Acudo absolutamente atónito, estupefacto e indignado al no va más del surrealismo en el ámbito del fútbol, de la vida en sociedad, de la ética y de la moral, cuando observo una y otra vez a distintos representantes, formales o no, del Fútbol Club Barcelona defender con total naturalidad y desparpajo la actuación de su entidad en lo concerniente al ya inevitable y tristemente célebre Caso Negreira.
Cuesta no asociar con la desenfrenada barbarie moral que se vive hoy día en múltiples instancias de la sociedad mundial el que pueda defenderse, sin mostrarse el más mínimo sentido de vergüenza, una falta tan rotunda al universal concepto del conflicto de intereses como la que representa que un club que participa en determinada competición tenga una relación mercantil que implica emolumentos millonarios en favor de la empresa propiedad de un individuo que es parte de la organización encargada de regir dicha competición. Si se pagó o no a cada árbitro, a muchos o pocos, estará por definirse, pero la atrocidad ética, la asquerosidad moral está efectivamente consumada en los pagos demostrados y este debe ser el único centro del debate, independientemente de que legalmente al final del camino no haya forma de probar delito alguno. Nos equivocamos cuando perdemos la mira y la ponemos en los juzgados.
Cuesta no asociar con la barbarie moral que se vive hoy en múltiples instancias de la sociedad mundial el que pueda defenderse una falta tan rotunda al universal concepto del conflicto de intereses como la que representa que un club que participa en determinada competición tenga una relación mercantil que implica emolumentos millonarios en favor de la empresa propiedad de un individuo que es parte de la organización encargada de regir dicha competición
Y me explico: en cualquier empresa seria, del rincón del mundo que elijamos, prevalece una política ética que impide que un miembro del equipo de Compras de dicha compañía reciba algún regalo, por modesto que sea, de parte de un proveedor, activo o potencial, por considerarse una violación a la transparencia de los procesos internos y un conflicto de intereses a todas luces, ya que podría asumirse que influye en la disposición de dicho empleado de decidir en favor de tal suministrador.
Sin embargo, representantes del Fútbol Club Barcelona en diversos ámbitos, más allá de haber sido incapaces de detectar o interrumpir una praxis inaceptable para cualquier organismo público o privado que se precie, tras la salida a la luz de tal atrocidad, deciden dirigir su envenenada verborrea a amenazar airados y desencajados a quienes “osan” alegar que cada logro obtenido por el Barcelona durante el período en el que se incurrió en la bestial irregularidad, quedará inevitablemente en entredicho a los ojos del mundo.
Y es que gracias al despropósito de pagarle durante casi dos décadas al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, ningún argumento esgrimido en favor de un triunfo transparente se sostiene ni se sostendrá jamás, la duda es inevitable y perenne, más allá de que ahora se jacten de que hayan aparecido sorpresivamente, tras ya haber declarado previamente Negreira a Hacienda que no existían, informes que intentan justificar el servicio prestado por su empresa al club catalán. Y es que hay que decir que, aunque se tratara de servicios de mantenimiento de los baños del Camp Nou o incluso que los informes fueran reales, no se libraría de condena moral una relación que, en el menor de los casos, podría propiciar un trato de favor al equipo de quien dependía exclusivamente la empresa del vicepresidente de los Árbitros, ya que para quienes no lo saben, el FCB fue el único cliente de dicha sociedad mercantil. Pensar en que alguien muestre un trato de favor, de una u otra forma, a quien le da de comer en detrimento de quienes no lo hacen, no resulta descabellado para quien tiene un mínimo de sentido común.
Si se pagó o no a cada árbitro, a muchos o pocos, estará por definirse, pero la atrocidad ética, la asquerosidad moral está efectivamente consumada en los pagos demostrados y este debe ser el único centro del debate, independientemente de que legalmente al final del camino no haya forma de probar delito alguno
Defender lo hecho por el Barcelona resulta absolutamente imposible para cualquier persona con una mínima base de moral y ética en sus principios, independientemente del color de la bandera que enarbolen y de que los tecnicismos legales y jurídicos impidan algún día o no procesar tales hechos como delitos efectivos que deriven en una condena formal. Sin embargo, increíblemente para una buena parte de los que hablan en nombre del Club, empezando por su Presidente y demás directivos, es legítimo, normal, aceptable, y cuanto menos, irrelevante, pagarle 7 millones de euros a la persona que decidía la puntuación con la que se valoraba a cada árbitro y que por ende influía directamente en el progreso de la carrera profesional de estos, únicos responsables de decidir en el campo de juego sobre las tarjetas, los penaltis o los fueras de juego que determinaban el destino de los otros 19 equipos que cada temporada se jugaban la vida honestamente en la Liga Española. Definitivamente, ya no hay quien lo niegue: ¡El Barça es MÉS QUE UN CLUB!
PD: Valga este apunte final para solidarizarme con todos aquellos culés que viven la terrible pesadilla en la que sus díscolos dirigentes los han metido, incluyendo a jugadores que no merecían que sus logros fueran irremediablemente empañados por quienes no tienen idea de lo que es alcanzar la gloria en un campo de fútbol, pero sí de los atajos para llegar con el mínimo mérito y esfuerzo posible.
Getty Images.
Buenos días, hace bien el portanalista en volver a explicar que pagar al jefe de los árbitros es comprar a todos los árbitros porque parece que Tebi ( podemos llamarle así) no se ha enterado todavía. Pero como dice ese refrán castellano " no hay mayor sordo que el que no quiere oír".
