Cuando se intenta hacer cualquier valoración o comparación, a nivel histórico, en el Real Madrid es difícil retrotraerse demasiado atrás. Al final, no quedan tantos aficionados con recuerdos nítidos de la época de Di Stéfano, por ejemplo. Si hay muchos más que vivieron su niñez con la Quinta del Buitre pero el grueso del madridismo más joven comienza sus recuerdos con el nuevo siglo. Es por ello que para el objetivo de este texto se tomará y valorará solo al Real Madrid moderno del siglo XXI, ya que permite que cualquier aficionado se sienta representado.
El Madrid galáctico, el de Mou, el de Carletto y el de Zidane son las cuatro grandes épocas del Real Madrid moderno. Con modos muy diferentes, cada una tuvo tramos de futbol exquisito.
A nivel de títulos es complicado no coincidir en cuál ha sido el mejor Madrid de las dos últimas décadas. Las cuatro de cinco encumbran al Real reciente como el más laureado de la época moderna pero, al final, se trata de una valoración vacía de contenido y que no permite debate alguno. Es algo totalmente objetivo. Así que, obviando por un instante el número de entorchados conseguidos y yendo más allá de la superficie, ¿cuál ha sido el Madrid del siglo XXI que mejor fútbol ha practicado? Aquí nos adentramos en el terreno de la subjetividad, aunque se puede intentar lanzar una respuesta en pos a ciertos puntos que le otorguen sustento. De cara a buscar dicha respuesta, se obviará la vistosidad, ya que remite a un aspecto meramente estético, en el que habrá aficionados con preferencia por un juego más vertical y otros, por uno más de control. Así, se intentará hacer referencia al Madrid que mejor ha jugado sobre el campo, con independencia tanto de títulos obtenidos como de duración prolongada en el tiempo. La idea es remitir, exclusivamente, al peak de juego y centrarse en el fútbol desplegado. Buscar el Real que más haya sido capaz de controlar todo lo que sucediese en un partido para batir a sus rivales plasmando una idea de la forma más eficaz posible.
Antes de comenzar, en este texto se van a valorar las cuatro grandes etapas que ha vivido el Real Madrid en este nuevo milenio: el Madrid de los Galácticos (2001-2006), el Madrid de Mou (2010-2013), el Madrid de Carletto (2013-2015) y el Madrid de Zidane (2016-2018), aunque es obvio que cada etapa no es uniforme, ya que existen picos y, sobretodo, subetapas más o menos definidas en todas ellas. La mejor época de los Galácticos se dio entre 2001 y 2003, con unos años finales complicados; la Mourinho sí es más homogénea en su estilo pero los problemas del último curso hacen difícil valorarlo; la de Carletto muestra bastantes diferencias de estilo entre su primera temporada, más vinculada a las transiciones, y la segunda, más propensa a la pausa; al igual que la de Zidane, cuya primera Copa de Europa se consigue en pos al rendimiento defensivo y al martillo de la BBC, mientras que en la segunda se encomendó al control absoluto del balón que le otorgaba el rombo. Aun así, se pensará en el peak de juego de cada tramo de cara a la valoración, con independencia de otros factores.
Hay partidos muy icónicos que definen perfectamente cómo jugaban esos equipos. Unos con más preponderancia en el aspecto individual y otros con un enorme trabajo colectivo.
Comenzando por orden cronológico, el Madrid de los Galácticos es seguramente el que mejor compendio de súper estrellas juntase sobre el campo. Zidane, Ronaldo, Figo, Beckham… suponían un plantel de cracks difícilmente igualable en el panorama mundial. Como los Globetrotters, el día que estaban inspirados lo que se veía en el Bernabéu era auténtica magia. La velocidad de Roberto Carlos por banda, la elegancia en los controles de Zizou, el golpeo de pelota de Becks, los amagos de Figo, la hiperactividad de Rulo o los goles de Ronnie elevaron al Madrid a algo nunca visto. Pero el equipo se limitaba a ser una superposición de estrellas. Juntaba partidos en los que su fútbol era exquisito pero jamás hubo un sustento táctico suficiente detrás que permitiera sobreponerse a un bajón de rendimiento. Y cuando ese bajón, por diversos factores que serían objeto de otro debate (lesiones, falta de clase media en la plantilla, etc.), llegó, el cuadro merengue se fue diluyendo.
