapismo, a la altura de Houdini, tras la foto oficial de la presentación de Trincao. El hombre que se comió ese marrón, Ramón Planes, no confirmó el extremo del que todo el mundo habla. Nadie ha visto el supuesto burofax que presuntamente envió Leo o un representante legal en nombre suyo. ¿Y si todo fuera una campaña orquestada por la prensa para salvar el verano a falta de noticias y fichajes? Ninguna idea resulta descabellada cuando de los cuatro jinetes del Apocalipsis se trata.

Messi va a la guerra, nos sugiere la Ouija haciéndose eco del último y del penúltimo rumor. El que dice que Bartomeu ha dicho que si él es el problema dimite y el que dice que Leo va a responder a estas palabras de su, todavía, presidente que nadie ha escuchado pronunciar. Por supuesto, damos por hecho que estas declaraciones del argentino también serán en privado. No le faltaba razón a aquellos que sostenían que la Guerra del s. XXI sería virtual. A los contendientes señalados se añaden, según AS, otros aliados, como el Manchester City y el PSG, obviamente sin mediar tampoco declaración alguna. El fondo de la portada, en tono azulado, recuerda mucho al cartel de la película "Star Wars: la amenaza fantasma", con el rostro del malvado Darth Sidious de fondo - en este caso Bartomeu - y la figura de un joven Obi-Wan Kenobi, superpuesta, representando al héroe- Leo Messi, en la versión de la Ouija-.

Sport no solo muestra las cabezas del joven jedi y de Palpatine sino que pone en riesgo la de este, haciéndose eco, en el titular, de su predisposición silenciosa a entregarla. Pero para fantasmal la cabecera del diario de Albert Sáez, recién estrenado en la dirección. Tras medio año anunciando que Lautaro quiere venir para jugar al lado de Messi, ahora por lo visto también quiere venir para no jugar con él. Pero ojo, no queda ahí la cosa, porque al argentino del Inter de Milán se añade en su deseo espectral el de Sadio Mané. La estrella del Liverpool no quiere perder la ventana de oportunidad que se le ha abierto pudiendo cambiar a un equipo que viene de arrasar en la Premier League por otro que ha sido el hazmerreír de toda Europa hace unos días, la ocasión única que supone dejar de ser entrenado por Jürgen Klopp para ser dirigido por ese hombre lobo en que se ha convertido Ronald Koeman. La perspectiva de estar en nómina de un club propiedad del magnate John W. Henry, dueño de los Boston Red Sox, a cobrar con retraso como le está sucediendo últimamente a los jugadores del Fútbol Club Barcelona.

Pero si hay una portada que resulta reveladora del transfondo de esta psicofonía - que solo son capaces de percibir ellos - es la de Godó, grande de España. Mundo Deportivo sugiere que Bartomeu abre la posibilidad de la permanencia de Leo Messi, al poner su cargo a disposición de la del astro - como si en algún momento no lo hubiera estado-, al mismo tiempo que en su cabecera reconoce que Griezmann será el nuevo líder del vestuario. ¿Le ha prometido Koeman a Antoine el liderazgo del equipo a sabiendas de que Messi ya no estará? Eso parece, de lo cual se deduce que la cabeza de Bartomeu siempre ha estado sobre los hombros de Josep María. Pero ¿por qué titula entonces Santi Nolla su editorial "¿Y si Messi se queda?",  tal y como reza en portada? ¿Nos están diciendo que están engañando a Griezmann?

Eso mismo es lo que sugiere también Marca, que pone al más que probable nuevo jugador franquicia del Barça en el disparadero, al sugerir que lo han intentado cambiar, recientemente, por ese jugador al que el Cholo suele dejar en el banquillo en los momentos importantes y pese a lo cual desde el Wanda les han dicho que no.

Aunque tampoco descarten la otra posibilidad: que el engañado no sea el francés, sino simplemente todos ustedes, queridos lectores. Que pasen un gran día.