Arbitró el colegiado Juan Martínez Munuera, del comité valenciano. En el VAR estuvo Figueroa Vázquez.
Primera parte tranquila, que el trencilla se complicó por no señalar varias faltas sobre Vini. Una de ellas muy dura por un golpe con el antebrazo de Mumin al brasileño que suponía amarilla. Llevamos unos meses fijándonos en que a los árbitros les cuesta pitar más faltas sobre el 7 del Real Madrid que a sus compañeros. El Clásico fue un claro ejemplo. El único amonestado de este acto fue Ratiu por una patada en la cabeza sobre Vinicius. No hubo repeticiones (as usual) para comprobar si fue sin querer o intencionado, ya que en este caso el color de la cartulina debería haber cambiado. Además, Joselu reclamó penalti en el 46', pero su lucha con Mumin estuvo dentro de lo legal.
En la segunda parte, el juego fue muy subterráneo y con muchas pérdidas de tiempo por parte del Rayo. Así se vieron varias tarjetas por agarrones y simulaciones. Espino, Trejo y Dimitrievski fueron los destinatarios. También vimos que se señalaba una falta de Camavinga por saltar más que Isi y que al francés le tiraban varias tarascadas con la impunidad del colegiado; Vini protestó al suelo y se llevó amarilla. Más tarde, en un duelo entre Lejeune y Rüdiger ambos se llevaron la tarjeta.
También merece comentario la caída de Vinicius en el área en una acción con Valentín que pareció resbalón, pero tal vez hubiera un pisotón que las repeticiones escamoteadas nos impidieron comprobar. Por último, se anuló un gol a Vinicius en el 65' por claro offside previo de Joselu.
Martínez Munuera, DEFICIENTE.
Getty Images
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