Tras ello, mucho hubo que esperar para volver a ver un Madrid verdaderamente reconocible. De hecho, la etapa de Jose Mourinho fue la primera del siglo XXI en la que el club tuvo verdaderamente una identidad de juego totalmente definida. La coincidencia con un Barcelona potentísimo le capa un poco el recuerdo fuera del imaginario madridista, pero aquel equipo dejó partidos maravillosos. Un juego eléctrico y vertical, con futbolistas que se movían de forma fantástica en las transiciones, hacían de ese Real uno de los más dominadores que se recuerdan. Xabi encontrando a Özil entre líneas y este filtrando para Cristiano al espacio era su seña de identidad. El Madrid de la Liga de los records de puntos (100) y de goles (121) que se quedó a las puertas de la Champions por pagar esa falta de pausa que, posteriormente, sí ganaría.
Así, la tan ansiada Décima tuvo que esperar algo más. Pero esta llegó cuando el Madrid cedió parte de ese vértigo para ganar el control que se necesita en los momentos clave. Carlo Ancelotti llegó a la capital blanca para calmar las aguas tanto a nivel de vestuario como de juego y grabó su nombre como el entrenador que acabó con la sequía de 12 temporadas sin ponerse la corona europea. Y lo hizo en base a un fútbol que, como se comentó al comienzo del texto, tuvo dos etapas bastante diferentes. El primer año, con Xabi en el eje, Di María en el medio y la BBC, arriba, fue súper vertical. No hay más que recordar cómo se gestó el 0-4 de Múnich. Sin embargo, cambiar a Alonso por Kroos, a Di María por James y meter en la ecuación a Isco durante los largos tramos de lesión de Bale, permitieron al Madrid mutar a una versión 2.0 que, sin duda, fue superior. El año acabó sin títulos grandes, sí, pero el equipo de Carlo dejó, entre septiembre y diciembre, el mejor fútbol que hemos visto en décadas. Aquella baja de Bale permitió ver con continuidad al Madrid de los centrocampistas en su máxima expresión. James e Isco por fuera, Kroos y Modric en el medio, y Karim y Cristiano arriba. Con un juego bonito de ver pero, sobre todo, que dominaba absolutamente cada parcela del campo, el aficionado descubrió que se podía ganar desde la posesión, la pelota y la pausa. El madridismo sintió como propio ese estilo que parecía exclusividad del Barcelona, enseñando que con los futbolistas y entrenador adecuados también se podía.
Por último, tras la prueba fallida de Benítez, llegó Zinedine Zidane para hilvanar tres Copas de Europa consecutivas y un año de doblete históricos. Su Madrid fue mucho más camaleónico, con partidos de repliegue, sufrimiento atrás y castigo con espacios en su primera media temporada, pero con un racha en la 2016-17 que es el otro gran momento de fútbol desplegado de un Real reciente. De nuevo fue una lesión de Bale lo que permitió a Zizou encontrar en aquel rombo con Isco de mediapunta la fórmula para cosechar la Duodécima. Con Kroos, Modric y Alarcón acaparando todos los focos, esos últimos meses de competición fueron un golpetazo sobre la mesa en cuestión de juego. Un Madrid que, de nuevo, en base a sus centrocampistas dominó todo cuanto acontecía en el verde. Un esquema que sobre el papel podía tener complicaciones sin balón pero que, cuando se hacía con él, era imparable.
Quizá sea el Madrid de las 22 victorias seguidas con Carlo Ancelotti el que mejor fútbol ha practicado de todos.
Una vez recordados los cuatro, si tomamos un partido muy representativo en cuanto al juego de cada uno de ellos podemos hacer la comparación más visual. Aquel Real Madrid 4-2 Olympique de Marsella en la 03-04, el Real Madrid 3-0 Villarreal de la 11-12, el Liverpool 0-3 Real Madrid en la 14-15 o el Juventus 1-4 Real Madrid en la 16-17, son probablemente algunos de los que definen a la perfección cómo jugaban aquellos equipos. ¿Cuál de ellos tuvo mejor peak? ¿En cuál se practicó mejor fútbol? Habría que entrar a contextualizar un poco, pues ha habido épocas de todo tipo, con juego variado en estilo, mayor o menor regularidad en cuanto a su nivel, y más o menos prolongadas en el tiempo. Pero, y como se dijo al principio con aquello de que aquí entramos en el campo de lo subjetivo, ninguna de las demás cuenta con un fútbol equiparable al de la primera vuelta del Madrid de Ancelotti en 2014. Fue corto, sí, pero no por ello debe quedar minusvalorado. Un Madrid que durante esa primera vuelta fue, seguido por el de la primavera de 2017, el que mejor ha jugado en este siglo. Habrá quién ponga al de Zidane de ese año por delante en cuanto al juego, y ciertamente están cercanos, pero el que escribe se queda con el de Carlo. Por fundamentos tácticos (el Madrid de los puentes, que llamaban los amigos de Ecos del Balón), por ese cuarteto de jugones en el medio, por ese gran Karim Benzema y por ese Cristiano en el mejor año de juego interior de su carrera. Luego, las lesiones de James y Modric y lo poco activado que tenía el técnico italiano al fondo de armario impidieron ganar Liga o Champions pero ese tramo de 22 victorias consecutivas con fútbol maravilloso siempre quedará ahí como aquel que descubrió al Madrid que mejor juego ha desplegado en su historia moderna.
