Buenos días. Hoy se juega la final de la Supercopa en Yeda, en partido que enfrenta al Real Madrid y al equipo cliente de Negreira, y vamos a empezar por llevar la contraria, de forma directa y frontal, al titular que al respecto nos suelta de buena mañana Mundo Deportivo. No es infrecuente que discrepemos con dicha publicación, eso también es verdad.
Nos preguntamos qué hace pensar al insigne rotativo del Conde de Godó, grande de España, que lo que se juega esta noche, a partir de las 20 hora española, es “más que un clásico”. El resto de la portada no lo aclara. Ya es conocida nuestra postura respecto a esta nomenclatura, y consideramos que difícilmente puede ser “más que un clásico” lo que ni siquiera llega a ser un clásico. Nuestro titular sería más bien “menos que un clásico”, y como tal lo hemos hecho constar en este portanálisis.
Difícilmente se le puede llamar “clásico” a un enfrentamiento entre el mejor club de fútbol de la historia y el equipo más tramposo de la misma. Por un lado, quince Copas de Europa y un sinfín de otros trofeos; por el otro, el club que compró el sistema arbitral durante décadas y cuenta con el favor sistémico de las instituciones. Si uno quiere llamar a eso “clásico”, solo puede ser porque considera “clásico” el milenario pulso entre el Bien y el Mal.
Pero ni siquiera. El club cliente de Negreira apenas llega a encarnar un mal con minúscula, cimentado sobre chanchullos de medio pelo, ridículos complejos de inferioridad, absurdas narrativas de victimismo y tratos oscuros y cutres en La Torrada, con manchas de aceite en la solapa y olor a fritanga en el ambiente. Sería un poco pretencioso llamar al Real Madrid el Bien, como también otorgaría demasiados méritos al Barça llamarlo el Mal. Es un mal más de chichinabo, más de andar por casa, y también uno sobre lo que cabe recordar siempre lo siguiente: el que nunca se haya hecho justicia sobre sus crímenes y desmanes no le resta un ápice de iniquidad, más bien se la suma, y aquí estaremos nosotros siempre, junto a otros muchos, para hacer que prevalezca la memoria.
La única forma de justicia que puede conocer esta entidad intrínsecamente corrupta será, por desgracia, en el terreno de juego, y esperamos que esta noche el Real Madrid pueda cumplir ese papel justiciero. Está feo tomarse la justicia por la propia mano, pero alguien tiene que hacerlo, llámese Charles Bronson, Liam Neeson o Real Madrid. En ese sentido, y solo en ese, el partido es importante: en la necesidad de hacer prevalecer la higiene.
Bueno, en ese y en que hay un título en juego, independientemente de quién sea el rival. Se juega la Supercopa y los blancos la quieren, como cualquier otro trofeo.
“La primera de Flick”, suelta Sport. No tan rápido, amiguitos. A ver si, en lugar de eso, va a ser el nosecuantísimo entorchado de Ancelotti, técnico más condecorado de la historia del mejor club del planeta que ayer se avino a estrechar la mano del alemán porque en la vida hay que tratar con naturalidad a gente con más limitado CV. Es verdad que en el partido de liga Flick nos mojó la oreja, pero ambos equipos llegan a este nuevo no-clásico en muy diferentes estados de forma que entonces, con Mbappé mucho más metido en la dinámica y los automatismos del equipo y mucho mejor preparación física.
Veremos.
“Un clásico sin fin”, titula Marca. Nuevamente, no tenemos la menor idea de qué quieren decir. Si ya nos chirría la palabra “clásico”, imaginad el shock cuando quiere transmitírsenos que no tiene fin. Afortunadamente, es falso. Será un acontecimiento finito en el tiempo. Durará noventa minutos, con los posibles descuentos, y si hay igualdad en el marcador al término de los mismos iremos a los penaltis. Ni siquiera habrá prórroga, hasta ese punto tiene un “fin” claro y preestablecido lo de hoy.
Tenéis que disculpar que este partido haga aflorar todo nuestro cinismo, pero ¿qué otra actitud puede tenerse después de todo lo que hemos visto, y lo que nos queda por ver dentro del putrefacto fútbol español?
“Un clásico en carne viva”, suelta As. Definitivamente, hoy no entendemos absolutamente nada. ¿Cómo que “en carne viva”? Es más, insistimos: ¿cómo que “clásico”? Nos parece que la prensa no sabe ya qué inventar para elevar este enfrentamiento a mayores cotas de artificiosa grandeza. Nah. Es un partido de fútbol, nada más. Uno, eso sí, en el cual debe imponerse el Madrid pero no para hacer justicia deportiva por aquel 0-4, como apunta As, sino porque quien cumple la ley debería prevalecer sobre quien delinque.
Si tal cosa no ocurre en la esfera política, socioeconómica, judicial, sociológica y mediática, que ocurra al menos sobre el césped.
Hala Madrid y feliz domingo.
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4 comentarios en: Menos que un “clásico”
Si el RM no se retira del campo en caso de que se produzca la alineación de Olmo dejaré de apoyar al que habrá sido el equipo de toda mi vida.
No comparto en absoluto la idea que adjudican a Florentino Pérez de que hay que mantener al farsa como socio estratégico. Demos por verdadero esta teoría. Si necesitas a un club de forajidos como el farsa para que la súper liga se convierta en realidad, entonces la súper liga no debe ver la luz. Lo siento mucho, pero no se puede ir de la mano de gentuza como ésta.
Si la liga "pierde valor" si falla el farsa, pues que pierda valor. En realidad no creo que pierda valor alguno. Es más, sinceramente creo que la liga española despegaría si nos librásemos del lastre que nos supone la presencia de un club corrupto y corruptor. Sin el farsa enfangándolo todo, se podría hacer una limpieza de la federación, de los estamentos arbitrales y de toda esa escoria que acompaña a esta plaga catalana. Con una competición limpia, subiría el valor de la liga y de los clubes españoles.
Lo dicho, hoy veremos si merece la pena seguir apoyando al RM. Hay veces en que los principios y valores éticos están por encima de cualquier resultado deportivo. Primero la honra, la decencia y la ética. El resto vendrá por descontado. No todo vale.
El futbol en España da asco.
La situación política en España que interviene en el futbol da asco.
El farsa reconoce haber pagado durante 30 a los árbitros para ganar y para que pierda el Madrid y no pasa nada.
El farsa se salta e incumple las normas del juego limpio financiero con el apoyo del gobierno y no pasa nada
Además te lo dicen abiertamente, sin vergüenza ninguna: sí he pagado a los árbitros ¿qué pasa?,
sí hago lo que quiero e inscribo a quién me da la gana, ¿qué pasa? (Corte de mangas pa tos vosotros)
Siento pena, desánimo, tristeza, rabia por ambas situaciones, la futbolística y política que son similares.
Pues yo también coincido. Nada me haría más feliz hoy que el Real saltara al campo con Olmo en el campo o el banquillo y se negara a jugar, delante de todo el mundo.
Sé que es improbable, así que lo siguiente que me haría muy feliz es una goleada escandalosa. Pero eso no sé yo si los negreira boys nos dejarán.
Yo me voy a quedar en ser solo madridista deportiva y voy a pasar de valorar las decisiones de gestión de nuestro Club porque no tengo la suficiente información. Tiene que ser eso, porque no soy capaz de ver las bondades para nuestro Madrid de su sorprendente comportamiento con el Farsa desde hace ya un tiempo. Pero hay otros ejemplos, como lo mucho que se tardó en apoyar públicamente a Vini con lo mal que lo estaba pasando.
Así que ¡hala Madrid y nada más!