Me escudo en el del pito

Buenos días, queridos amigos.

Es una sensación incómoda, poco agradable, como una visita al dentista o al proctólogo. Cada vez nos sucede en más ocasiones y queríamos compartir este pensamiento con vosotros, que no es otro que el de percibir que cada día, cada semana, en suma, cada vez que nos acercamos a la prensa deportiva, nos resulta más incómodo, se nos hace más cuesta arriba. Es como si un manto de detritus nos cayera por la frente y nos nublara la visión de los ojos. No nos creemos nada de lo que leemos y, además, lo que puede agradarnos, como puede ser la foto de cualquier jugador del Real Madrid en portada, sabemos que está puesto ahí con una segunda intención, que a veces no es otra que ganar adeptos madridistas o hacer creer a muchos incautos que la prensa madrileña está controlada por (dejamos un amplio espacio para sus risas y deshueve) Florentino Pérez.

Trataremos de explicar nuestros sentimientos encontrados en este Portanálisis de hoy. Por ejemplo, comenzamos con la portada del diario prisaico As:

“¿De qué os quejáis, madridistas? ¡Una portada entera para vosotros!”, pensará cualquier anti de los que pueblan este mundillo del fútbol. Sí, ciertamente, el montaje con Carvajal, Kroos, Camavinga, Jude, Vini, Lunin y demás jugadores está muy bien, pero, ¿a qué viene ese “Pese a todo”? ¿Pese a qué, señores redactores de As? ¿Pese a haber ganado la Liga pasada, la Champions, la Supercopa de Europa, pese a haber mantenido a raya a los clubes estado con las cuentas saneadas y ganado 6 Champions en 10 años, “pese a todo” eso, el club sigue siendo “The Best”?

Somos conscientes de que la portada en cuestión se fija en las designaciones de varios madridistas para los premios de la FIFA, ¿alguien en su sano juicio cree que nos importan algo unos premios en los que Messi está entre los candidatos a mejor jugador del año? Y quizás por ahí vayan los tiros del “pese a todo”: “pese a” que en el As se consideró recientemente que el Real Madrid hacía un desprecio a la gala del Balón de Oro, “pese a” la actitud poco deportiva del presidente y de todo el club, “pese a todo” eso, la FIFA elige a varios madridistas entre los mejores del año. Para arropar a Messi, suponemos.

Si miramos un poco más en la portada, comprobamos que al madridismo le toca compartir portada con la fiesta del Barça por su cumpleaños y con cosas que nunca querremos ver como “Y Laporta cantó en el Liceu”. La corrección política (e interesada) de los diarios madrileños provoca estas dicotomías indigeribles, que el The Best de la historia tenga que compartir portada con un club con innumerables tropelías que ocultar a lo largo de los 125 años de la suya, historia que conmemoraba ayer sin rubor alguno. Y sin invitar a artífices de sus logros como Enríquez Negreira, Clos Gómez, Jaume Roures, Medina Cantalejo o Albert Soler (quizás estaban, pero no vamos a perder un segundo investigándolo).

Algo parecido nos sucede con la portada de Marca:

Nos encanta ver a Fede Valverde, uno de los capitanes actuales de la plantilla, y quizás el termómetro actual del equipo. Un Real Madrid plagado de lesiones se enfrentará mañana al Getafe en el Bernabéu, mas el gesto de concentración de Fede, Antonio y Asencio se ve secundado con una naturalidad que asusta por ese titular que lo corona: “Un 125 aniversario por todo lo alto”. ¿Por qué?, nos preguntamos. ¿Por qué tenemos que compartir portadas o, vamos más allá, competiciones, con un club que ha sistematizado la corrupción de las mismas con Negreiras, Camachos, Arminios, palancas ficticias, comités, y con el control de las imágenes y del relato?

El Real Madrid es The Best “pese a todo”, mientras el Barça celebra su corrupción sistémica “por todo lo alto”. Es el mundo al revés, y eso que hablamos de la prensa madrileña y supuestamente madridista, la Central Lechera, la caverna mediática y todas esas patrañas que llevamos escuchando desde hace décadas.

Quizás una buena parte de la culpa sea nuestra por no hacer más ruido, y ciertamente el club tampoco podrá quejarse -quizá no quiere quejarse- mientras envíe mensajes como el de ayer por la tarde:

En el entendido de que el Real Madrid no ha sido secuestrado, y el post no ha sido escrito con una pistola culé apuntando a la cabeza del redactor, solo nos queda descontar que es una manifestación regida por el mayor sarcasmo que uno pueda sacar de sus entrañas. Si es sarcasmo, lo aplaudimos sin reservas. Hemos decidido que lo es.

De otro modo, no nos cabría en la cabeza que este tuit haya sido escrito por el mismo Community Manager que en abril del año pasado respondiera a las acusaciones de Joan Laporta con un vídeo que superó los 100 millones de visualizaciones, “¿Cuál es el equipo del régimen?”. En aquel momento aplaudimos a rabiar, esa es la respuesta que merece ese club. Un vídeo en el que desmantelaba una tras otra las mentiras vertidas por el mismo presidente que anoche dio unos cantes en el Liceu.

Si analizamos el mensaje, podemos estar de acuerdo en que el Barcelona es “un gran rival”. Como lo es Spectra para James Bond, o el Imperio para las fuerzas rebeldes en Star Wars. Por tamaño, por contar con tantos medios a favor, pero no por grandeza. De igual modo, jamás será “un honor” competir contra quien ha participado de modo ilegítimo, o sea, todo lo contrario a “en buena lid”, como reza nuestro himno. Jamás. Menos mal que sabemos que toda esta manifestación del club está regida por una ironía triste. No concebimos otra opción. Sarcasmo sazonado de cinismo, por todo lo alto, como la celebración azulgrana.

La prensa cataculé se hace eco sin pudor de la celebración de anoche:

“Més que un club”, “orgullo” y toda la parafernalia culé habitual en el universo hortera de Laporta. Las portadas nos informan de la presentación de un gato, la mascota que todo vecino gay posee en las películas de Hollywood, y que se cantó el himno del 125 aniversario, “L’escut al pit”. De primeras nos suena a “me escudo en el del pito”, lo cual sería acorde con la historia del club, pero sabemos que no significa eso, sino que llevan el escudo en el pecho, junto al patrocinador que dijeron que nunca llevarían.

Hoy jugarán a las dos de la tarde como si nunca hubiera pasado nada. Así sucedió a lo largo de toda su historia. Coged un buen libro, buscad una exposición interesante, una buena película (también vale si es mala) y alejaos de la prensa deportiva. A nosotros no nos queda más remedio que acercarnos.

Que paséis un gran día.