Yo me quedo con el final del primer año de Morinho y el segundo año de la liga de los 100. Era una máquina apisonadora.
Luego del año del doblete de Zidane, jugaba muy bien el denominado "segundo equipo" que ponía a jugar en los partidos de liga.
Los galácticos podrían haber sido los mejores, pero eran unos vagos. Jugaban sobradísimos 45 minutos y luego los segundos tiempos se echaban a dormir.
A los galácticos les faltó un entrenador y fue una pena podían haber gganado 3 o 4 ligas y copas de Europa y en realidad ganaron bien poco y con Mou la primera y segunda temporada era maravilloso como volaban, luego las vacas sagradas se cansaron de exigencia y le vendieron y co ZZ dejaron la idea de jugar cuando les venía bien aparte de que los árbitros en las diez primeras jornadas les dejaban sin competir en las ligas
No son correctos los datos. La versión 2.0 de la que hablas no se corresponde a los prolongados periodos de baja de Bale. Esa temporada Bale juega 44 partidos. Es Modric quien se lesiona con su selección en la rodilla y juega tan solo 25 partidos en toda la temporada, y solo 16 de liga.
Todo empieza en el Bernabeu con una clara victoria del Madrid sobre el Barsa donde Bale no juega por lesión, se pierde otros cuatro partidos de liga sino recuerdo mal por lesión (imagenes del campo de arena, sóle9o), el Madrid juega fenomenal, pero de los famosos 22 partidos Bale no juega cinco. Es Modric quien apenas juega. Pero el peridismo empezó a decir que el Madrid jugaba bien porque no estaba Bale, y la mentira ha calado.
Modric se perdió muchos partidos en la segunda vuelta, no en la primera, que es el tramo al que me refiero en el texto. Por otro lado, no pretendo decir que Bale impidiera al equipo jugar mal. Pero es cierto que le sentó muy bien al Madrid el James+Isco en varios partidos ese año.
En realidad Bale juega 48 partidos esa temporada y no 44. En liga juega 31 partidos de los cuales 30 es titular. Sigo sin ver los 22 partidos donde el Madrid te maravillo sin Bale.
Jugar bien, lo que se dice jugar bien, lo hizo el Madrid de Ancelotti durante 7 u 8 partidos de los famosos 22. Con Mourinho fueron menos, pero era un equipo impresionante al contraataque, de los mejores que he visto (jugando a la contra aclaro). El de los galácticos no jugaba dos o tres partidos seguidos buenos. Pero claro, le faltaba un entrenador de verdad. En cuanto al de Zidane, quizá haya sido el más completo y competitivo de todos, sin que el juego haya sido excesivamente brillante durante más de cuatro o cinco partidos seguidos. Repito que aquí estamos hablando de jugar bien con regularidad, no de que no fueran todos magníficos equipos. Para mí, el Madrid no juega bien una temporada completa desde la quinta.
Si llegan en forma a fin de año hazard Kroos case Valverde y Benzema... Va a ser 2020!! Estoy confiante 🙂
Si no llega a ser por las malditas selecciones que fueron culpables de la lesión de Modric, habríamos ganado 5 Champions consecutivas y tendríamos otra liga más. Coincido en qué el equipo de la primera vuelta 2014/2015 hizo el mejor fútbol.
Ahora, por partido, la final de Cardiff es el Real Madrid - Eintrancht Frankfurt del siglo XXI. La 2a parte fue una exhibición para la historia.
El partido más bello que he visto es la supercopa de España de 2017 contra el Barça en el Bernabeu. Desde el minuto uno.