Mbappé, el PSG y Chimo Bayo

El análisis de las portadas de los periódicos deportivos de hoy

Buenos días. El PSG acaba de reunir en un mismo equipo a Mbappé, a Messi, a Neymar, a Ramos, a Di Maria, a Verrati y a un ejército de carísimos mercenarios. Pero de lo que más se habla es de si Mbappé vendrá este verano o no al Madrid. Esto da una idea de la magnitud y la grandeza del club blanco. Porque no es algo que promuevan los medios (que están que trinan, por cierto, con el cambio de paradigma representado por Ibai), sino porque lo demandan los aficionados.

El asunto Mbappé tiene al madridismo encapsulado en la vagoneta de una montaña rusa. A la hora del café, leemos o escuchamos a alguien que nos transmite esperanza y, junto a la cafeína, nos venimos arriba, podemos con todo. Comiendo se nos corta la digestión porque filtran que Kylian quiere quedarse este año en París, pero para la merienda estamos otra vez eufóricos porque se rumorea que sí, que viene, que no quiere jugar con Messi, que prefiere liderar un proyecto. Por la noche, otra vez bajona, aunque justo antes de dormir, vemos un tuit de una cuenta fiable que nos levanta el ánimo.

Vivimos dentro de una canción de Chimo Bayo: extasi(s), cuando parece que va a firmar; extano, cuando dicen que no vendrá. Cada uno se queda con la opción que prefiere y termina cantando extasi(s) o extano, acompañado del esta me gusta, me la como yo. Y al rato, otra noticia de Mbappé: Chiquitan chiquititan tan tan / Que tun pan pan que tun pan que viene del PSG /
Pan pan pan que viene Mbappé.

Nos pasamos el día a la carrera anímica entre momentos Prozac, momentos Valium y momentos café. A la larga, esto no puede ser bueno. Por favor, que se resuelva de una vez por todas.

Marca abre con la derrota del Villarreal, pero a nosotros no nos importa mucho, la verdad, a no ser que salga el señor Roig para hablar de llaveros y de árbitros. Nos parece más relevante lo que hay por encima y por debajo de la noticia principal.

En la parte superior, Marca denomina al PSG como Disneyland París y lo ilustra con las fotos de Mbappé, Neymar, Messi, Ramos y Donnarumma (que tiene nombre de discoteca). Tal vez nos equivoquemos, pero los equipos Frankenstein ensamblados con pegamentos derivados del petróleo nunca han funcionado como los que nacen por parto natural.

Más allá de esta reflexión, si ponemos bajo el microscopio a este macrocosmos, vemos que en realidad muchas de sus estrellas son ya supernovas, enanas blancas, enanas marrones o casi agujeros negros (astronómicamente hablando). Es decir, su momento de más brillo pasó y están en el ocaso de sus carreras.

Por tanto, el PSG tiene un aire al Cosmos, y no solo por la analogía estelar, sino porque es un cementerio de figuras, como lo era aquel equipo norteamericano donde recaló Pelé

Neymar cambió importancia por dinero, que se le terminó acumulando en la barriga y dista mucho de ser aquel futbolista que parecía que podía llegar alguna vez a dominar el mundo (nunca lo hizo). Ramos tiene más kilómetros que el Škoda Octavia de un taxista de Madrid y parece poco probable que rinda de la manera excepcional que lo hizo de blanco. Messi está en la misma situación que Ramos, pero el taxi en este caso es amarillo y negro porque proviene de Barcelona.

El tiempo dirá si estamos o no equivocados, pero, aunque este equipo carburase, no parece que fuese a hacerlo más allá de unos meses. Las piezas, aunque excelentes, son de segunda mano y tienen mucho uso.

Decíamos antes que lo importante de la portada de Marca era lo que había en su parte superior (ya explicado) y también su faldón. En el mismo hablan del tema del día, la Asamblea Extraordinaria de la Liga en la cual se votará el acuerdo de la misma con el fondo buitre (no tiene relación con don Emilio Butragueño, ojo) CVC.

Marca dice que Madrid y Barça están contra todos. Lo cual no parece cierto del todo, ya que la RFEF ayer emitió un comunicado en el cual se posicionó más del lado blanco-azulgrana que del de Tebas.

Sí es cierto que el resto de clubes lo más probable es que estén a favor del acuerdo, aunque si lo pensaran bien, tal vez no les sería tan rentable, ya que en el fondo no dejan de ser parásitos que se alimentan de Madrid y Barcelona y, aunque a corto plazo pueden salir ganando, si los cuerpos (Madrid y Barça) a los cuales chupan la sangre empeoran (por el acuerdo de CVC), ellos también lo harán a largo plazo.

El resto de portadas se hacen eco de las primeras declaraciones de Messi como jugador del PSG en las cuales enfatiza que ES muy feliz, que su felicidad es enorme.

No sabemos is la felicidad es enorme porque haya sido tratada con alguna pauta hormonal, pero tanto exhibicionismo interior pocos días después de llorar como una plañidera suena raro. Como el que se empeña en decir que es feliz tan solo unos días después de una experiencia traumática. Es imposible saberlo aún, se necesita tiempo. Puedes sentirte feliz, pero no SER feliz, porque la palabra ser conlleva un significado de constancia en el tiempo que Messi aún no ha tenido tiempo (valga la redundancia) de vivir.

Pasad un buen jueves.