Todo mejor que OK, José Luis 

Buenos días, amigos. Esto es lo que hay. En apenas tres días se nos ha ofrecido una cápsula con todo el tejemaneje institucional, mediático y arbitral que mantiene -al alimón con la indudable calidad de sus jugadores- al FC Barcelona encaramado a lo más alto de la Liga y ganando campeonato local tras campeonato local (y Copa tras Copa) sin apenas despeinarse. El viernes se confirmó la decisión de no sancionar al Barça pese a la flagrante alineación indebida de Chumi en la ida frente al Levante (protección institucional). Antes de eso, la Cope confesó que se había percatado de dicha irregularidad pero (en feroz contraste con la actitud de la misma emisora en el muy similar caso Cheryshev,  que acabó con el Madrid fuera de la Copa) había decidido guardar un sospechosísimo silencio (protección mediática). Y ayer un nuevo ejemplo de la más consuetudinaria y rutinaria de todas estas proyecciones: la arbitral.

Qué decir, amigos. Qué agregar a lo ya comentado por un madridismo iracundo en las redes sociales que esta vez, sin que sirva de precedente, encuentra algo de eco en los medios. La primera plana de Marca lo resume bien con su elocuente foto y su ajustado titular, aunque lo cierto es que para dilucidar lo que sucede en esta jugada no era necesario ni el VAR. Pero el VAR intervino para entronizar la frase del mes, la frase del milenio, la frase de la historia del fútbol, por encima del “Rafa, no me jodas”, por encima de “Sandro, qué más quieres que te dé?”, por encima de “No sabes ya cómo hodennos”.

Todo OK, José Luis.

Suárez se lleva por delante a Cuéllar en el área pequeña, le patea la mano para que no atrape el balón, le remata con un rodillazo en la cara y todo OK, José Luis. Gol. Gol no de Suárez. Tampoco exactamente gol en propia meta de Cuéllar, como se ha dicho. Gol de la hostia que Suárez le mete al guardameta. Ella (la hostia) es la autora del tanto. Y por qué no. Buena hostia, José Luis. Todo OK, José Luis.

De hecho, la mejor toma de la jugada, que es posterior, permite ver claramente cómo es el propio guante de Cuéllar el que, al recibir el impacto de la bota del uruguayo, manda el balón al fondo de la portería.

Pero todo OK, José Luis.

En realidad está todo mejor, mucho mejor que OK, José Luis.

Todo inmejorablemente, José Luis.

Todo de rechupete, José Luis.

Y mejor aún, José Luis, cuando uno constata la tibieza de prensa presuntamente madridista como As. Lo de “presuntamente madridista” es ya lo de menos. Presuntamente honesta. Mirad el recuadrito que Ouija Daily otorga al incidente, desplazado del cuerpo central de la pantalla por el fichaje casi atado de Militão, del que podrían haber hablado cualquier otro día porque ni siquiera la primicia es de As. Y regocijaos (es un decir) con la frialdad de cirujano, la renuencia a la emisión de una opinión, la total asepsia.

“Messi resuelve con polémica. Provocó el 2-1, en el que Cuéllar reclamó falta, y sentenció con el tercero”.

O sea, que la cosa fue por Messi. Incluso el segundo gol, en el que Cuéllar “reclama” falta (no sabemos si lo es o no, quién es As para decirlo), sucede por obra y gracia del argentino. Blanqueando a De Burgos Bengoetxea (volvemos a aclarar que no hay parentesco con nuestro editor)  con la pericia de Messi. Tango y Trash en acción, con el primero blanqueando también al segundo. Y ¿sabéis lo más divertido de todo, en lo que a la Ouija respecta?

Que el editorial de Relaño es sobre el Reus.

Y aún nos queda la incursión, en bello garbeo mañanero, por las prensas autóctonas. Ved el ejercicio de ignorancia del elefante rosa en la sala que lleva a cabo Sport, para quien la jugada no merece ni el epíteto “polémica”. En Sport toman el té hablando de otras cosas mientras el elefante rosa que lleva escrito en el lomo “Es falta de Suárez” prorrumpe en bramidos y se lava los sobacos usando la trompa con gran profusión de agua. A Sport el elefante rosa se la trae superlativamente floja, por así decirlo. Ni mención a lo dudoso (?) de la jugada.

Todo OK, José Luis.

Menos mal que sin duda Mundo Deportivo tendrá un poquito más de por favor que sus gemelos (¿alguien los distingue?) barceloneses y se dignará al menos a comentar lo controvertido de la acción.

Menos mal pero no. Porque, en un giro completamente sorpresivo de los acontecimientos, Mundo Deportivo rinde exactamente el mismo culto de silencio al elefante rosa que profesa Sport.

Ni una bendita palabra al respecto.

El madridismo ya no sabe qué hacer ante una competición tan burdamente diseñada como ésta. Una competición en la que se da validez a este gol. Una competición (la Liga) donde tipejos como Luis Suárez no han sido expulsados jamás. ¿Retirar al equipo? ¿Jugar con el filial para arruinarla definitivamente? Serían soluciones dadaístas para tiempos dadaístas. Pero es que esto ya no da para más. El Barça, con el impresentable Suárez al frente, va viento en popa en dirección a otra Liga con todo perfectamente atado (medios, estamentos, árbitros) y sin que prácticamente nadie levante la voz al respecto. Al madridismo, a veces, le parece mentira que todo esto pueda ocurrir así, de verdad, cada día con menor disimulo, cada día con mayor jactancia. Es como protagonizar una película de un surrealismo chungo subido, un Mulholland Drive repleto de viejos que se ríen histéricamente en contrapicados inquietantes mientras tú todavía quieres creer que hay opciones de triunfar en Hollywood.

Pero no las hay y lo sabemos. Vaya si lo sabemos.

Pasad un buen día, o lo que se pueda.