Alguien debía pagar los platos rotos y fue el meritorio Valencia, no tan brillante como cuando casi gana en el Bernabéu al principio de la temporada. Hoy, salvando 20 horribles minutos, el Real consumó toda suerte de filigranas, desplegando la gama de regates, paredes y pases que le condujo a la gloria, y resulta difícil elegir al trío de los mejores. Nacho sigue brillando por concentración y anticipación, con la llaneza de quien prefiere Alcalá de Henares a La Finca, y su regularidad sencillamente no tiene igual.
Maravilloso partido de Marcelo, un mago no solo del balón sino de la iniciativa, que jamás renuncia a inventar y resulta imparable cuando tiene puntería. Su gol sorprende por una creatividad que de paso permitió ver al Asensio fino, envés de su perfil como bombardero y conductor supersónico. Y aunque también fue meritorio el partido de Casemiro y Modric, e incluso el de Carvajal y Varane, que van superando sus nervios, me quedo con Kroos como MVP. ¿Será posible jugar tan bien, templando y distribuyendo, hasta asestar la puñalada del derechazo pegado al palo? Le ayudó Kovacic con un taconazo magistral, pero la jugada empieza con virguerías suyas pegadas a la línea de cal, cerca todavía del medio campo, de las cuales sale con ímpetu bastante para ir llegando a la zona de remate con nuevos tuya-mía. En la primera parte, también le había puesto a Cristiano un pase de treinta metros que era medio gol.
Muy blandito Bale, por contrapartida, que falló dos goles sencillos y apenas mostró su excelencia en una penetración del segundo tiempo. A Benzema le pitan hasta en Mestalla, pero provocó un penalti y estuvo a punto de reeditar su jugada inolvidable ante el Atlético, porque muy pocos tienen la cintura, la astucia y la potencia requeridas para desbordar. Otra vez en su tradición, Cristiano enchufó las dos penas máximas con lecciones alternativas de engaño sutil y zambombazo colocado, y fallar un par de remates no empaña un buen partido, sobre todo en el primer tiempo.
En fin, un bálsamo para quienes estaban a punto de necesitar respiración asistida, y un espectáculo encantador para el aficionado. No pocos lances fueron inmejorables, con la impronta del acordeón Zidane, que se lleva el gato al agua cuando la suerte alterna con echarle arrestos.
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Muy acertado todo lo que le he leído señor.
'Alguien debía pagar los platos rotos y fue ¿el meritorio Valencia, no tan brillante como cuando casi gana en el Bernabéu a principio de temporada'?
Me va a perdonar usted, señor Escohotado, pero la "brillantez" del Valencia, cuando 'casi gana en el Bernabéu', en el partido de la segunda jornada, fue GRACIAS A LA ACTUACIÓN de Fernández Borbalán que NOS ROBÓ DOS PENALTIS CLAROS de Parejo (agarrón a Benzema y patada a Marcelo) y UNO de Vezo (se llevó el balón con la mano después de rebotarle en el muslo).
Me gustaría que alguien chasqueara los dedos y "nos sacara de la HIPNOSIS en la que estamos sumergidos", más que nada para CONTAR LAS COSAS COMO SUCEDIERON.
Hora del "vermú".
Hasta luego.