Buenos días. El Madrid perdió y el Barça ganó. Esto es así. Podemos intentar administraros esta amarga píldora con un poco de azúcar, como recomendaba Mary Poppins, o confiar en vuestra entereza para encajar la noticia con el mejor espíritu posible sin edulcoramientos vanos. Podemos invocar (no a través de la ouija, primero porque está viva y segundo porque no somos como As) a Julie Andrews, y solicitar a quien tan brillantemente encarnó a la institutriz más famosa del mundo que os conforte someramente con una caricia y un susurro.
-Tranquilo, hijo mío. Solo fueron sendos amistosos.
Vaya por delante una verdad incómoda: Lewandowski nos cae mal desde antes de meterle cuatro al Madrid en aquel desdichado partido contra el Dortmund. Digamos que aquella exhibición no hizo sino refrendar lo que nuestra intuición ya barruntaba, es decir, que se trata de un tipo que no es de fiar con esa desconcertante seriedad de señor alto. A veces la gente nos cae bien o mal sin razón aparente para ello, por razones acasos subconscientes o subliminales. En el apartado de gente que nos cae mal sin haber hecho nada especialmente malo, por ejemplo, figura la actriz Charlotte Gainsbourg. Nos cae horriblemente gorda y reconocemos no saber por qué. Sucede que la visceralidad de nuestra animadversión por Robert Lewandowski se vio refrendada por lo racional cuando nos cascó cuatro en Dortmund, sin que por el momento quepa la opción de que la intensa intérprete francesa se descuelgue con una hazaña similar. (No está de más que nos abracemos a toda certeza positiva, por pedestre que resulte, siendo como somos de un equipo que acumula desgracias tan improbables como perder dos ligas consecutivas en la última jornada y mismo escenario o ser eliminado de la Champions a pies de Morata. El Madrid, si bien esto sucede muy ocasionalmente, a veces deviene el auténtico Pupas, resultando por tanto que los del Atleti ni siquiera nos superan en esa prodigiosa manera de palmar que Sabina y la leyenda de cartón piedra les atribuye).
Y ahí lo tenéis de nuevo, en la estupenda foto que sirve de portada a Marca. Con su cara de seminarista de Poznan que camina impasible buscando una tienda de tallas especiales para sotanas ocultando al mundo que un día se enamoró platónicamente de Danuta cuando en realidad acaba de meterle un gol al Real Madrid como quien lleva a cabo una tarea administrativa vagamente tediosa. Y el pobre Keylor mirándole desde el suelo, abatido por la certeza de lo que acabamos de decir: el Madrid tiene formas de perder que nada tienen que envidiar a las de los vecinos del Manzanares, hasta el punto en que llama la atención que (envidiando como nos envidian prácticamente todo) no nos envidien también la calamitosa ironía de muchas de nuestras grandes derrotas. Esta no es grande porque afortunadamente no era más que un amistoso, pero hay un sarcasmo de restallante maldad en el hecho de que el portero que se está reivindicando con una soberbia actuación -cuando más falta le hacía- falle en la jugada decisiva del partido y en los últimos estertores del mismo.
Arriba, Keylor, usted es grande. Pura vida, carajo.
Así como la foto de portada de Marca nos parece espléndida, la de As (tomada décimas de segundo antes de la otra) nos parece manifiestamente mejorable. Es como esas tomas que pasmosamente ofrecía Tele5 cuando por razones de falta de acuerdo empresarial en materia de retransmisiones grababa sus resúmenes desde el interior de la axila de uno de los utilleros. Pero Alfredo, que no se ve ni el balón. Que solo vemos culos. Menos mal que la ramplonería de la foto se ve compensada por un titular de preclara sabiduría: "Sin Cristiano no es lo mismo".
No es intención de esta sección ni de quien la escribe pergeñar una apresurada crónica del partido. Para eso tenemos a Mario de las Heras, que hoy nos explica magistralmente lo que pasó ayer y con su inimitable estilo. Solo diremos que nos parece meritorio el juego de un Madrid plagado de suplentes ante un Bayern más rodado y siempre peligroso. Benítez trató de compensar sus bajas a través de un planteamiento táctico riguroso y loable. Hay que reconocer que el plan le salió bien durante ochenta y siete minutos, lo que hay que apuntar en su haber. Faltaría por saber, claro está, si el rigor táctico, tan importante en el fútbol moderno, será también atributo del Madrid en las grandes citas, ante rivales de esta enjundia y con el once más o menos titular en liza. Ahí mediremos el éxito de este entrenador por quien el club hace una decidida apuesta, y al cual (como no podía ser de otro modo) apoyamos desde La Galerna.
Cómo nos gustaría a veces que el SportiIvo fuese un tabloide británico y que el simple cambio de la letra final de un titular ("SUPERMESSY") pudiera dar a entender de modo fidedigno que todo es una hecatombe en las filas blaugranas. No lo es, las cosas como son, y si queréis volvemos a llamar a la nanny más mágica de Londres para hacernos pasar el trago con un poco de azúcar o un paseo por los tejados con una legión de deshollinadores. "Vuelve el show", anuncia Mundo Deportivo, demostrando, como ya insinuaba Ray Davies en aquella canción donde relataba su paseo por el mítico Hollywood Boulevard de Los Angeles, que todo el mundo está en el showbiz, aunque solo los nombres de unos pocos, junto a sus manos, quedaran inmortalizados en el asfalto de la senda de las estrellas. Qué sutil advertencia al Barça encierran, por cierto, los versos finales de la canción.
Those who are successful
be always on your guard.
Success walks hand in hand with failure
along Hollywood Boulevard.
"Lewansdowski, la pesadilla blanca", subtitula el rotativo de Godó en el ángulo superior derecho de su portada, como si el polaco nos eliminara de la Champions todos los domingos y fiestas de guardar, lo que tampoco es el caso. Aun existiendo verdaderas bestias negras en el inconsciente colectivo madridista, invertiríamos sin pestañear en uno de los negocios de moda: la fabricación de artificiales bestias negras para nuestro club, tan demandadas por el sarnoso mercado. Lo que no es óbice para que Lewandowski nos siga cayendo (desde mucho antes de destrozarnos en Dortmund) como el mismísimo orto y por las mismas razones que Charlotte Gainsbourg.
Que se casen.
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7 comentarios en: Mary Poppins y Charlotte Gainsbourg
Genial.
Sois muy grandes.
El dia que bajeis el liston os vamos a moler a palos.
Un abrazo.
JOJOJOJO...
Gracias, Antonio, amigo mío.
Me ha gustado el artículo, el único pero q le pondría es q en el gol para mi es más fallo de Sergio q de Keylor. Un saludo
Por aquí, honestamente, creemos que ninguno de los dos anda fino en la jugada. Quizá peor Sergio.
Es lahmentabla que se le eche la culpa a Navas del gol. Es una cantada calamitosa de Sergio Ramos como tantas otras silenciadas por la prensa. Y tiene los huevos de pedir una subida de sueldo. En fin.
Si MD se luce con lo de “Lewansdowski, la pesadilla blanca", Sport no se queda, ni con mucho, atrás con ese maravilloso "PEP derrota al Madrid". Lo que hay que ver!!