Tebi, que es el presidente de la Liga, pretende minimizar el daño. Creo que se equivoca. Lo primero que hay que hacer para solucionar un problema es reconocerlo, en toda su dimensión, no minimizarlo ni ocultarlo.
El asunto de la compra de árbitros por parte del Barça se añade a los problemas que ya tiene la Liga, con audiencias mínimas, salvo el partido del Madrid. No hay nada más que mirar a Europa para ver el nivel del fútbol español. Solo el Madrid en Champions contra 3 italianos, 2 ingleses un alemán y un portugués. Estamos en tercera línea. No es fútbol, es corrupción.
“Lo primero que hay que hacer para solucionar un problema es reconocerlo, en toda su dimensión, no minimizarlo ni ocultarlo.”
Sí, pero aquí, en el tema del Barsagate, hay que tener muy en cuenta lo que en psicología se conoce como “disonancia cognitiva” y que les empuja a caminar en sentido contrario. Ese concepto explica bastante bien lo que está siendo su reacción, e incluso nos adelanta cuál va a ser su actitud mientras no disminuya esa “disonancia cognitiva” que les trae por la calle de la amargura.
Una vez más, este señor que tiene por imagen a coito de nieve, copia un comentario mío y lo usa con su seudónimo. No entiendo por qué pero lo hace.
Coito no, copito de nieve. Corrector, en que estarás pensandp
Escelente portanálisis.
El escándalo es cada vez mayor.
Aparecen por fin la posibilidad de que fuera el barca quien financiarse los pagos a terceros. Lo de que había pagos a terceros estaba demostrado, tanto Milla como algunos jugadores del Tenerife lo confirmaron, aunque en el caso de los jugadores del Tenerife alegaron que no sabían de dónde venía el dinero.
Creo que la Liga y la Copa en España deben cancelarse cautelarmente hasta que se haga una revisión y reforma completa de el estamento arbitral y la Federación.
He aquí mi saludo al Sr. Iturralde, ya que presencialmente no puedo hacerlo, entre paréntesis lo que no es mío:
Buenas noches, les pongo aquí un comentario, he aquí lo que nos conto a todos, el convecino, del árbitro vasco, a los que entraban en La Galerna un 26 de Marzo de 2016, del Sr. Iturralde González
entre paréntesis como todo lo que no es mío.
(Le contaré algo que le va a a interesar, a usted y a los demás foreros:
Yo soy de Llodio (Álava), de donde es Eduardo Iturralde González. No voy a decir que soy amigo suyo porque faltaría a la verdad, pero sí que, si nos vemos por la calle, nos saludamos.Iturralde, en sus tiempos de juventud, era un reputado "borroka", es decir, un batasuno de pata negra, siempre en primera fila en las manifestaciones, con las pancartas, gritando loas a ETA, ... Cualquiera de ustedes puede pasarse por Llodio y comprobar si lo que les digo es cierto o no.
Empezó a ascender en el escalafón del arbitraje (tenía buenos padrinos) y pronto se vio que llegaría lejos. Empezó a pasar cada vez más tiempo fuera, ya que tenía que viajar bastante, pero (y eso es lo importante) nunca ocultó su antimadridismo. Son famosas en Llodio sus fanfarronadas sobre lo bien que le iba a "joder al puto Madrid" cada vez que tuviera ocasión. No se cortaba lo más mínimo, al contrario: se envalentonaba al ver que sus colegas batasunos le miraban con admiración y le pagaban las copas.
Y lo cumplía: en alguna ocasión, cuandop venía, se jactaba de sus acciones: "¿Qué os dije? Les di bien por el culo, eh?" tras pitar un partido del Madrid Por no hablar de cómo se burlaba de Hierro, de Casillas, etc.
Cuando ya estaba más o menos asentado en la élite, dejó de venir con tanta frecuencia al pueblo. Eso sí, fue por ciertos bares del pueblo de ideología abertzale, por donde siempre se había movido, a disculparse, diciéndoles que ya no podía entrar más en ellos, que tenía que dar buena imagen, que ya le habían dado algún toque al respecto... Si no me creen y quieren algún dato, les daría el nombre de un bar de esos, además del nombre de la propietaria del bar en cuestión.
Por lo tanto, qué quiere que le diga, John Boy... a los árbitros no hace falta darles órdenes: ellos mismos ven quiénes son los que medran y consiguen ascensos e internacionalidades y lo que hacen, no son tontos. Al fin y al cabo... ¿Quién no quiere mejorar su estatus? ¿Quién no quiere ser internacional o pitar en una Eurocopa o en un mundial?
Bueno, ya he metido bastante "chapa", ya seguiré.)
Buenas, Floquet. Veo que conserva eso que escribí hace ya tiempo. Sí, soy yo. Y efectivamente, así aconteció todo. No voy a desdecirme porque no he faltado a la verdad en ningún momento. He mencionado bares de ideología batasunera sin dar nombres, pero bueno, daré uno: Bar Ilargi (de hecho, fue Pili, su dueña, la que me contó eso de que había pasado Iturralde por el bar para decirle que en adelante ya no entraría más en el bar porque tenía que cuidar su imagen). Le pidió perdón, que lo entendiera... y así acabó todo. No fue el único bar por el que pasṕ haciendo los mismos comentarios. Ese bar está en Facebook: con poner bar ilargi llodio ya sale.
Saludos.